Touchstone
Pictures, 1999
97 Minutos
Dirigida
por Gil Junger
Escrita por Karen McCullah Lutz, basada en la obra "La Fierecilla Domada"
de William Shakespeare.
Elenco:
Julia Stiles .... Katarina Stratford
Larisa Oleynik .... Bianca Stratford
Joseph Gordon-Levitt .... Cameron James
Heath Ledger .... Patrick Verona
David Krumholtz .... Michael Eckman
Andrew Keegan .... Joey Donner
Susan May Pratt .... Mandella
Larry Miller .... Walter Stratford
Allison Janney .... Srita. Perky
Creyendo que nunca
habrá suficientes películas "juveniles" que concluyan
en la consabida Graduación de Preparatoria, los creadores "10
Cosas que Odio de Ti" se lanzan a la dura tarea de buscar un nuevo ángulo
para intentar mostrarnos la vieja fórmula amorosa en alguna forma refrescantemente
nueva. ¿Lo logran? No realmente. ¿Fallan miserablemente? Sí
y no. Fallan en lograr una película original, pero como ese no fué
realmente su objetivo, no podría condenárseles por ello. Lo
que sí logran con moderado éxito es entretenernos con una comedia
romántica super ligera durante algo más de hora y media.
La trama (suficientemente basada en "La Fierecilla Domada" de Shakespeare
como para darle crédito parcial de guión) consiste en los esfuerzos
de un estudiante por lograr una cita con una muchacha cuyo padre le tiene
prohibido salir con muchachos a menos que su hermana también lo haga.
Como la hermana cae dentro del cliché de feroz feminista anti-hombres
y anti-establishment, el padre cree que dicha condición nunca se cumplirá.
El estudiante en cuestión, entonces, pone en práctica un plan
mediante el cual un segundo estudiante (el clásico rudo de buen corazón)
tratará de ganarse el afecto de la hermana agresiva para dejarle el
camino libre al primer estudiante, pero... bueno, ya me enredé un poco.
Baste decir que los malos entendidos característicos del género
no se hacen esperar.
Aunque el guión es bastante vacuo, logra mantenernos entretenidos con
un humor clásicamente norteamericano, pero que estando en el estado
de ánimo correcto, puede ser tolerable y hasta hilarante. Sin embargo
la fuerza real de la película radica en sus actores. No me refiero
a que sean grandes actores, sino a que su carisma, presencia en pantalla y
vocalización de diálogos es sumamente agradable, y tan perfectamente
adecuados a sus papeles que con mínimo desarrollo logran cómodamente
sumergirse en sus personajes de tal forma que es difícil no empatizar
con ellos. Incluso cuando el guión los obliga a hacer o decir cosas
que no son muy consistentes con lo previamente establecido (obviamente por
errores del guionista), uno tiende a perdonarlo sólo por razón
de que es interesante ver a esas personas en la pantalla.
Aunque en anteriores ocasiones he hablado mal de las películas que
hacen uso desmedido de canciones modernas para gritarnos al oído de
qué trata la escena, es esta ocasión no me molestó en
absoluto, tal vez porque la selección de pistas es muy buena y funciona
perfectamente en el nivel que el director busca. También encontré
agradable la inclusión en cámara de los grupos Save Ferris y
Letters to Cleo. Mmmh... curiosamente nunca pasó algo similar en mi
graduación.
Finalmente pues, sólo puedo recomendar esta cinta para quienes gustan
del género y para quienes, como yo, padezcan de inmadurez crónica.
Un buen esfuerzo que cumple con sus poco ambiciosas metas.
Calificación: 7