Película del Mes: The Frighteners

Yo esperaba que uno de los beneficios del tremendo éxito internacional que tuvo la película "El Señor de los Anillos: La Hermandad del Anillo" sería la nueva notoriedad que adquiriría su director, el neo-zelandés Peter Jackson, pues supuse que se generaría nuevo interés en su obra previa, lo que podría poner a películas tan buenas pero tan extremas como "Bad Taste" (1987), "Meet the Feebles" (1989) y "Dead Alive" (1992) en la conciencia colectiva, y así lograr su mayor difusión y reconocimiento. Hasta el momento no ha ocurrido nada similar. No sé si eso es bueno o malo. Pero por lo pronto he decidido poner al frente una poco conocida película del mismo director, en la que logró mezclar exitosamente su subversiva y extrema sensibilidad con los entrañable personajes que acostumbra crear, todo ello envuelto en una fantástica historia paranormal que logra complacer al espectador sin rebajar su inteligencia y sin marearlo con vacíos efectos especiales.

Que no se entienda mal... hay DECENAS de efectos especiales en esta película, pero todos funcionan como apoyo de la historia, y nunca se convierten en un fin por sí mismos.

Pero vamos por partes: Frank Bannister (Michael J. Fox) es un "investigador psíquico" especializado en exorcizar casas en las que traviesos espíritus producen caos y confusión. Mucha gente piensa que se trata de un hábil truco para quitarle dinero a sus ingenuos clientes, y en cierto modo lo es, pero no en el sentido convencional de "truco"... resulta que Frank realmente es capaz de ver y comunicarse con los espíritus de los difuntos. Su habilidad se desarrolló a raíz de una tragedia años atrás, en la que perdió a su esposa, aparentemente en un accidente automovilístico. Entonces, lo que hace Frank es "contratar" los servicios de tres fantasmas: Cyrus (Chi McBride), Stuart (Jim Fyfe) y El Juez (John Astin). Ellos buscan una casa apropiada, empiezan a causar disturbios "sobrenaturales" y preparan el camino para que Frank llegue, "exorcize" exitosamente el lugar y cobre su tarifa. Su plan parece funcionar bien, pero cuando un cliente suyo aparece muerto se inicia una investigación que sugiere que Frank podría ser un loco homicida que utiliza un método para matar igual al de un asesino serial que asoló el pequeño pueblo años atrás, antes de ser capturado y ejecutado.

Huyendo de la policía y auxiliado por sus fantasmales asistentes, Frank descubre que el responsable real de las muertes es un siniestro espectro que marca a sus víctimas antes de atacarlas. Frank, desde luego, trata de evitar las muertes, y así se las arregla para estar presente en los momentos en los que el espectro acaba con sus víctimas, lo cual es obviamente interpretado por la policía como una confirmación de la culpabilidad de Frank. Entonces, ayudado por la Dra. Lucy Lynskey, viuda de un cliente de Frank e interesada románticamente en él, Frank consigue temporalmente interactuar con el mundo de los espíritus, para vencer al espectro asesino e investigar la relación que tiene con la muerte de su esposa.

Estos dos párrafos no describen apropiadamente todo lo que ocurre en la cinta. No he mencionado siquiera al gran Jeffrey Combs en el papel de Milton Dammers, un paranoico agente del F.B.I. obsesionado por atrapar a Frank Bannister. Ni he mencionado a Dee Wallace-Stone como Patricia Bradley, la reprimida mujer que vive bajo la tiranía de su madre en una casona en las afueras del pueblo, y que puede tener una extraña relación con los eventos que se desarrollan.

Todo ello contribuye para crear una historia rica en detalles, emociones y personajes, pero perfectamente estructurada para mantener una firme cohesión; todos los elementos embonan al final y dan sentido a la fragmentada historia. Jackson y su co-escritora habitual, Fran Walsh, han creado un guión asombrosamente ágil y preciso que sin embargo no teme tomarse el tiempo necesario cuando el flujo narrativo lo requiere. Y por si fuera poco, está repleto de detalles traviesos y humorísticos que en algunas ocasiones liberan la tensión que se genera, y en otras subrayan el suspenso y agregan un toque de la demencial excentricidad del director.

Difícilmente clasificable en un sólo género, "The Frighteners" es una mezcla de horror, suspenso, humor y drama que satisface los requerimientos de esos géneros y los sobrepasa al agregar a la mezcla el genio de Peter Jackson. Algún desconocido factor (tal vez su originalidad misma) previnieron el éxito económico que la cinta merece, y por eso espero que gracias a "El Señor de los Anillos", esta película sea redescubierta y disfrutada por un público más sofisticado y exigente, cansado de los bodrios que los aficionados al género fantástico sufrimos contínuamente.

Pablo del Moral