Dirigida
por Uwe Boll
Escrita por Elan Mastai, Michael Roesch y Peter Scheerer
Editada por Richard Schwadel
Elenco:
Christian Slater .... Edward Carnby
Tara Reid .... Aline Cedrac
Stephen Dorff .... Richard Burke
Frank C. Turner .... Sam Fischer
Matthew Walker .... Prof. Hudgens
Will Sanderson .... Agente Miles
Sé que está de moda burlarse del director Uwe Boll y su mediocre obra. Algunos lo han llamado "el Ed Wood del nuevo siglo", y si bien es cierto que el trabajo artístico de Boll deja mucho que desear, al menos yo lo encuentro medianamente entretenido. Malo, pero entretenido.
No espero que muchos compartan esta opinión. Y quizás peco de arrogancia, pero créanme que he visto mucho cine malo (tal vez demasiado), y por eso puedo asegurar que Boll no es, ni se acerca a ser, el peor director trabajando actualmente. Hay muchos directores peores, y muchas películas peores, que cometen el pecado imperdonable: ser aburridas.
Las cintas de Boll, incoherentes y pobremente filmadas, al menos ejercen un cierto hechizo en el estudioso del mal cine, haciéndolas una invaluable herramienta en el estudio de esa arcana disciplina... ¿qué hace que una película mediocre sea entretenida?
Muchos han sacrificado su vida (o su tiempo) para encontrar la respuesta. Pocos la han logrado.
Yo no estoy seguro de haberla encontrado, pero puedo exponer una teoría: ver una película de Uwe Boll es como leer un comic incompleto, donde sólo podemos ver las páginas pares. Las páginas impares han desaparecido, de modo que podemos seguir más o menos la trama, pero encontraremos saltos narrativos inexplicables y confusos, que sólo añaden suspenso y crean expectativa: ¿qué demonios hará ahora el director?
Tal vez ese es el atractivo: las películas de Boll podrán ser terriblemente malas, pero no son predecibles. Por eso detesto cintas como "Boogeyman", "Hide and Seek", "White Noise" y otras de su calaña... no sólo fallan en su búsqueda de "terror", sino que son tan predecibles que no logran sorprendernos... excepto con su ineptitud.
"Alone in the Dark", por el contrario, nos mantiene en suspenso constante, pues su incomprensible trama parece desarrollarse arbitrariamente; al principio nos explican cómo el maligno Prof. Hudgens (Matthew Walker) realizó ciertos experimentos usando niños huérfanos y demonios que llegaron a la Tierra debido a ciertos artefactos que una antigua civilización empleó en la lucha entre el Mundo de Luz y el Mundo de Sombras. O algo así. Luego conocemos al intrépido investigador paranormal Edward Carnby (Christian Slater), quien ha conseguido uno de esos artefactos y, con ayuda de la arqueóloga Aline Cedrac (Tara Reid) pretende... algo. No entendí qué. Desafortunadamente el Dr. Hudgens se les adelanta y desata una invasión de diecinueve criaturas y zombies que atacan a Carnby, Cedrac y al Buró 713, una división gubernamental especializada en amenazas paranormales. ¿Logrará Carnby evitar lo que sea que quiera evitar? ¿Logrará el diabólico Prof. Hudgens llevar a cabo su malévolo plan, sea cual sea? ¿Logrará convencernos Tara Reid de que está interpretando a una sobresaliente arqueóloga?
Tendrán que ver la película para saber la respuesta a esas preguntas. Quizás.
Me gustaría enumerar todos los aspectos en los que "Alone in the Dark" falla miserablemente, pero no quiero gastar más tiempo en este escrito. Por eso sólo diré que las actuaciones son planas y poco creíbles, aunque con un guión tan confuso y fracturado ¿cómo podría culpar a los actores? Los escenarios y locaciones se ven baratos y artificiales, y la dirección de Uwe Boll varía bruscamente entre "desinteresada" y "rebuscada", con largas escenas de violencia puntuadas por rápidas muestras de modernos clichés, como cámara lenta, “bullet time” y algunos efectos especiales moderadamente competentes.
Pero el colmo de la ineptitud es la relación que la cinta tiene con el venerable videojuego en el que está supuestamente basada; la trilogía de Alone in the Dark, publicada por Infogrames (empresa que posteriormente fue absorbida por Atari), hizo historia a principios de los noventas por su innovadora animación tridimensional y por desarrollar historias de auténtico suspenso en casas embrujadas y pueblos fantasmas. Pero, con la excepción del nombre del protagonista, la película no tiene nada en común con esos videojuegos. Sin embargo, en el 2001, Atari lanzó el fallido videojuego “Alone in the Dark: The New Nightmare”, que cambió la tradicional fórmula de aventura a favor del estilo de moda, “survival horror”, popularizado por “Resident Evil”. Es en ese ignorado videojuego donde encontramos algunos elementos en común con la película, principalmente en los nombres de algunos personajes y de la antigua civilización que causa los problemas. Entonces, en vez de realmente basar la película en los innovadores y exitosos juegos originales, Boll prefirió inspirarse en el peor juego de la serie, y el menos apreciado por sus seguidores. ¡Brillante!
"Alone in
the Dark" es ciertamente mala, pero su naturaleza impredecible guarda
cierto entretenimiento y humor involuntario para los masoquistas (como yo)
que estén dispuestos a buscarlo. El mejor halago que puedo hacerle
es decir que hay mucho peores películas disponibles para el cinéfilo
aventurero (o desquiciado). Claro que eso es como decir: "de todas las
veces que me he golpeado el pulgar con un martillo, esta es la menos dolorosa".
Gracias, Dr. Boll.
Calificación: 4