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Crítica por Ismael Alonso

Pese a los interesante que pudiera ser una película sobre el despertar emocional de una joven perpetuamente enfadada con lo que le rodea, "Girlfight" se apea a medio camino y elige convertirse en una parábola más sobre el esfuerzo recompensado. Su engañoso estilo desaliñado evidencia más carencias que virtudes. Cierto es que se trata de un trabajo hecho con cuatro duros y con actores desconocidos, pero debajo de esa capa de pretendida veracidad uno se da de bruces con una historia cien veces vista. No desmerece, de todas formas, el trabajo de Kusama, que opta por medirse con un guión mediocre que en manos de alguien con menos interés por lo que cuenta se transformaría en carne de telefilm de sobremesa, pero yerra al darle a la película un medio tono que nada entre el naturalismo descafeinado y el lirismo de telenovela naufragando en ambas aguas. A su favor no actúa desde luego su protagonista, Michelle Rodríguez, un rostro escasamente expresivo prematuramente encaramada a la categoría de actriz. Sus mejores momentos llegan de parte de su juego de piernas y no en sus limitados registros dramáticos.

En el fondo "Girlfight", que llega con el cada vez menos recomendable sello de triunfadora en el Festival de Sundance (la supuesta Meca del cine independiente), no es más que una revisión de "Rocky" donde en lugar de un italiano atolondrado se nos pone a una jovencita en permanente estado de enfurruñamiento. Pero, si al menos aquélla tenía jugosas escenas de lucha, en ésta resultan blandas y casi ridiculas. Salpicada de personajes tópicos (el padre autoritario, violento y alcohólico, el entrenador a punto del retiro, el hermano confidente que rehuye su rol de macho) la película avanza a trompicones entre escenas que se adivinan y secuencias que se intuyen. La protagonista sale de la nada, nada sabemos de ella ni de sus motivaciones, parece un personaje vacío hasta que el ring la conquista de una forma inexplicable y su vida comienza a tomar sentido. La película parece no tener una tesis clara, oscilando entre el feminismo, la misantropía y los desangelados combates que Kusama rueda con un exceso de hastío. "Girlfight" se deja ver pero dejará apáticos tanto a los amantes del pugilismo como a los que esperen encontrar un historia diferente sobre mujeres.

© 2001 Ismael Alonso

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Girlfight
(Girlfight)


Imagen © 2000

Dirección y guión: Karyn Kusama.
País: USA.
Año: 2000.
Duración: 110 min.
Interpretación: Michelle Rodríguez (Diana), Santiago Douglas (Adrian), Jaime Tirelli (Hector), Ray Santiago (Tiny), Paul Calderon (Sandro), Elisa Bocanegra (Marisol), Alicia Ashley (Ricki Stiles), Thomas Barbour (Ira), Louis Guss (Don), J.P. Linton (Sr. Price).
Producción: Sarah Green, Maggie Renzi y Martha Griffin.
Música: Theodore Shapiro.
Fotografía: Patrick Cady.
Montaje: Plummy Tucker.
Diseño de producción: Stephen Beatrice.
Dirección artística: Miguel Fernandez.
Vestuario: Marco Cattoretti y Luca Mosca.