Mystery Science
Theater 3000: The Movie
Cannibal Women in the Avocado Jungle of Death
Monty Python
and the Holy Grail
Killer Klowns
From Outer Space
Beyond the Valley
of the Dolls
Dirigida
por Alan Parker
Escrita por Roddy Doyle, Ian La Frenais y Dick Clement, basados en la novela
de Doyle
Editada por Gerry Hambling
Elenco:
Robert Arkins .... Jimmy Rabbitte
Michael Aherne .... Steven Clifford
Angeline Ball .... Imelda Quirke
Maria Doyle .... Natalie Murphy
Dave Finnegan .... Mickah Wallace
Bronagh Gallagher .... Bernie
Félim Gormley .... Dean Fay
Glen Hansard .... Outspan Foster
Dick Massey .... Billy Mooney
Johnny Murphy .... Joey Fagan
Kenneth McCluskey .... Derek Scully
Andrew Strong .... Deco Cuffe
Colm Meaney .... Sr. Rabbitte
De los cinco musicales que el director Alan Parker ha realizado durante su carrera ("Bugsy Malone", en 1976; "Fame", en 1980; "Pink Floyd-The Wall", en 1982; "The Commitments" en 1991; y "Evita" en 1996), mi favorito es "The Commitments".
Tal vez no sea el más vistoso, ni el más pulido, ni el más famoso... pero, en mi opinión, es el que mejor captura la emoción, los tropiezos y las locas expectativas de pertenecer a un grupo de rock.
Dos advertencias: desde luego se puede alegar que "The Commitments" no es una película sobre rock, sino sobre "soul", que es el género musical elegido por la banda cuya historia se retrata en la película; pero sería absurdo tomar en serio tal diferencia... aunque algunas técnicas y temas difieran, el espíritu de la música es el mismo.
Segunda
advertencia... como muchas otras personas, durante mi juventud (hace alrededor
de quince años) yo pertenecí también a un grupo de rock,
y aunque nunca tomamos en serio la música como carrera, la experiencia
fue fantástica, aún si nuestros quince minutos de fama fueron
desperdiciados en un mediocre programa televisivo transmitido a media noche...
pero nada de eso importa cuando se está en el escenario.
Así que, efectivamente, es mi experiencia personal lo hace que "The Commitments" me guste tanto, aunque sé que estoy en la minoría. Como casi todas las películas de Alan Parker, ésta fue recibida fríamente por el público, y sólo ligeramente con más entusiasmo por la crítica. Pero en círculos especializados, "The Commitments" ha alcanzado niveles de culto, por el realismo con el que retrata la creación y desarrollo de una sencilla banda, y por el entusiasmo con el que lo hace.
Por
si no fuera evidente, aquí va una pequeña sinopsis: el protagonista
de la película es Jimmy Rabbitte (Robert Arkins), un emprendedor joven
irlandés que pretende formar y manejar un grupo de "soul"
en un pobre barrio del norte de Dublín. ¿Por qué soul?
Según Jimmy, el soul es la música del trabajador, que lleva
el ritmo del sexo y el mensaje de redención a las clases bajas. Además,
independientemente de cuestiones étnicas, Jimmy dice: "Los Irlandeses
somos los negros de Europa; los Dublineses somos los negros de Irlanda; y
los del Barrio Norte somos los negros de Dublín". Luego de las
consabidas audiciones humorísticas, Jimmy va encontrando a los miembros
del grupo... el rijoso, pero enormemente talentoso vocalista; el veterano
trompetista con incontables historias sobre los famosos que conoció
en su juventud; el vanidoso saxofonista que gusta del jazz y trata de imponer
su preferencia; el violento baterista... y por supuesto no puede faltar el
trío de guapas cantantes que apoyan las canciones, no sólo musicalmente,
sino con su agradable presencia. Una vez establecido el grupo comienzan los
ensayos, pero los conflictos personales no están muy lejos. Deco (Andrew
Strong), el vocalista, es grosero y vulgar, ofendiendo continuamente a las
muchachas; Joey (Johnny Murphy), el trompetista, miente sobre sus famosos
contactos; hay múltiples deudas, nadie cree en la banda, y el padre
del mismo Jimmy se burla constantemente, comparándolos con U2 e insistiendo
que deben tocar canciones de Elvis. Pero con tenaces ensayos, buena labor
de prensa y el incansable esfuerzo de Jimmy por mantener unida a la banda,
empiezan a ganar fama y a mejorar su repertorio, hasta llegar a un concierto
que decidirá su futuro... si no se separan antes.
