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Crítica por Leandro Marques

Minuto final (que no revela absolutamente nada) de la esperadísima segunda parte de "Hombres de Negro": la pareja protagonista se retira del lugar de los hechos –victoriosa, por supuesto–; los agentes avanzan hasta que ambos se colocan sus anteojos oscuros y Kay, el personaje interpretado por Tommy Lee Jones, activa sobre todo Nueva York el clásico aparato desneuralizador que con un fulminante fogonazo limpia de un porrazo todos los cerebros capaces de albergar información válida para alterar el orden de cosas existente en la sociedad. Última imagen del filme. Ahora la cámara registra a los dos compañeros abriendo una puerta. Lo que hay del otro lado de ella les permite descubrirse como pequeñas criaturas de un mundo exterior gigantesco, inabarcable. Conclusión: nosotros, los humanos, pese a lo que creamos de nosotros mismos, no somos más que otra casilla de correo, una más entre infinitas otras.

No es que estos instantes finales de la película signifiquen un mensaje innovador o revolucionario. Simplemente cumplen con un objetivo básico del cine: generar al menos una pregunta, una duda, una manera de interpelar de algún modo al espectador. Teniendo en cuenta que los pasajes mencionados corresponden únicamente a las últimas secuencias, puede calificarse como decepcionante el resto de lo que sucede en "Hombres de Negro II", la secuela, también dirigida por Barry Sonnenfeld, de la taquillera primera parte estrenada en 1997. De aquella cinta que cautivó con su originalidad, humor, terror y efectos especiales, ahora sólo pueden encontrarse, disminuidos, los mismos factores, con la consiguiente pérdida de atractivos que eso genera.

Como el guión es flojo y deshilachado, no existen lazos de interés que permitan al espectador interesarse por lo que propone la historia. El planeta está en potencial peligro de devastación, todo depende de que eso que no se sabe bien qué es ni para qué sirve, la Luz de Zartha, no caiga en manos del mal, representado en esta ocasión por la hermosa villana Serleena (Lara Flynn Boyle). La información vital para solucionar el asunto la po-see el agente Kay, pero como su memoria había sido desneuralizada al término de la primera película, le corresponderá a Jay (Will Smith) sacarlo de su puesto de cartero y recuperarlo para la organización. Éste es básicamente el eje narrativo que propone la trama (el malo que busca algo y el bueno que trata de impedirlo y atrapar al malo), ideal para abrir espacio a situaciones de acción, humor y terror donde puedan aprovecharse los efectos especiales y el divertido repertorio de armas y de bichos extraterrestres de todo tipo (se destaca sobre todos Frank, el perro detective que ama cantar) que forman parte del característico repertorio MIB.

Pero a pesar de la composición de esos espacios, el problema pasa por el tipo de contenidos con que ellos se completan. La sensación primera y más recurrente es la de vacío e intrascendencia. La segunda, advierte sobre la alarmante carencia de recursos creativos para explotar a fondo cada secuencia. La cinta transcurre prácticamente sin que ningún gag de humor o algún momento de acción aparezca verdaderamente eficaz. Es verdad que como la dinámica de los ritmos fílmicos y la buena química entre los actores principales hacen la película siempre ágil y liviana, la cosa nunca se transforma en algo denso y soporífero. Pero también es cierto que el trayecto hacia un final previsiblemente feliz debería haber estado repleto de circunstancias que lo hicieran realmente entretenido y fascinante. Eso nunca sucede, "Hombres de Negro II" no consigue transportar al espectador y envolverlo en la magia del cine, jamás rompe su continuidad en el tiempo y el espacio. Siempre hay una pantalla grande, unas cuantas butacas y gente alrededor mirando a una misma dirección. Demasiado real, demasiado poco. Esta vez, los hombres de negro apenas llegan a gris.

© 2002 Leandro Marques

La Butaca

Hombres de Negro II
(Men In Black II)


Imagen © 2002

Dirección: Barry Sonnenfeld.
País: USA.
Año: 2002.
Duración: 88 min.
Interpretación: Tommy Lee Jones (Kevin Brown/Agente K), Will Smith
(Agente J), Lara Flynn Boyle (Serleena), Rip Torn (Zed), Johnny
Knoxville (Scrad/Charlie), Rosario Dawson (Laura Vasquez), Tony Shalhoud (Jack Jeebs), Patrick Warburton (Agente T), Jack Kehler (Ben), David Cross (Newton).
Guión: Robert Gordon y Barry Fanaro; basado en el cómic de Lowell
Cunningham y en un argumento de Robert Gordon.
Producción: Laurie McDonald y Walter F. Parkes.
Música: Danny Elfman.
Fotografía: Greg Gardiner.
Montaje: Richard Pearson y Steven Weisberg.
Diseño de producción: Bo Welch.
Dirección artística: Alec Hammond, Sean Haworth, Thomas P. Wilkins y Michael Wylie.
Vestuario: Mary E. Vogt.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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