CinEncanto
La Butaca
Novedades
Películas Recientes
Archivo
La Butaca
Noticias

Crítica por Joaquín R. Fernández

Hay películas que, a pesar de poseer una acumulación de deficiencias insalvables, no producen en el espectador una exagerada sensación de mediocridad. Eso sucede claramente con Snow Dogs, un filme que irritará enormemente a los que paguen por verlo en el cine, siendo su exhibición mucho más adecuada para los formatos domésticos. Al tratarse de una ligera producción familiar destinada al contento de un público no muy exigente, ¿qué importan los incontables tópicos que atesora su guión? Dura poco, hay escenas con el habitual toque Disney y se olvida tan pronto como se consume. Es un producto muy menor, por supuesto, pero aquéllos que la vayan a ver ya saben lo que se van a encontrar. Eso sí, que alguien me explique cómo ha sido posible que esta producción haya superado los setenta millones de dólares en la taquilla estadounidense. Desgraciadamente, esto reafirmará la política de Disney de estrenar en la pantalla grande productos originariamente pensados para el mercado videográfico (como ha sucedido con Peter Pan 2).

El argumento de Snow Dogs es de lo más ramplón. Ted, un exitoso dentista, se entera de que en realidad es un hijo adoptado cuando su verdadera madre fallece. Tras el inicial y comprensible shock, viajará hasta Alaska para participar en la lectura del testamento de la difunta, que le legará, entre otras cosas, unos cuantos perros de nieve, muy apreciados por sus triunfos en las carreras que se celebran por esos lares. Por supuesto, Ted tendrá que aclimatarse a esta nueva compañía, lo que da lugar a escenas presuntamente cómicas y, faltaría más, sensibleras. Como suele suceder en este tipo de películas, la presencia de los animales es lo mejor de la cinta, aunque aquí quizás no estén del todo aprovechados, cobrando mayor protagonismo las vicisitudes de los protagonistas, que, a fin de cuentas, para eso cobran más y saben hablar.

Y, la verdad, Cuba Gooding Jr. y James Coburn se toman el asunto bastante en serio, existiendo una agradable química entre ellos (algo que era importantísimo para el buen devenir de la historia, aunque no les diré por qué). El realizador, Brian Levant, no consigue sorprendernos en ningún momento, aunque justo es reconocer un par de buenos pasajes: el despegue de la avioneta mientras aterriza un avión comercial, y la primera aparición de Jack.

Y en cuanto a John Debney, su música es muy agradable, moviéndose entre las fanfarrias (la llegada de la avioneta al pueblo), la delicadeza (el encuentro de Ted con uno de los perros) y la comicidad (las múltiples caídas que pueblan la cinta).

En definitiva, entretenida para el público que sólo busca pasar el rato (y que tiene derecho a ello), e insoportable para aquéllos que persiguen algo más en el cine. Avisados quedan.

© 2002 Joaquín R. Fernández

La Butaca

Aventuras en Alaska
(Snow Dogs)


Imagen © 2002

Dirección: Brian Levant.
Países: USA, Canadá.
Año: 2002.
Duración: 99 min.
Interpretación: Cuba Gooding Jr. (Ted), James Coburn (Thunder Jack), Joanna Bacalso (Barb), Nichelle Nichols (Amelia), M. Emmet Walsh (George), Sisqo (Dr. Rupert Brooks), Graham Greene (Peter Yellowbear), Brian Doyle-Murray (Ernie), Jean Michel Paré (Olivier).
Guión: Jim Kouf, Tommy Swerdlow & Michael Goldberg y Mark Gibson & Philip Halprin.
Producción: Jordan Kerner.
Música: John Debney.
Fotografía: Thomas E. Ackerman.
Montaje: Roger Bondelli.
Diseño de producción: Stephen J. Lineweaver.
Dirección artística: Doug Byggdin.
Vestuario: Monique Prudhomme.
Decorados: Elizabeth Wilcox.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

.