Dirigida
y escrita por Jamshed Usmonov
Editada por Jacques Comets
Elenco:
Uktamoi Miyasarova .... Halima
Maruf Pulodzoda .... Hamro
Kova Tilavpur .... Yatim
Mardonkul Kulbobo .... Alcalde
Malohat Maqsumova .... Savri
Usualmente lo que me atrae de una película es su historia, su ritmo y tono, y esa inefable e indescriptible cualidad que nos hace sumergirnos en ella, dejándonos llevar por una narrativa bien estructurada y ejecutada. Sin embargo, hay ocasiones en que una película resulta atractiva por razones distintas.
En el caso de "El Ángel de mi Derecha", las razones son más culturales que narrativas o estilísticas. Dicho simplemente, la película presenta una sociedad fascinante, cuyas inusuales costumbres resultan muy interesantes, tanto por sus diferencias como por sus similitudes con las nuestras (y por "nuestras", quiero decir las de la mayoría del mundo hispanohablante).
Al principio de la película conocemos a Hamro (Maruf Pulodzoda), un joven que regresa a su pequeño pueblo en Tayikistán (al oeste de China y al norte de Afganistán; uno de esos pequeños países que recuperaron su independencia del bloque soviético a principios de los noventas) luego de pasar varios años en Rusia. Hamro regresa para estar con su madre enferma, pero rápidamente se da cuenta de que tiene muchos asuntos pendientes en el pueblo, incluyendo serias deudas y un hijo al que nunca había visto. Pero Hamro no tiene mucho interés en resolver los problemas y sólo una combinación de suerte y destino podrán hacer que el joven encuentre su camino en la vida.
Es un cliché usar el término "rebanada de vida", para describir una película, pero no hay otra definición para "El Ángel de mi Derecha". No hay realmente una historia en la cinta; simplemente hay situaciones que se presentan a los personajes, y vemos cómo reaccionan (o no) ante ellas. No hay héroes ni villanos definidos; todos tienen aciertos y todos cometen actos censurables. Igual que en la vida real.
Y la producción, en extremo humilde y sencilla contribuye enormemente a la sensación de que estamos viendo vidas reales y no actores siguiendo un guión. Pero no por ello el director Jamshed Usmonov se priva de hacer uso de trucos cinematográficos; la cinematografía es simple, pero funcional, y la iluminación de sus escenas complementa muy bien el tono fatalista y deprimente que envuelve a la obra.
No puedo realmente
decir que esta película me haya "gustado", pero indudablemente
encontré muy interesante el retrato de una cultura tan particular como
la que se ve en "El Ángel de mi Derecha". Además,
a fin de cuentas, tengo que recomendarla porque esta humilde película
invita a pensar, y eso es un logro muy superior al mero entretenimiento que
habitualmente recibimos en el cine. Nos guste o no.
Calificación: 7