No
hay mayor complicación en el argumento. Después de todo, la
historia no es muy original, pues la hemos visto en decenas de cintas similares.
Pero "The Commitments" destaca sobre su competencia por sus coloridos
personajes y la honestidad de su guión. Cada miembro del grupo es único,
y sus personalidades están tan bien dibujadas que la dinámica
que se desarrolla entre ellos es creíble y fresca, aún cuando
las cosas no van muy bien. Y en esos momentos, el guión no ignora los
problemas inherentes a reunir un conjunto de gente volátil y creativa.
Desde el punto de vista técnico, "The Commitments" es tan sobria que parece visualmente aburrida, pero hay que poner atención a los detalles que dan vida a las auténticas locaciones en las que se filmó la cinta. Un perro saltando, un grupo de niños vandalizando un edificio, o los retratos del Papa y de Elvis en un hogar irlandés son tan sólo muestras del sabor irlandés de la película, que no disimula los vicios y problemas de ese país, pero que a la vez señala orgullosamente la tenacidad y entusiasta actitud de su gente. Alan Parker es uno de mis directores favoritos, y aunque no todas sus películas sean obras maestras, siempre podemos contar con su pasión, que en la pantalla se convierte en historias intensas pobladas por personajes con honestas emociones.
Pero
cualquier musical es sólo tan bueno como la música que incluye.
Afortunadamente, "The Commitments" sobresale en ese aspecto. Los
actores tocan realmente los instrumentos, y la mayor parte de las canciones
se grabaron al momento de filmarse, a pesar de los serios problemas técnicos
que eso implica. Parker se negó terminantemente a hacer trampa con
la música, y por ello decidió armar su elenco con músicos,
los cuales tuvieron que aprender a actuar. Las dos excepciones fueron Bronagh
Gallagher, famosa actriz de la televisión inglesa que tuvo que aprender
a cantar; y Johnny Murphy, frecuente colaborador de Parker, que aprendió
a tocar la trompeta.
Aunque no hay canciones originales en "The Commitments", el desfile de éxitos de soul es impresionante, y su adaptación a la idiosincrasia irlandesa les da nueva vida al mismo tiempo que los hace más asimilables para audiencias modernas. De esta manera se preserva la intención y mensaje original de las canciones, pero con arreglos que no ahuyentarán a quienes consideren el soul tradicional como música demasiado "étnica" o especializada.
Ojalá que el reciente interés en los musicales (gracias a la fantástica película "Moulin Rouge!" y a la inerte "Chicago") seduzca a Parker para incursionar de nuevo en el género, pues "Evita", su último musical, expresa más la identidad de su famosa estrella que de su director.
De
cualquier modo, en un género tan abierto, que permite la existencia
de obras tan diversas como "Josie and the Pussycats" y "The
Doors", tal vez "The Commitments" no sea temáticamente
especial, o técnicamente sobresaliente, pero pocas cintas transmiten
con mayor entusiasmo o eficacia la emoción de crear música (aunque
sea deficientemente) como parte de un grupo de gente con gustos similares.
Y aunque el final de la cinta (como el de tantos grupos aficionados) no sea
tan feliz como esperábamos, Parker nos deja un mensaje final que pone
en un nuevo contexto la historia, y nos hace ver que no es el éxito
lo que importa, sino el enriquecimiento que una experiencia como esta deja
en la vida futura. Y hablando como antiguo baterista de rock, a la vez frustrado
y satisfecho, debo decir que esa es una lección de vida que nunca olvidaré.