Película del Mes: Creepshow

Entre los gigantes del género de terror que más influencia tuvieron en mi adolescencia (para bien o para mal) están Stephen King y George A. Romero. Aunque en general perdí ya interés por la obra de King, en mi juventud leí voraz y obsesivamente sus libros; y de igual manera busqué y admiré hipnotizado las películas de George A. Romero (no sólo la trilogía de los muertos, sino su más ecléctica y desconocida obra, como "Martin", "The Crazies" y "Knightriders"). Por eso "Creepshow" fue para mi una apoteótica experiencia que combinaba mis dos más apreciados íconos del terror... y, para colmo, rendía tributo a los legendarios comics de la editorial EC.

PELIGRO: LECCIÓN DE HISTORIA:
A fines de los cuarentas y principios de los cincuentas, los comics de superhéroes empezaron a declinar con la aparición de temas más maduros y universales, que la editorial EC (originalmente "Educational Comics", aunque luego cambió su nombre a "Entertaining Comics") se apresuró a explotar, con comics dedicados a historias bélicas, policíacas, de ciencia ficción y de terror. Éstos últimos probaron ser los más populares, longevos... y peligrosos; el editor William Gaines (que heredó la empresa de su padre) se vio rápidamente en problemas legales cuando a mediados de los cincuentas el gobierno de los Estados Unidos (auxiliado por el psicólogo Fredric Wertham) inició una investigación sobre el efecto de los comics en la delincuencia juvenil. Así, presionado por las autoridades, Gaines decidió cesar la publicación de los legendarios comics de terror "Tales From the Crypt", "Vault of Horror" y "Haunt of Fear", para dedicarse de lleno a la revista "Mad".

Eventualmente estos comics se convirtieron en objeto de culto para miles de fans y fuente de inspiración para muchas otras editoriales que buscaron ocupar el mismo nicho del mercado en tiempos más permisibles. Desde luego ninguna lo consiguió, especialmente con el resurgimiento de los superhéroes en los sesentas, y por ello los comics de EC se mantienen como legendarios hitos en la narrativa ilustrada y (me atrevo a decirlo) en la literatura universal.

FIN DE LA LECCIÓN ¡DESPIERTEN!

Como miles de aficionados al género fantástico, Stephen King y George A. Romero habían crecido con estos comics, y cuando tuvieron oportunidad de hacerlo decidieron rendir tributo a su conocida estética. Pero en vez de tomar historias originales de los comics (como eventualmente haría el programa de televisión "Tales From the Crypt"), King decidió escribir tres cuentos originales, que junto con dos historias cortas previamente publicadas se convirtieron en el guión de "Creepshow".

La cinta comienza con una breve viñeta, donde vemos a un padre de familia regañando a su hijo (intepretado por el hijo de Stephen King) por leer comics de terror. El estricto hombre tira la revista a la basura y ordena a su hijo que se acueste... pero cuando se apaga la luz, el niño ve con alegría que una temible criatura se asoma a su ventana...

La criatura nos lleva al bote de basura donde está el comic, cuyas historias cobran vida ante nuestros ojos:

"Father's Day" (El Día del Padre)
En el aniversario luctuoso del patriarca Nathan Grantham (Jon Lormer), su familia se reúne para honrar al difunto, aunque un rumor familiar dice que su hija Bedelia (Viveca Lindfors) fue la culpable real de su muerte. Pero la cena familiar será interrumpida por el mismo Nathan, recién salido de la tumba en busca de venganza... y del pastel de Día del Padre que nunca logró disfrutar.

"The Lonesome Death of Jordy Verrill" (La Solitaria Muerte de Jordy Verrill). Basado en un cuento corto de Stephen King, este segmento comienza con la caída de un meteorito en el patio de Jordy Verrill (Stephen King), un granjero simplón e ignorante que inmediatamente piensa en vender la extraña roca a la Universidad local, para poder pagar la hipoteca que debe al banco. Sin embargo, el meteorito está caliente y, para enfriarlo, Jordy vierte agua fría en el, partiéndolo entre una densa nube de vapor verdoso. Desilusionado por haber roto el meteorito, Jordy regresa a su casa para ver televisión... sin darse cuenta de que el líquido que salió del meteorito está provocando una infestación de "plantas" verdes que al poco tiempo cubren toda su casa... incluyendo al mismo Jordy.

