El Gato, por Pablo

"El Gato" trata, básicamente, de un intruso que invade una casa para torturar mental y físicamente a un par de niños, y para humillar a la mujer narcoléptica que los cuida, no sólo arriesgando sus vidas, sino destruyendo el inmueble y poniendo en peligro el empleo de la madre soltera que trabaja para un jefe compulsivo-obsesivo.

Afortunadamente "El Gato" es una película para niños, y por ello todas estas atrocidades se muestran con gran "humor" e "ingenio", gracias a Bo Welch, quien ha realizado fantásticos trabajos como diseñador de producción (en cintas como "Beetlejuice" y "Edward Scissorhands"), pero que deja mucho que desear en su primer trabajo como director de cine.

Al igual que la cinta "El Grinch", "El Gato" está basada en una rima infantil del autor Ted Seuss Geisel, cuya obra, dirigida a niños pequeños, pretendía despertar la imaginación y dar lecciones morales básicas. Desafortunadamente, para adaptar a cine una obra de menos de 300 palabras ha sido necesario añadir gran cantidad de relleno, estruendo sin sentido y efectos especiales, al mismo tiempo que se sacrificó la elegante simplicidad del poema original.

Y también, como ocurrió con "El Grinch", la película "El Gato" es un intolerable desfile de escenas caprichosas y carentes de integridad narrativa, que sólo buscan lucir los efectos especiales y funcionar como propaganda de los innumerables productos asociados con la cinta, que serán vendidos a los niños que caigan en el trance comercial que fomentan los estudios cinematográficos en estas temporadas navideñas. También se conoce el fenómeno como "efecto Disney".

Esta vez le toca a Mike Myers sumergirse en el pesado maquillaje para interpretar al Gato del título, y si algo funciona en la película son los ocasionales atisbos del certero instinto humorístico de este comediante canadiense. Sin embargo no le sirve de mucho, pues el resto de la producción es tan falso y predecible que esos fragmentos accidentales de humor real sólo sirven para recordarnos que ha hecho mejores películas. Y eso es ya halagarlo demasiado.

Antes de seguir hablando mal de "El Gato", quiero aclarar que no tengo nada en contra de Mike Myers. De hecho, me ha gustado su estilo de comedia desde que participaba en el programa televisivo "Saturday Night Live". Posteriormente disfruté bastante con las películas de "Wayne's World", y de "Austin Powers". Sé que el estilo de comedia que emplea es bajo y vulgar, pero de nada serviría negar que he reído estruendosamente gracias a la precisión de su ritmo y a su humor ocasionalmente absurdista.

Sin embargo, en "El Gato", tales atributos (no quiero decir "cualidades") se pierden tras una producción exagerada y excesiva, donde nada sobrevive, excepto los chistes más predecibles y mundanos. Los actores envueltos en esta tragedia son, en su mayoría, competentes, pero una vez contagiados de la "magia" del Gato, quedan como burdas caricaturas, más dignos de lástima que de risa o aplausos. En particular es triste ver a un actor tan sólido como Alec Baldwin en un humillante papel secundario. Baldwin ha probado destreza para la comedia (por ejemplo, ver su sutil trabajo en "Beetlejuice", "Married to the Mob" o la brillante "State and Main"), pero, como todo en "El Gato", la exageración y exceso que acompaña cada cuadro de la película ahoga toda espontaneidad y frescura, dando en cambio secuencias huecas y cansadas, que tal vez diviertan a unos cuantos niños, pero que sin duda irritarán a todos los demás.

Los escasos atisbos de humor que escapan de "El Gato" no son suficientes para recomendar esta película, y siento lástima por los padres de familia que se verán obligados a llevar a sus niños al cine, ya que la insistencia de la mercadotecnia hará que parezca indispensable verla. Tal vez la cinta tenga más interés para los aspirantes a diseñador o decoradores de escenarios, pero incluso a ellos recomendaría mejor ver alguna de las mencionadas cintas de Tim Burton o Barry Sonnenfeld donde Bo Welch trabajó.

"El Gato" es muestra clásica de uno de los peores tipos de cine... interesado únicamente en explotar el mercado infantil, al mismo tiempo que prostituye una obra clásica. Casi preferiría ver una cinta de Disney. Si eso es halago o insulto, lo ignoro... baste decir que hay muchas y mejores películas familiares, y que gastar dinero en "El Gato" sólo fomentará la producción de obras similares... y ESA es una lección moral básica.

Calificación: 3

Pablo

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