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Se necesita mucho valor para tratar de desbancar a "Tiburón" como la película definitiva de la clasificación "animal asesino contra el hombre". No estoy seguro si "Alerta en lo Profundo" intentaba esto, pero si ese era el caso, falló miserablemente. Esta película representa un gran insulto a la inteligencia del público, y aunque aquí podría decir que el que va a verla merece lo que recibe, creo que no sería justo porque el potencial de la película era bueno para lograr una mejor obra. Después del clásico establecimiento de personajes empiezan a llegar las imposibilidades; una tras otra, tras otra, tras otra, hasta volverse absolutamente ridículo. Yo estoy más que dispuesto a suspender la credibilidad y aceptar cosas imposibles o improbables, pero sólo cuando el script sabe guiar las emociones y reacciones que nos hacen aceptar temporalmente lo imposible, y cuando existe una lógica interna que mantiene una estructura coherente, es decir, cuando las cosas suceden porque así debe ser y no porque el escritor lo dictó arbitrariamente. La trama, no muy novedosa, pero interesante, detalla los esfuerzos de un grupo de científicos (ah, que gran palabra... "científicos"... automáticamente pinta en nuestra mente la escena y los libera de la necesidad de justificación... ¡es ciencia! ¿qué más necesitamos saber?) que intentan extraer una hormona o proteína del cerebro de los tiburones, los cuales tienen sorprendente capacidad de repeler enfermedades, todo esto en una remota plataforma marina, lejos de cualquier posible rescate y lo suficientemente aislado del mundo para establecer el clásico escenario de la casa embrujada con el monstruo suelto. Para que haya más proteína, alteran genéticamente a los tiburones para que tengan el cerebro más grande, sin considerar que eso les daría mayor inteligencia. Sin embargo, dentro de la película, "inteligencia" significa que los tiburones pueden hacer cualquier cosa para garantizar sobresaltos, sin importar si es lógico, plausible o físicamente posible.
Los actores hacen su mejor esfuerzo (con cierto éxito) por darle substancia a un guión vacío de emoción. Las escenas de diálogo funcionan como separadores de los ataques de los tiburones, por lo que fué ventajoso que el director Renny Harlin escogiera un gran grupo de actores, conocidos y desconocidos, americanos y europeos, para que prestaran credibilidad a líneas de diálogo absurdas o "techno-babble", el lenguaje preferentemente usado para describir científicamente cosas que realmente no necesitamos saber, pero que sirven para explicar lo inexplicable, explotando nuestra percibida ignorancia.
Hay un momento donde la película genuinamente sorprende, tanto visualmente como por contenido, pero no sirve más que para recordar que el resto es horriblemente trillado y pedestre.
Y hablando de pedestre, tenemos a los efectos especiales. Honestamente algunos son muy buenos, particularmente las tomas exteriores del complejo acuático. Sólo en ciertas tomas la artificialidad del agua traiciona su origen digital. Los tiburones mecánicos son excelentes, aunque desafortunadamente tienen preponderancia sus hermanos digitales. El modelado y textura de los tiburones hechos por computadora es bastante bueno, pero como a menudo pasa, los movimientos son más parecidos a los de un tiburón inflable de plástico marca "Kay". Esto es doblemente grave, pues los tiburones son las estrellas de la película, y el que sean tan poco realistas es el equivalente de que el actor principal fuera un manequí manejado como marioneta, pero con mecates. Estoy seguro de que las principales casas productoras de efectos especiales (Industrial Light & Magic, Digital Domain, BlueSky, etc.) cobran una barbaridad, y comprendo que es mucho más eficiente contratar una empresa pequeña, ya que el hardware es igual en todas, pero es en el resultado final donde se nota que no son solo las computadoras las que cuentan, sino la visión artística de quienes las operan.
En general no recomendaría esta película mas que a fanáticos obsesivos de Samuel L. Jackson y a quienes consideran (como yo) que el placer de ver humanos gráficamente devorados sobrepasa la pesadez de ver una terrible película.
Calificación: 3

Pablo

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Alerta en lo Profundo
(Deep Blue Sea)

1999
104 Minutos. Clasificación C.

Dirigida por Renny Harlin
Escrita por Duncan Kennedy y Donna Powers

Elenco:
Saffron Burrows .... Dr. Susan McAlester
Samuel L. Jackson .... Russell Franklin
Thomas Jane .... Carter Blake
LL Cool J .... Preacher
Michael Rapaport .... Tom Scoggins
Jacqueline McKenzie .... Janice Higgins
Stellan Skarsgård .... Jim Whitlock