Fox 2000
Pictures, 1999
147 Minutos
Dirigida
por Andy Tennant.
Escrita por Steve Meerson, basado en los diarios de Anna Leonowens.
Elenco:
Jodie Foster .... Anna Leonowens
Chow Yun-Fat .... King Mongkut
Bai Ling .... Tuptim
Syed Alwi .... El Kralahome
Tom Felton .... Louis
Randall Duk Kim .... General Alak
Kay Siu Lim .... Príncipe Chowfa
Melissa Campbell .... Princesa Fa-Ying
Es difícil criticar una cinta que cae dentro del cajón de las grandes superproducciones de Hollywood, ya que siempre existen grandes puntos a favor, pero también muchos puntos en contra. En Anna y el Rey, por ejemplo, destacan prácticamente todos los elementos de cinematografía que uno pudiera pedir. ¿Grandes actuaciones? Ahí están. ¿Una fotografía impecable y original? Ok. ¿Fastuosos vestuarios, paisajes de sueño, narrativa ágil e interesante? Sí. Desde este punto de vista, Anna y el Rey es una película de manufactura excelente. Veamos el otro lado de la moneda: probablemente la novela de Oscar Hammerstein no refleja, por mucho, el estado de las cosas y de las costumbres de la Tailandia de los 1860´s. Alguien me comentó que la forma en que se presentaba la adaptación que sufría el rey de Siam y su corte a las costumbres occidentales era sencillamente demasiado "pueril". Creo que no hay ahí mucho punto de discusión, pero prefiero ver el lado positivo y disfrutar simplemente de la experiencia, sin importar mucho si se apega a la realidad histórica o no.
La historia se centra sobre el personaje de Anna (interpretado por Jodie Foster), una institutriz inglesa que es traída a la corte de Siam por órdenes del mismísimo rey (Chow Yun Fat). La intención del rey es la de "enseñar" las costumbres occidentales a sus 60 hijos (¿o eran 70?, el alto grado de reproducción del rey no distaba mucho del de algunos compatriotas mexicanos), en un esfuerzo conciente por estrechar las relaciones con países como Inglaterra, con quien el comercio era un factor fundamental de su economía. Al principio y como es de esperarse, las costumbres occidentales no son bien vistas en la corte y mucho menos cuando se encarnan en la figura de una mujer que se rehúsa a rendir pleitesía de la manera tradicional al rey, quien en algunos casos ni siquiera puede ser visto directamente a los ojos, los súbditos han de mirar siempre hacia el suelo y hacer reverencias. Pero poco a poco Anna irá ganándose el favor del rey, y el de algunos de los más duros e inflexibles miembros del gabinete real.
Ahora los puntos negativos: el argumento no sorprende demasiado, el desarrollo de la historia es bastante estándar y uno sabe perfectamente que esperar. Máxime si el espectador vió el clásico "El Rey y Yo", una de las piezas de consagración del excelente actor Yul Brynner y de Deborah Kerr. A propósito de esto último, si bien la historia no sorprende, si me encontré durante toda la cinta esperando un despliegue de carácter por parte del actor Yun Fat, quién debió sentirse tal vez demasiado impotente para llenar los grandes zapatos de Brynner. Difícilmente me tragué que el actor era en realidad un rey, acostumbrado a ser tratado como tal.
Para los amantes
de las grandes producciones y de las historias épicas, esta cinta es
recomendable. Encontrarán quizá que no tiene ese dejo de emoción
que solían tener las "superproducciones" pero no se puede
tener todo........... ¿o si?
Calificación:
7
José Luis