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El director y escritor Kevin Smith tiene un culto de seguidores (entre los que me cuento) que tienden a defenderlo fanáticamente de las acusaciones que gente más objetiva hace a este cineasta. Digo esto como advertencia de que, aunque trataré de ser igualmente objetivo, tal vez me exceda en elogios y minimize las fallas de "Dogma".

Smith es, primordialmente, un escritor. Él mismo reconoce que no tiene estilo visual alguno. Desde su primera película, "Clerks", se demostró que su estilo consiste en poner a dos personas contra una pared, poner la cámara enfrente y filmar estáticamente los interminables y complejos diálogos. "Dogma", con una naturaleza de épica religiosa sufre bastante por la imposibilidad de Smith de filmar dinámicamente. Las escenas de acción que forman parte del clímax son bastante torpes y desmerecen lo logrado por el hábil guión y los excelentes actores (bueno, casi todos son excelentes).

Por otro lado, "Dogma" es una película de ideas, no de imágenes, por lo que su deficiencia en el campo cinemático es más que compensada por los afilados diálogos y los audaces cuestionamientos que en ella se hacen sobre la religión organizada.

Lo que me lleva, naturalmente, a la controversia. "Dogma" fué agresivamente atacada por críticos y por organizaciones religiosas por blasfemar contra los preceptos cristianos y católicos que son más que intocables para los miembros de esas religiones. Estoy seguro de que la mayor parte de estas críticas vienen de gente que ni siquiera vió la película. Ciertamente "Dogma" satiriza muchos aspectos de la iglesia, pero siempre se mantiene totalmente respetuosa de las creencias básicas en las que se basa la religión católica. Los preceptos bíblicos son respetados, y cualquier cuestionamiento que sobre ellos se hace es válido, además de que ya han sido expresado previamente por docenas de estudiosos, muchos de ellos también católicos. El señalar la marcada tendencia anti-feminista de la Biblia, o su tergiversación de la posible etnicidad de Jesucristo, no es nada nuevo. Más aún, el darle un foro público a estas ideas, aunque cuestionable por muchos, sirve para darle nueva relevancia e interés, y para fomentar el estudio y la generación de ideas sobre principios frecuentemente olvidados.

La trama sigue a dos ángeles expulsados del paraíso, que luego de años de vagar en la Tierra, descubren una falla en la ley divina que les permitirá regresar al Cielo. Desafortunadamente, si hacen eso, desmentirán la infalibilidad de Dios, lo que automáticamente destruirá el universo. Para evitar eso, el Cielo recluta a una trabajadora social de una clínica de abortos, quien con la ayuda de dos vulgares profetas y del décimotercer apóstol, tratará de evitar que los ángeles lleven a cabo su plan.

De este modo la cinta toma la estructura de una "road movie", donde los antagonistas se dirigen por su cuenta a una iglesia de Nueva Jersey por razones que prefiero no revelar. Durante el camino, como es costumbre en este tipo de cintas, encontrarán amigos y enemigos, lo que cambiará motivaciones, y sacará a relucir las razones que los personajes tienen para comportarse como lo hacen.

Los actores han sido brillantemente elegidos; Linda Fiorentino, como Bethany, la trabajadora social, responde con perfecta calma a las cada vez más extrañas situaciones, que la ponen frente a frente con lo que ella consideraba mitológico. Chris Rock, como el décimotercer apóstol y Alan Rickman como Metatrón (la voz de Dios) quedan perfectos en sus respectivos papeles, de algún modo combinando sarcasmo con solemnidad. Pero los que se roban la película son los profetas, Jay y el Silencioso Bob (interpretados respectivamente por Jason Mewes y el propio director, Kevin Smith), regresando por cuarta ocasión al universo que Smith ha creado alrededor del suburbio de Red Bank, en Nueva Jersey. En cuanto a Salma Hayek... bueno, sólo diré que es muy atractiva y que se vé que se divierte con su papel de bailarina exotica/musa.

Supongo que el mensaje básico de la cinta, criticando a la iglesia y sus vicios pero manteniéndose siempre respetuoso de la fe cristiana, será mejor recibido por quien guste del análisis de temas religiosos. Los integrantes de la extrema derecha religiosa, quienes se opusieron a la exhibición de esta cinta, parecen ser poco tolerantes a cualquer cuestionamiento que se pudiera hacer sobre su fe, cuando tal vez sean los que más necesiten ese análisis.

Finalmente, "Dogma" es una obra seria, que con humor saca a relucir preguntas relevantes sobre la iglesia y nuestra relación con ella. También es un análisis hecho con respeto por una persona profundamente espiritual. Y como continuación de la "trilogía de Jersey" ("Clerks", "Mallrats" y "Chasing Amy"), realizada por Kevin Smith, es muy buena, enviando a primer plano a sus perennes personajes secundarios de Jay y el Silencioso Bob. "Dogma" no es la mejor película de Smith (creo que eso le toca a "Clerks"), pero aunque visualmente sea bastante plana y no muy dinámica, las ideas hablan por sí mismas, y junto con las excelentes actuaciones (bueno, exceptuando a Salma Hayek) forman un plato consistente, con mucho mayor contenido del que Hollywood acostumbra. Muy divertida y benevolentemente vulgar, y a la vez profunda y meditativa.

Calificación: 9

Pablo

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Dogma
(Dogma)

1999
130 minutos

Dirigida y escrita por Kevin Smith.

Elenco:
Linda Fiorentino .... Bethany Sloane
Ben Affleck .... Bartleby
Matt Damon .... Loki
Chris Rock .... Rufus, el 13o. apóstol
Jason Mewes .... Jay
Kevin Smith .... Silencioso Bob
Alan Rickman .... Metatron
Salma Hayek .... Serendipity
Jason Lee .... Azrael
George Carlin .... Cardenal Glick