Mystery Science
Theater 3000: The Movie
Cannibal Women in the Avocado Jungle of Death
Monty Python
and the Holy Grail
Killer Klowns
From Outer Space
Beyond the Valley
of the Dolls
Dirigida
y escrita por Steve De Jarnatt
Editada por Stephen Semel y Kathie Weaver
Elenco:
Anthony Edwards .... Harry Washello
Mare Winningham .... Julie Peters
John Agar .... Ivan Peters
Lou Hancock .... Lucy Peters
Mykelti Williamson .... Wilson
Kelly Jo Minter .... Charlotta
Kurt Fuller .... Gerstead
Denise Crosby .... Landa
Como muchos adultos pre-ancianos, mi juventud transcurrió durante la década de los ochentas, y como muchas personas de mi generación, recuerdo con cierto recelo el final de la guerra fría. Entre vítores por la caída del Muro de Berlín se escuchaban amenazadores rumores sobre la disponibilidad de armas nucleares en las múltiples repúblicas que empezaron a surgir con la disolución de la Unión Soviética. En pocas palabras, ya no había que temer ataques del gigante soviético, sino de alguno de los efímeros dictadores con ambiciones globales en sus cabezas nucleares.
Las generaciones previas a la mía vivieron sin duda momentos de mayor terror, entre los conflictos con Cuba, Israel y la India durante los sesentas y setentas. Pero, para bien o para mal, el terror nuclear de los ochentas tenía un sabor "lite"... la amenaza atómica nos llegaba entre videos de MTV y episodios de Max Headroom. Por eso se entiende perfectamente que las películas que en su momento reflejaron esos temores estuvieran más interesadas en la cultura popular, y menos en las complejas políticas mundiales.
Por eso recuerdo con cariño (independientemente de su calidad) cintas como "The Day After", "Amerika" y la presente "Miracle Mile".
Miracle
Mile (Milla Milagrosa) es el nombre de un segmento del distrito Wilshire,
en Los Ángeles, California. Recibió ese nombre debido a su vertiginoso
ascenso social; gracias a la sagaz planeación del inversionista A.W.
Ross, la zona dejó rápidamente atrás sus orígenes
como granja lechera y pasó a ser uno de los sectores más deseables
de bienes raíces en esa populosa ciudad. Llamada por algunos "los
Campos Elíseos de América", la Milla Milagrosa es quizás
una de las zonas geográficas más representativas del ascenso
de los Estados Unidos en la economía mundial.
Y en 1988, gracias al director Steve De Jarnatt, se convirtió también en la cuna de su destrucción.
"Miracle Mile" comienza como una boba película romántica de los ochentas. Harry Washello (Anthony Edwards), un joven trombonista de jazz, conoce en el Museo de La Brea a la guapa joven Julie Peters (Mare Winningham), cuyas mallas púrpura no pasarán desapercibidas para las cínicas audiencias modernas. En fin, los jóvenes sienten mutua atracción y deciden concertar una cita. Julie trabaja como mesera nocturna en una cafetería (la famosa "Johnnie's", que ha aparecido en incontables películas y que dejó de funcionar como cafetería para convertirse en permanente set fílmico), y le pide a Harry que pase a recogerla en la madrugada. A pesar del extraño horario Harry acepta, pero una falla en la electricidad de su edificio hace que se quede dormido y llegue tarde a la cita.
Cuando
finalmente llega a la cafetería, se entera de que Julie lo estuvo esperando,
pero eventualmente se fue a su casa. Harry decide visitarla, pero al salir
del local escucha el timbre de un teléfono público. Quizás
creyendo que Julie trata de localizarlo, Harry contesta... y escucha a un
frenético hombre que trata de comunicarse con su padre para avisarle
que los misiles están en camino... la guerra nuclear ha comenzado y
las bombas empezarán a caer en alrededor de una hora. Desde luego Harry
piensa que se trata de una broma, pero la breve conversación que tiene
con su interlocutor (por no mencionar la ráfaga de disparos que escucha
al final) le hacen pensar que se trataba de un militar que se arriesgó
a llamar a su familia para avisar que el holocausto nuclear estaba a una hora
de distancia. Desafortunadamente, con la prisa, el hombre marcó un
número equivocado, y eso permitió que Harry recibiera la información.
