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El Capo
(
Brother)

Bandai Visual, 2000
114 minutos

Dirigida y escrita por Takeshi Kitano
Editada por Takeshi Kitano y Yoshinori Oota

Elenco:
Takeshi Kitano .... Yamamoto
Omar Epps .... Denny
Kuroudo Maki .... Ken
Masaya Kato .... Shirase
Susumu Terajima .... Kato
Royale Watkins .... Jay
Lombardo Boyar .... Mo
Ren Osugi .... Harada

Imagen © 2000 Bandai Visual

En una de esas extrañas "sinergias" que se dan en la cultura popular, el clásico cine gangsteril norteamericano influyó poderosamente en el cine asiático, el cual prestó nuevas características al género, prácticamente renovándolo. Entonces, el mencionado cine gangsteril norteamericano, ya exhausto y convertido en parodia, está tomando elementos del cine asiático para inyectar nueva vida y, más importante, atraer nuevos públicos. La influencia persiste, entonces, como la proverbial serpiente que se devora a sí misma, y como claro ejemplo tenemos "El Capo" (¿en qué demonios piensan los encargados de traducir los títulos de las películas? ¿es que su obsesión con la mercadotecnia elimina cualquier sentido común?).

Aunque haya contado con inversión monetaria de muchos países, esta obra de Takeshi Kitano es definitivamente una película japonesa, tanto por su sensibilidad como por los conceptos e ideología que maneja. En "El Capo" vemos a Yamamoto, un mafioso japonés (miembro de la famosa "Yakuza") cometiendo por honor ciertos actos por los que es censurado; su mejor amigo recibe la orden de matarlo, pero decide perdonarle la vida y darle oportunidad de que escape del país. Así Yamamoto termina en Los Angeles, acogido por su hermano menor, un criminalillo de poca monta que se mantiene como vendedor minorista de droga, trabajando para los carteles mexicanos. Entonces, casi sin proponérselo, Yamamoto, con la ayuda de su hermano y de algunos amigos, empieza a apoderarse del mercado de la droga en la ciudad, y su veloz ascenso en las filas criminales provoca conflictos que siempre son resueltos con balas, lo que produce conflictos más grandes, y más grandes...

Por ridículo que suene, "El Capo" me recordó la vieja película "Gung Ho", aquella comedia con Michael Keaton en la que se proponía que la mezcla del ingenio norteamericano y la ética de trabajo japonesa daban mejor resultado que cualquiera de los dos preceptos por sí mismos. Pero mientras que "Gung Ho" era una vacua comedia, "El Capo" es una cruda mirada al mundo gangsteril, retratado con suficiente floritura visual como para convertirlo en excelente entretenimiento, pero sin glamorizar o estilizar la feroz violencia en la que sumergen los habitantes de ese bajo mundo.

El director mismo encarna a Yamamoto, el protagonista (bajo su pseudónimo de Beat Takeshi), y lo presenta como una roca... Su intacta honorabilidad y su rígida ética complementan su implacable tenacidad para eliminar "obstáculos" (es decir, gente) en su búsqueda por convertirse en el principal operador del mercado de las drogas en Los Angeles. Pero no por eso es Yamamoto un robot. Una de las mejores decisiones del escritor y director es examinar también las relaciones del mafioso con sus subalternos; juntos forman una disfuncional familia cuyas lealtades van a extremos impensables, y las súbitas muestras de afecto son en ocasiones tan sorprendentes como los estallidos de violencia. Particularmente es comendable el manejo de la relación entre Yamamoto y Denny (Omar Epps), quien bajo la tutela del japonés evoluciona de "gangsta" callejero a un auténtico guerrero, protector de sus dos familias: los parientes sanguíneos y sus "hermanos" criminales.

No hay que esperar ver en "El Capo" las estilizadas batallas ni el tono "super-cool" del cine criminal de Hong Kong. En ningún momento vemos a un pistolero disparando con sendas pistolas en las manos, en cámara lenta, con palomas volando en primer plano (no que eso sea malo...). En vez de eso, se nos presenta una delicada telaraña de relaciones, amistosas o antagónicas, entre una familia de individuos, cuya ética y procedimientos tienen su base en el honor. Aunque rompan la ley a cada paso, es fácil ver el atractivo de esa idealizada existencia, a pesar de que el director la contrasta frecuentemente con la cruda violencia que ese estilo de vida engendra. De tono pausado, pero nunca aburrida, "El Capo" es una excelente y muy recomendada muestra de cine japonés. Esperemos que tenga el marginal éxito necesario para que alguien se anime a traer "Battle Royale", la nueva cinta de Kitano.

Calificación: 9

Pablo del Moral

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