Película del Mes: Street Trash

Enojado porque no pudo violar a su secretaria, un hombre obeso camina por la orilla de un sucio río, donde encuentra el cadáver desnudo de una mujer. Desde luego, como buen ciudadano, avisará a la policía. Pero antes...

Esta es una de las muchas grotescas escenas que integran la legendaria película "Street Trash". Y, a pesar del mal gusto que sugiere, su tono es en realidad de comedia.

Lo mismo aplica al resto de la película. Su bizarra historia y sus aún más extraños personajes podrían quizás formar parte de una demencial película dramática que retratara la azarosa vida de los indigentes en las calles de la gran urbe. Pero, para bien o para mal, "Street Trash" es una negrísima comedia que combina exitosamente horror visceral, comentario social y un humor tan torcido que frecuentemente evoca igualmente risas y muecas de asco.

La vaga historia sigue las andanzas de varios personajes del bajo mundo urbano y sus interacciones. Así tenemos a Fred, el indigente que vive en un deshuesadero de coches, junto con varios amigos, a escondidas del furioso dueño pero amparados por la amable Wendy (Jane Arakawa), quien encubre la presencia de los vagabundos y ocasionalmente les da comida. También tenemos a Bill (Bill Chepil), el policía corrupto y violento que maltrata a los vagabundos (y a quien sea) tratando de averiguar la causa de varias muertes extrañas ocurridas en el vecindario. Y finalmente tenemos a Ed (M. D'Jango Krunch), el propietario de la tienda de licor local, que está vendiendo botellas de Tenafly Viper por un dólar. Los vagos están encantados con la oferta, y el licor se vende rápidamente... pero quien lo consume comienza a derretirse casi inmediatamente, para terminar como un colorido charco de fluidos corporales y desperdicios semi-sólidos.

Estoy omitiendo de la sinopsis a varios personajes "importantes", como el mafioso, el intendente de un restaurante, la ebria novia del mafioso, el enloquecido veterano de Vietnam y numerosos indigentes. Simplemente no veo cómo entran en el argumento... y aunque eso puede parecer una gran falla, en una película tan incoherente y divertida como "Street Trash" es en realidad un beneficio.

La razón de tantas divagaciones de la historia principal es que el director James Muro comenzó "Street Trash" como un corto, y eventualmente decidió extenderlo a largometraje. El resultado, obviamente, ha sido un pastiche de escenas más o menos conectadas que se deleitan en presentar de forma simultáneamente divertida y asquerosa los vicios de la humanidad en su peor aspecto.

"Street Trash" debutó a fines de los ochentas (1987, para ser exactos) con poca fanfarria en muy contados cines de Norteamérica, para luego sumirse en la oscuridad. Pero, unos años después, y gracias a su breve distribución en formato VHS, se convirtió en una cinta de culto, codiciada por muchos fanáticos del género. Su fama comenzó a extenderse, y entre más personas querían verla, más se extendió la difusión de copias piratas en videocassettes VHS de ínfima calidad. Afortunadamente este año ha visto el re-lanzamiento triunfal de esta icónica cinta en DVD, para beneplácito de los aficionados al terror, cine trasgresor y películas de culto.

Me preocupaba que luego de quince años el impacto de la cinta se hubiera diluido, pero en realidad sólo se ha acentuado, pues su incorrección política y su perverso humor sólo subrayan la insipidez del entretenimiento contemporáneo, con películas de "terror" totalmente carentes de fuerza, y con comedias repetitivas, predecibles y cansadas.

Quizás cometo el error de ver "Street Trash" embellecida con los ojos de la nostalgia, pero estoy plenamente conciente de que nadie podría calificarla como una "buena" película. No obstante, como experiencia fílmica es fantástica y seguramente será muy apreciada por el público aficionado a tales desvaríos cinematográficos. Entonces, no será para todos los gustos, pero recomiendo esta delirante película para quienes tengan el estómago suficientemente fuerte como para tolerarla... y un sentido del humor igualmente sólido e indulgente.

Imágenes cortesía de Badmovies.org

Pablo del Moral