CinEncanto
La Butaca
Novedades
Películas Recientes
Archivo
La Butaca
Noticias

Crítica por Joaquín R. Fernández

Hay ideas que, al escucharlas, atraen de inmediato al oyente. Se trata de puntos de partida seductores, si bien luego pueden fluir por diversos arroyos que tal vez no conduzcan a una mar adecuada. Eso es lo que sucede con K-Pax. Un Universo Aparte; su comienzo es magnífico, con un planteamiento atractivo e interesante, pero luego todas sus brillantes premisas se diluyen, dejando a la concurrencia con un sabor de boca agridulce.

Al principio, el filme juega con la ambigüedad, provocando con ello la sonrisa cómplice del espectador. Prot, que afirma ser de otro planeta, da muestras de ser un tipo inteligente que no se deja torear por un psiquiatra un tanto cansado de la rutina. A través de sus palabras se nos descubre la verdadera importancia de la vida, que no es otra cosa que aquello que siempre nos rodea pero nunca tenemos tiempo a observar. La perplejidad del doctor Mark Powell, de sus compañeros de trabajo y de los otros internos del hospital pronto se traslada al público (atención a la fabulosa escena en el planetario). Sin duda, Prot es un individuo peculiar que esconde algún enigma en su interior.

Desgraciadamente, la trama se vuelve menos consistente en la segunda mitad del metraje. Cierto que ya antes se visualizan pasajes mal llevados e incluso prescindibles de tan trillados (la relación de Powell con su familia), pero lo que sucede a continuación es un viaje hacia las ansiadas respuestas que, sinceramente, no resulta convincente. Así, las sesiones de hipnosis se hacen un tanto aburridas (aunque algunas de ellas sirven para que el señor Kevin Spacey se luzca), y, cuando las incógnitas se desvelan por completo, a uno se le queda cara de tonto al darse cuenta de la burda manipulación a la que ha sido sometido. En este sentido, el filme me recuerda a Mirada de Ángel, aunque, por suerte, K-Pax. Un Universo Aparte posee más alicientes que aquel culebrón de Luis Mandoki.

En fin, no es ésta una mala película, y creo que se disfruta bastante bien, pero da pena comprobar cómo no cubre todas las expectativas creadas tras leer su apetecible argumento y visionar sus rutilantes primeros sesenta minutos.

Edward Shearmur, que ya colaboró con Iain Softley en Las Alas de la Paloma y Hackers. Piratas Informáticos, es un compositor al que últimamente se le asignan trabajos bastante importantes. En K-Pax. Un Universo Aparte no ofrece nada nuevo, aunque hay momentos en los que su música desprende una agradable magia. Se trata de una partitura minimalista que, siguiendo las pautas marcadas por Thomas Newman en American Beauty, se desarrolla con la única intención de ser disfrutada, casi toda ella, dentro del filme para la que se ha compuesto. Reseñar dos fragmentos realmente bellos de la obra: las notas que oímos cuando Prot traza la órbita del sistema en el que, supuestamente, habita, y las de la aparición del pájaro azul.

© 2002 Joaquín R. Fernández

La Butaca

K-Pax
(K-Pax)


Imagen © 2001

Dirección: Iain Softley.
Países: USA, Alemania.
Año: 2001.
Duración: 120 min.
Interpretación: Kevin Spacey (Prot), Jeff Bridges (Dr. Mark Powell), Mary McCormack (Rachel Powell), Alfre Woodard (Dr. Claudia Villars), David Patrick Kelly (Howie), Saul Williams (Ernie), Peter Gerety (Sal), Celia Weston (Sra. Archer), Ajay Naidu (Dr. Chakraborty), Tracy Vilar (Maria), Melanee Murray (Bess).
Guión: Charles Leavitt; basado en la novela de Gene Brewer.
Producción: Lawrence Gordon, Lloyd Levin y Robert Ecolesberry.
Música: Edward Shearmur.
Fotografía: John Mathieson.
Montaje: Craig McKay.
Diseño de producción: John Beard.
Dirección artística: Alec Hammond.
Vestuario: Louise Mingenbach.
Decorados: Cheryl Carasik y Ellen Christiansen.