Dirigida por Beeban Kidron
Escrita por Andrew Davies, Richard Curtis, Adam Brooks y Helen Fielding, basados en la novela de Fielding
Editada por Greg Hayden
Elenco:
Renée Zellweger .... Bridget Jones
Colin Firth .... Mark Darcy
Hugh Grant .... Daniel Cleaver
Jacinda Barrett .... Rebecca
Jim Broadbent .... Papá
Gemma Jones .... Mamá
Aunque esté considerado como "el séptimo arte", es obvio que el 95% del cine que se produce en la actualidad está orientado a hacer dinero, y no a expresar la visión de algún artista. Y creo que estoy siendo generoso con ese porcentaje.
Sin embargo, sería absurdo querer que todo el cine fuera realmente "arte". De hecho, no sería tan popular si así lo fuera. Eso me hace pensar que su labor principal es entretener, y mientras así sea, todos estamos contentos. Pero cuando surge una película cuya intención es tan desvergonzadamente comercial como "Bridget Jones: Al Borde de la Razón", hasta al más comprensivo público le puede dejar un mal sabor.
La original cinta "El Diario de Bridget Jones" contó una historia simple, pero con personajes sumamente divertidos, donde el humor se generaba principalmente con sus personalidades y no por situaciones absurdas y arbitrarias. La secuela hace totalmente lo opuesto, traicionando a tales personajes y convirtiéndolos en burdas caricaturas a merced de los caprichos de los guionistas.
Ignoro si esta desagradable situación es culpa de la escritora Helen Fielding (autora de la novela original y de su secuela) o si los guionistas perdieron de vista lo que funcionó mejor en la primera película, y lo reemplazaron por chistes fáciles y baratas repeticiones de situaciones previamente vistas.
Pero me estoy adelantando. Al principio de "Bridget Jones: Al Borde de la Razón" encontramos a Bridget (Reneé Zellweger) y a Mark Darcy (Colin Firth) felices con la relación que comenzaron unas semanas atrás. Pero la inevitable inseguridad de Bridget, junto con algunas amenazas de infidelidad por parte de Mark, hace que Bridget lo abandone. Y por gran coincidencia, el trabajo de la joven la pone nuevamente en contacto con Daniel Cleaver (Hugh Grant), quien se muestra complacido por tener una segunda oportunidad para enamorar a Bridget. Así, indecisa entre ambos pretendientes, la protagonista deberá examinar cuidadosamente sus sentimientos antes de decidirse por uno.
Si esto suena como un refrito de la primera película, es porque lo es. Sin razón real para retomar la lucha entre Cleaver y Darcy por el corazón de Bridget, los cineastas se ven reducidos a convertir a la mujer en un manojo de inseguridades y malas decisiones. Y si esto era gracioso y agudo en la primera película, esta vez se siente forzado y artificial.
Pero dentro de todo, el elenco realiza un gran esfuerzo para mantener la buena química que habían logrado, y aunque las nuevas circunstancias de su interacción no sean muy convincentes, el trío logra mantener la cinta a flote con sus precisas interpretaciones. Lo único que me desagradó fue que los padres de Bridget quedaran relegados a meros cameos, cuando fueron tan simpáticos y relevantes en la primera película.
Otro punto positivo es la música de la película; sé que el uso de canciones populares es frecuentemente una barata estrategia para enganchar al público, pero al menos la selección de pistas complementa bastante bien las escenas que acompañan. Aunque The Darkness se escucha un poco fuera de lugar en una particular escena de pelea.
Como experiencia fílmica, "Bridget Jones: Al Borde de la Razón" me pareció forzada e innecesaria, aunque no puedo negar que en algunas partes me hizo reír, además de que disfruté bastante las interpretaciones de los actores principales. Supongo que lo bueno compensa hasta cierto punto lo malo, pero definitivamente esta película es muy inferior a la original, y sólo dejará satisfechos a quienes lleven bajas expectativas y no esperen una conjugación de humor, personajes y comentarios sociales tan incisivos como en la obra previa. Sólo queda esperar que, de haber tercera parte, se haga por razones legítimas, que auténticamente complementen la narrativa, y no sólo porque los ejecutivos y actores quieren ganar más dinero. Pero tal vez esa sea una fantasía más inalcanzable que las de Bridget Jones.
Calificación: 7