Dirigida
por Wayne Kramer
Escrita por Frank Hannah y Wayne Kramer
Editada por Arthur Coburn
Elenco:
William H. Macy .... Bernie Lootz
Alec Baldwin .... Shelly Kaplow
Maria Bello .... Natalie Belisario
Shawn Hatosy .... Mikey
Ron Livingston .... Larry Sokolov
Paul Sorvino .... Buddy Stafford
Estella Warren .... Charlene
Quien haya visitado la ciudad de Las Vegas, en los Estados Unidos, habrá notado la extraña dicotomía que se puede apreciar en casi todos los aspectos de ese curioso lugar... en primera instancia está la cara artificial de la ciudad, abigarrada, ostentosa, llamativa y vulgar. Pero por debajo de esa hueca fachada se percibe siempre una patética decadencia que deja un mal sabor, sin importar lo colorido y empalagoso que pretenda ser su exterior. Muchas películas se han hecho sobre esa dualidad, desde la vistosa "Casino", de Martin Scorsese, hasta la inefable "Showgirls", de Paul Verhoeven (las dos de 1995). Pero pocas veces he visto el contraste tan emotivamente retratado como en "Golpe de Suerte".
Esta película es una de esas raras joyas del cine moderno, que consiguen mucho con muy poco; a pesar de su reducido presupuesto el resultado final es extraordinario, gracias a la precisión del libreto, al talento del director y al total compromiso de su experto elenco.
El protagonista es Bernie Lootz (William H. Macy), un total perdedor cuya mala suerte en la vida se ha convertido en su principal talento. Contratado por Shelly Kaplow (Alec Baldwin), gerente del viejo casino "Shangri-La", Bernie está encargado de "enfriar" la suerte de la gente que tiene una buena racha de juego. Cuando alguien está ganando demasiado dinero, Bernie simplemente se acerca a la mesa, y su mala suerte se contagia al jugador, con lo que la buena racha se esfuma. Con una suerte así, Bernie no puede ser una persona muy feliz, pero su vida empieza a cambiar cuando descubre a Natalie (Maria Bello), una guapa, pero infeliz mesera en el casino. Así comienza un tentativo romance entre dos personas con sueños destruidos, con el curioso efecto de que la mala suerte de Bernie comienza a cambiar... lo cual sería bueno, excepto que su talento como "enfriador" desaparece, lo cual no pasa desapercibido por Shelly y sus ansiosos "inversionistas"...
Es cierto que esta premisa sugiere algo vagamente sobrenatural, pero hay que aceptarla para disfrutar de esta hipnótica película. En los viejos tiempos de Las Vegas, el enfriador era algo así como una superstición, un amuleto de buena suerte para los gerentes de los casinos ansiosos por cualquier cosa que pusiera a la suerte a su favor. Ahora, con tecnología y mercadotecnia que se encargan de eso, Bernie es visto como un fósil de una época ya obsoleta. Y lo mismo ocurre con el feroz Shelly quien, en su torcida manera, posee un recto sentido del honor, y aprecia mucho la tradición del casino "a la antigua", al mismo tiempo que desprecia el nuevo enfoque turístico que ha transformado a la ciudad de Las Vegas en un "Disneylandia para adultos".
Pero más allá de esas cuestiones, está la excelente narrativa de la película. El director y co-guionista Wayne Kramer teje una maraña de relaciones y personalidades perfectamente clara, pero con alcance profundo. Aunque los personajes sean clichés (el adorable perdedor, la mujer de moral dudosa pero buen corazón, el criminal honorable), se sienten frescos y vivos gracias a las sobrias interpretaciones del talentoso elenco, y a la firme dirección de Kramer, que sabe perfectamente cuándo dejar que sus actores conduzcan una escena, y cuándo tomar las riendas y regalarnos una secuencia vistosa y rebuscada (dentro de lo que permite sus reducidos recursos).
Aunque la pareja de William H. Macy y Maria Bello resulta perfecta en su interpretación de "perdedores" que han recibido una nueva oportunidad para cumplir sus sueños, creo que el mejor papel es el de Alec Baldwin. Aunque a primera vista podría parecer el villano de la cinta, en realidad un personaje mucho más complejo, lo cual expresa espectacularmente bien en todas sus escenas. Y es un gran testimonio al talento de este actor el que se sienta igualmente creíble cuando está reconfortando a un cantante venido a menos (interpretado por Paul Sorvino) que cuando está rompiéndole las rodillas a un joven que se atrevió a hacer trampa en el casino.
El elenco secundario es igualmente brillante, con Ron Livingston como el joven experto que quiere renovar el casino, Shawn Hatosy como el ingrato hijo de Bernie y la ex-modelo Estelle Warren como su igualmente amoral esposa. Y para complementar un gran ensamble de actores, tenemos la extraordinaria música de Mark Isham, compuesta de nostálgicas tonadas de jazz que evocan glorias pasadas, pero sin perder optimismo por el futuro.
Si algo falla en la cinta es un par de escenas al final, que resultan hasta cierto punto lógicas, pero demasiado convenientes. Tal vez un enfoque distinto hubiera sido más creíble, pero ciertamente menos satisfactorio, por lo que estoy un poco indeciso al respecto... de cualquier modo, el final es apropiado, aunque cuesta un poco de trabajo tragarlo.
"Golpe de
Suerte" consigue un impacto emocional mucho mayor que el de películas
mucho más elaboradas y pretenciosas, y es una formidable carta de presentación
para el realizador Wayne Kramer. Si logra evitar el "síndrome
Hollywood", este cineasta podría ofrecer grandes sorpresas en
su carrera, tan auspiciosamente iniciada con esta excelente película.
Un elenco perfecto, un guión inteligente y emotivo, y gran talento
técnico detrás de las cámaras... ¿qué más
se podría pedir? Los aficionados al cine rara vez tenemos tanta suerte,
y si algo nos enseña Bernie Lootz es a no desperdiciar la efímera
bendición de la impredecible Fortuna, por lo que recomiendo con gran
entusiasmo esta excelente película.
Calificación: 10