"Something to Tide You Over" (Algo para Cubrirte): El apuesto comentarista de televisión Harry Wentworth recibe la visita del iracundo Richard Vickers (Leslie Nielsen), quien lo acusa de un ilícito romance con su esposa. Harry confiesa y Richard lo invita a discutir el asunto en su enorme mansión costera. Pero una vez ahí, Harry se da cuenta de que cayó en una trampa. A punta de pistola Richard lo obliga a enterrarse en una fosa en la playa, con su cabeza sobre el nivel de la arena... mientras la marea sube implacable para ahogarlo, que es también como Richard asesinó a su infiel esposa. De regreso en su casona, Richard está muy contento con su venganza... hasta que una misteriosa neblina envuelve la moderna construcción...

"The Crate" (La Caja). Este segmento, mi favorito, comienza con el descubrimiento de una sucia caja de madera con la leyenda "Expedición Antártica, 1834" bajo las escaleras del sótano en una antigua universidad. Creyendo que contiene diarios y documentos, el Profesor Dexter Stanley (Fritz Weaver) decide abrirla con ayuda del intendente de la escuela... pero en vez de documentos encuentran una feroz criatura con afiladas garras y colmillos que devora al empleado. Dexter huye aterrado a la casa de su amigo Henry (Hal Holbrook), quien vive bajo la constante presión de su odiosa esposa Wilma (Adrienne Barbeau). A Henry le cuesta trabajo creer la historia que le cuenta el histérico Dexter, pero decide ir a la Universidad para comprobarla con sus propios ojos. Después de todo, ¿quién sabe? Tal vez la sanguinaria criatura pueda ayudar en algo a Henry.

"They Creep Up on You" (Se Te Suben Encima): el segmento se desarrolla en el elegante y esterilizado penthouse del adinerado empresario Upson Pratt (E.G. Marshall), cuyas políticas laborales son tan implacables como su odio por gérmenes e insectos. Pero un inoportuno apagón en Nueva York parece traer consigo un ejército de cucarachas que buscan venganza contra el amoral industrialista. ¿O será la venganza de ultratumba de un empleado que se suicidó esa misma noche?

Como estas sinopsis indican, las historias siguen una básica moralidad de causa y efecto: los culpables reciben su merecido y hasta cierto punto la justicia triunfa, aunque sea por métodos crueles y sobrenaturales. Estas simples lecciones didácticas eran una mera excusa en los cincuentas para que los artistas de EC Comics (entre ellos Jack Davis, Wally Wood, Graham Ingels y John Severin) plasmaran con lujo de detalle (muchas veces oculto por el saturado color) las grotescas escenas de cadáveres vivientes, mutilación justiciera y apropiados tormentos para castigar al culpable. Y, desde luego, siempre acompañados de abundante humor negro para compensar la fúnebre estética de estas publicaciones.

"Creepshow" reproduce vívidamente ese estilo, bañando de saturados colores las escenas más extremas, que resultan simultáneamente terroríficas y graciosas. George A. Romero dirige con su acostumbrada solidez, permitiendo que, aún con la brevedad de cada segmento, los personajes cobren vida y expresen todo lo que necesitamos saber sobre ellos, antes de que afronten su sangriento destino.

Y, hablando de sangre, la tarea de emular el espectáculo gore de EC Comics recayó en el maestro Tom Savini, cuyas creaciones de efectos especiales habían adornado numerosas películas, desde la original "Dawn of the Dead" y "Martin" (donde previamente trabajó con Romero) hasta la legendaria "Friday the 13th" y la grotesca "Maniac". Sin embargo, "Creepshow" probó ser fuente de frustraciones y oportunidades para Savini y su equipo, pues el extenso trabajo implicó no sólo efectos de sangre, sino maquillaje especial, criaturas... y trabajar con miles de insectos.

Quizás la veo con ojos de fan, pero "Creepshow" es, para mí, una película casi perfecta, con un elenco poblado de sólidos actores de carácter (incluyendo a Ed Harris en un papel previo a su eventual fama), apoyados por la siempre confiable y segura dirección de George A. Romero. El trabajo del Director de Fotografía Michael Gornick (quien eventualmente dirigiría la inferior secuela) aportó a la cinta una plástica visual rica en colores y detalles que emulan perfectamente a los comics que rinde tributo. Además, la música de John Harrison, aunque excesivamente electrónica en algunos momentos (como era la costumbre a principios de los ochentas) complementa perfectamente bien la atmósfera de inocencia, misterio y humor. Y, finalmente, Stephen King contribuye al éxito de la película con el mejor guión que hasta la fecha ha producido, repleto del humor, terror y elegante simplicidad de los mejores comics de antaño.

Muchas películas y series de televisión han intentado capturar el estilo y tono de EC Comics pero, en mi humilde opinión, sólo "Creepshow" lo ha logrado gracias al talento de su personal creativo y técnico... y al obvio amor que comparten por aquellas humildes publicaciones que, sin saberlo, tendrían enorme influencia en la cultura popular de ese siglo y del siguiente.

Pablo del Moral