CinEncanto
La Butaca
Novedades
Películas Recientes
Archivo
La Butaca
Noticias

Crítica por Diego Vázquez

Olvídense de "xXx", la película que mejor ha sabido recoger, rejuvenecer y actualizar el espíritu de la saga de James Bond es "El Caso Bourne" de Doug Liman. Saltándose algunas convenciones de la saga que "xXx" sí incluía, como la presentación del agente, su misión, el entorno de la organización encargada de contratarle, etc., y apostando más por darle la vuelta a éstas con una historia sobre la amnesia de un agente gubernamental implacable (que misteriosamente sí guarda recuerdo de los idiomas que había aprendido o de las distintas artes de combate que dominaba) que un día es rescatado de una posible muerte en pleno mar Mediterráneo, para encontrarse con un montón de preguntas sin respuesta, gente que desconoce pero que le persigue para matarlo y la imposibilidad de renunciar a su anterior vida por mucho que ahora pretenda dejarla atrás; de tal forma que no le quedará más remedio que afrontar su pasado (sea el que sea) y meterse en el juego de averiguar quién fue (y quizás quién es).

Este trabajo logra retomar el espíritu, la narración trepidante y el puro y sano entretenimiento de los mejores títulos de la ya mentada saga, como "James Bond contra Goldfinger" o "Sólo se vive dos veces", aderezándolos con lecciones bien aprendidas de algunas películas de intriga de Hitchcock como "El agente secreto" o las dos de título "Sabotaje" (la de 1936 y la de 1942), todo dentro de una trama más compleja de lo habitual en estos casos, menos predecible y que todavía consigue que no sepamos qué puede suceder en la siguiente secuencia o cómo acabará todo el tinglado.

No es cuestión tampoco de pedirle peras al olmo, por lo que los espectadores no aficionados al género de acción trepidante lo tendrán difícil para encariñarse con este título, aunque por lo menos es seguro que no les aburrirá, ya que los componentes de intriga que contiene son generosos. Ésta es sin duda su mayor virtud, que de una historia ya vista y surtida de tópicos, a priori poco estimulante, el resultado atrape, gracias sobre todo a la vigorosa narración de Doug Liman, a la correcta elección (por una vez y sin que sirva de precedente) de Matt Damon como su despistado protagonista y a tomarse en serio a sí misma, que ya es decir mucho en los tiempos que corren. Sus secuencias de acción, repletas de encantadores clichés (desde la persecución con coches por las calles de París que nos retrotrae a los mejores momentos del género, hasta los tiroteos y peleas constantes), desprenden adrenalina y buenas maneras, además de un sano look a cómic visual con más pretensiones de lo habitual, que se permite incluso algunas críticas hacia las altas instituciones gubernamentales del país emperador por todos conocido, que, sin entrar a fondo en materia, otorgan al film los apuntes justos para dejar un buen sabor de boca en el espectador.

Donde más se ve perjudicada la cinta es en la relación establecida entre Matt Damon y Franka Potente (la actriz de divertido apellido que protagonizó "Corre Lola corre", aquí de nuevo en continuo movimiento), tan repleta de tópicos, clichés y lugares comunes chirriantes, que perjudica bastante y frena en varios momentos el buen desarrollo de relato. Y es que, si bien las secuencias de acción de toda la vida pueden ser revisitadas una y otra vez, encontrándoles nuevos ángulos de interés, nuevos FX y trucos que las hagan más espectaculares y trepidantes o simplemente pasándolas por el tamiz de un realizador que sepa dónde poner la cámara y cómo contar una historia, no ocurre lo mismo con la psicología y las construcciones de los personajes, que necesitan siempre de un buen trabajo previo para hacerlos creíbles (además de a los in-térpretes adecuados para darles vida) y aquí se nota bastante la búsqueda únicamente de química y la previsibilidad de las escenas conjuntas de su pareja protagonista, que acaban siendo el mayor punto negro de este trabajo.

También es cierto que con un director más ambicioso se podría haber entrado mucho más en la psicología del protagonista, en un mundo tan solitario como de capa caída en la actualidad como es el de los espías de las grandes potencias y en las sensaciones que provoca el volver a verse atrapado en un círculo en el que inconscientemente siempre se ha querido salir, pero esa sería otra película, por lo que habrá que conformarse con ésta, muy digna, y disfrutarla sin complejos.

© 2002 Diego Vázquez

La Butaca

Identidad Desconocida
(The Bourne Identity)


Imagen © 2002

Dirección: Doug Liman.
País: USA.
Año: 2002.
Duración: 118 min.
Interpretación: Matt Damon (Jason Bourne), Franka Potente (Marie St.
Jacques), Chris Cooper (Conklin), Clive Owen (El Profesor), Brian Cox
(Ward Abott), Adewale Akinnuoye-Agbaje (Wombosi), Gabriel Mann (Zorn), Julia Stiles (Nicolette), Orso Maria Guerrini (Giancarlo), Tim Dutton (Eamon), Denis Braccini (Picot)
Guión: Tony Gilroy y William Blake Herron; basado en la novela de Robert Ludlum.
Producción: Patrick Crowley, Richard N. Gladstein y Doug Liman.
Producción ejecutiva: Frank Marshall y Robert Ludlum.
Música: John Powell.
Fotografía: Oliver Wood.
Montaje: Saar Klein.
Diseño de producción: Dan Weil.
Dirección artística: Laurent Piron, Bettina Von den Steinen.
Vestuario: Pierre-Yves Gayraud.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

.