Confundido y asustado, el joven regresa a la cafetería y comenta lo que acaba de ocurrir. Por ser las cuatro de la mañana, el local está casi vacío, y los pocos clientes que escuchan el relato piensan igualmente que se trata de una broma. Pero una elegante mujer con un "avanzadísimo" teléfono celular (del tamaño de un ladrillo... eran los ochentas) hace un par de llamadas que parecen confirmar la fúnebre noticia.
Harry y las demás personas empiezan a pensar en un plan... irán al aeropuerto para tomar el primer avión al sur, esperando llegar eventualmente al Polo Sur, donde podrán esperar a que termine el invierno nuclear. Harry está de acuerdo con el desesperado plan, pero en el último momento recuerda a Julie... y decide ir a buscarla.
Así
comienza un demencial paseo por Los Ángeles, en el que Harry usa todos
los medios posibles para llegar al edificio donde vive Julie; mientras tanto,
el rumor del ataque nuclear parece extenderse y el amanecer encuentra una
ciudad sumida en disturbios, vandalismo y desesperación, cuando miles
de personas tratan de huir, saquear... o simplemente cumplir todos sus deseos
y caprichos antes de que los envuelva el hongo atómico.
Eventualmente Harry localiza a Julie, y mientras tratan de llegar al helipuerto donde quizás encuentren el helicóptero que los sacará de la ciudad, Harry tiene una terrible idea... ¿Tiene él la culpa del pánico y los disturbios que lo rodean? ¿Fue cierta la conversación telefónica? ¿Pudo ser una broma que ahora él transformó en tragedia para miles de personas que corren desesperadas por las calles?
La trama de "Miracle Mile" es notable por su economía y eficiencia. La ingeniosa premisa y el reducido elenco permitieron al director Steve De Jarnatt realizar una filmación de relativamente bajo costo, empleando con gran efecto las pintorescas locaciones de Los Ángeles y permitiéndose buenas dosis de comentario social en el proceso.
Supongo que "Miracle Mile" podría considerarse ciencia ficción, aunque sus efectos especiales son mínimos y se abstiene de contemplar los escenarios post-apocalípticos tan socorridos por el género. Eligiendo sabiamente un tono más íntimo y sutil puede analizar con mayor precisión y profundidad la anatomía del holocausto nuclear en la mente del individuo.
Conclusión: en caso de guerra nuclear, el principal enemigo no es la radiación, sino la humanidad misma.
Un
factor muy criticado en esta película es su protagonista. A pesar de
su apariencia intelectual, Harry Washello es, francamente, un inepto. Con
la valiosa información del próximo fin del mundo, Harry no sabe
qué hacer, y una y otra vez toma decisiones estúpidas que, en
el peor de los casos, dañan a otras personas; y en el mejor de los
casos obstruyen su frenética búsqueda de Julie. Ciertamente
es una crítica válida, y como consecuencia es a veces irritante
ver "Miracle Mile". Sin embargo, creo adivinar el propósito
del director Steve De Jarnatt; el protagonista de "Miracle Mile"
no es un héroe cinematográfico... no es ni Bruce Willis, ni
Arnold Schwarzenegger ni Sylvester Stallone... es simplemente un fulano anónimo
con inesperada buena suerte, pero sin la agudeza para aprovecharla. Quizás
refleje mi pobre ambición, pero esa es una de las razones por las que
me gusta esta película.
Desafortunadamente
la carrera de Steve De Jarnatt nunca llegó lejos. Además de
"Miracle Mile", también es responsable de "Cherry 2000",
otra ingeniosa cinta de culto más famosa por tener a Melanie Griffith
en el papel principal, que por su subversivo humor y su divertido argumento.
Actualmente, De Jarnatt trabaja en televisión, dirigiendo episodios
de "Lizzie McGuire" para el canal de Disney y ocasionalmente escribiendo
guiones para otros programas televisivos.
No obstante, en
su momento "Miracle Mile" celebró el inestable punto de contacto
entre la cultura popular ochentera y el terror nuclear, evitando monstruosidades
atómicas y pueriles súper héroes a favor de un ligero
pero ingenioso análisis de la tragedia global reducida a la escala
del hombre común. Y eso es algo que todos podemos asimilar... no el
terror a la guerra termonuclear, sino a no saber cómo reaccionar.