La Vida de David Gale, por Pablo

Creo que Steven Spielberg y George Lucas me mostraron por primera vez la magia del cine, un término horriblemente devaluado por su excesivo uso, pero profundamente válido en aquellos días cuando me di cuenta de que el cine era algo más que un libro con imágenes móviles o una obra de teatro filmada. No estoy diciendo que estos cineastas hayan inventado el cine, sino que fueron los que de algún modo rompieron mis preconcepciones del medio, tal vez viciadas por mis tempranas experiencias con las películas de Walt Disney. Gracias a Lucas y Spielberg comenzó mi apreciación de este arte como un entretenimiento cuya percepción y recompensas pueden ir mucho más allá de un mero pasatiempo.

Pero fué el director Alan Parker, con cintas como "The Wall", "Birdie" y "Fama" quien me enseñó que más allá de entretenimiento, el cine puede ser una profunda experiencia que no necesariamente debe sacrificar su valor recreativo para contar historias complejas y ricas en significado y contenido. También fue Parker quien me hizo ver la falacia del cine "de arte", que en muchas ocasiones parece regodearse en la incoherencia y la ineptitud narrativa para fingir inteligencia. Alan Parker es de los pocos que se atreven a decir "¡El Emperador está desnudo!" cuando nadie más quiere aceptarlo.

Es por eso que tengo especial afecto por las cintas de este director, y aunque acepto que, como cualquier otra persona, puede equivocarse con cierta frecuencia, siempre encuentro en su obra tal honestidad y emoción que incluso sus cintas menos logradas (como "Come See the Paradise" y "The Road to Wellville") mantienen un estándar artístico que tal vez no las salva de ser mal cine, pero al menos las hace fracasar con dignidad.

Luego de haber leido críticas principalmente negativas sobre "La Vida de David Gale" supuse que tal vez la edad, el ambiente político y la torcida maquinaria de Hollywood se habían convertido en obstáculos insorteables para este valiente pero falible cineasta. Pero luego de realmente verla, no encuentro razón alguna para aquellos comentarios negativos, que parecen atacar fuertemente la actitud política de la cinta, sin fijarse en su enorme valor narrativo.

La trama de la película cuenta, en retrospectiva, los eventos que ocasionaron que David Gale (Kevin Spacey) terminara en presidio, aguardando su ejecución por un violento crimen. La ironía del asunto es que Gale era uno de los principales oponentes de la pena de muerte, pues balanceaba su vida como profesor universitario con constantes labores como activista para la organización "Death Watch", que busca la abolición de esta forma de castigo. Tres días antes de su ejecución, Gale acepta dar una serie de entrevistas a Bitsey Bloom (Kate Winslet), una tenaz e inteligente reportera, y en el curso de estas conversaciones empieza a asomarse la posibilidad de que Gale es inocente del crimen que lo ha puesto en esa situación, y que tal vez es víctima de una conspiración que busca restar credibilidad al movimiento abolicionista.

Francamente mi interés en la política es mínimo. Mi percepción de todo ese asunto es que lo que empezó como un servicio público para administrar el estado se ha convertido en una fábrica de corrupción, donde las personas buscan primordialmente el bien propio, sin importar sus legítimos deberes sociales. Y más aún, creo que el sistema está tan arraigado, y es tan grande y generalizado, que ha tomado vida propia y es patéticamente inocente pensar que una doctrina política, o un líder específico pueden cambiar las cosas. El mundo político es un sistema caótico, cuyo desarrollo probablemente segurirá su curso independientemente de las variables que pretendamos cambiar con nuestro voto.

Tal vez esa es la razón por la que me ha gustado tanto esta cinta. Me tiene sin cuidado que se trate de una herramienta propagandística del director, siempre y cuando cuente una buena historia y esté hecha con el debido cuidado. Otras películas de similar controversia, como "JFK" y "Todos los Hombres del Presidente", son de tal calidad que deberían juzgarse por sus contribuciones al arte cinematográfico, y no por su efímero partidismo.

Pero dejemos ya la plática política. "La Vida de David Gale" brilla en todos sus aspectos; el guión se ha cuidado de tal forma que el uso del "flashback" se integra pefectamente a la historia, sin parecer un fácil truco para crear suspenso. La dirección es imaginativa y muy disciplinada. Sólo sobran algunas transiciones que demuestran un estilo visual que no creo que fuera necesario, ya que choca con el tenso pero pausado ritmo.

Las actuaciones son excelentes, especialmente por parte del elenco femenino. Kate Winslet es una buena actriz, valiente e íntegra en su elección de papeles, y una vez más demuestra su amplio rango y talento. Pero quien se lleva las palmas es Laura Linney, a quien considero una de las mejores actrices contemporáneas que están ligeramente por debajo de la percepción popular... Meryl Streep se llevará los premios, pero talento como el de Linney, Julianne Moore, Catherine Keener e Ileana Douglas respalda sólidamente cualquier producción en la que participan.

Sólo una cosa me molestó de esta cinta, sobre todo cerca del final (además de las transiciones "cool")... hay demasiados acercamientos de Kate Winslet llorando, y si bien el guión lo requiere, tal vez pudo filmarse con un poco más de sutileza. Pero realmente es una falla mínima, que no impide que recomiende con entusiasmo esta película, muestra de que Alan Parker aún logra impresionar con su excelente oficio y de que la controversia no debería obstruir los logros cinemáticos de una película. No espero que la cinta sea muy exitosa, pero sin duda complacerá a los que aprecien el buen cine.

Calificación: 9

Pablo

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La Vida de David Gale (The Life of David Gale)

La Vida de David Gale
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