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El Agrónomo
(The Agronomist)
Clinica Estetico Ltd., 2003
90 minutos

Dirigida por Jonathan Demme
Editada por Lizzie Gelber y Bevin McNamara

Elenco:
Jean Dominique
Michele Montas

Imagen © 2003 Clinica Estetico Ltd.

Una queja muy común entre los cinéfilos del mundo (o al menos los que conozco) es que el cine está rápidamente declinando, y que ya no hay buenas películas. Por un lado, tienen razón... basta echar una mirada a la cartelera de cualquier fin de semana para ver los mismos bodrios en decenas de salas. Pero por otro lado, es innegable que hay abundantes cintas de calidad que permanecen en el anonimato casi total, pues su género, estilo o carencia de "estrellas" hacen que los grandes distribuidores las consideren como seguros fracasos económicos. Es entonces cuando la afición al cine se convierte en un trabajo detectivesco, que obliga a los aficionados a buscar como sabuesos las joyas ocultas del cine contemporáneo que nunca tendrán amplia publicidad en prensa y televisión, y que no disfrutarán de masivos estrenos en los populares multicinemas del mundo.

Un caso que ilustra perfectamente esta tendencia es el documental "El Agrónomo". El famoso director Jonathan Demme ("El Silencio de los Corderos", "Philadelphia") siguió a Jean Dominique, famoso locutor de radio en Haití, durante casi una década, plasmando en película y video los esfuerzos de este hombre por ayudar a su país, usando su estación de radio como voz del pueblo, poniendo en tela de juicio la aptitud de sus gobernantes y luchando incansablemente contra la injusticia social y la inestabilidad política.

Sobra decirlo, este documental ha recibido un trato muy pobre por parte de sus distribuidores, relegándolo a cine-clubes, festivales locales y exhibiciones privadas. Mientras tanto, la más reciente película del mismo Jonathan Demme, "El Candidato del Miedo" (The Manchurian Candidate), con Denzel Washington, Meryl Streep y Liev Schreiber, disfruta de gran publicidad y aclamación que tal vez no merece.

Si tan sólo "El Agrónomo" hubiera recibido la mitad del impulso mercadológico que "El Candidato del Miedo"...

En fin, para qué imaginar lo imposible. Supongo que, a fin de cuentas, el trabajo de los distribuidores fílmicos es darle a la gente lo que quiere, y no lo que necesita.

Pero dejemos ya los comentarios editoriales y apliquémonos a la película. "El Agrónomo" es, sencillamente, un conmovedor tributo a uno de esos hombres que no se pueden quedar callados cuando ven una injusticia, sin importarles las consecuencias que puedan desatar. Esta clase de responsabilidad social lleva a muchas personas a una tumba prematura, pero casi siempre queda un legado de ideas y principios que inspiran a muchos otros a seguir su ejemplo.

La cinta sigue a Jean Dominique desde 1991 hasta aproximadamente el año 2000, una turbulenta década para Haití, en la que se manifestó el estado de terror de "Papá Doc" Duvalier, que luego continuaría su hijo, hasta que en libres elecciones subió al poder el sacerdote Jean-Claude Arístide. Pero no por mucho tiempo, pues un golpe de estado militar hizo que el presidente terminara en el exilio en los Estados Unidos. Entonces, como ya parece costumbre, la milicia norteamericana invadió la isla para restablecer el orden, y aunque Arístide retomó el poder, lo hizo con ayuda de "consejeros" de la CIA que probablemente tenían en mente algo más que la prosperidad del pueblo. Y durante todos estos eventos, Jean Dominique usó su estación de radio (o su personalidad e ideas, cuando también tuvo que abandonar Haití) para hablar por el pueblo y hacer las preguntas que todos tenían en la mente, pero que nadie podía hacer públicamente.

Aparte de un vago recuerdo de las noticias sobre esos disturbios en Haití, yo no tenía conocimiento sobre los hechos específicos, y en ese aspecto, "El Agronomista" es una excelente lección de historia moderna. Pero más allá de verlo como un pasaje de la historia en Haití, podemos tomar los eventos de esa década como un recordatorio de los extremos a los que puede llegar el mal manejo de un país, cuando la elite económica pone sus intereses por encima de los del pueblo.

Lo cual ocurre en virtualmente todos los países del mundo. Mmh.

De cualquier forma, debo recomendar fervientemente "El Agrónomo" pues, aún dejando la política a un lado, nos queda una magnífica muestra del olvidado poder de la narrativa fílmica... más allá de ser mero entretenimiento, en las manos adecuadas puede convertirse en un auténtico motivador de la conciencia social para quienes aceptan compartir la experiencia. Y no hay mejor película que la que nos inspira y nos deja ideas que perduran mucho tiempo después de salir de la sala. El "cine chatarra" es entretenido, y ciertamente disfruto de él, pero conviene compensarlo tan frecuentemente como sea posible con un denso plato de ideas, que alimente el espíritu y no sólo complazca la vista. Buen provecho.

Calificación: 9

Pablo

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