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Aunque por definición un documental debería ser objetivo al mostrarnos la supuesta realidad, pocas cosas son tan tediosas como un frío y estéril recuento de los hechos. Por eso, si algo tienen en común los documentales recientes más exitosos - como el legendario "Hoop Dreams" (acerca de basquetbolistas callejeros), "Beyond the Mat" (sobre luchadores) y el controversial "Bowling for Columbine" (acerca de la obsesión con las armas de fuego que se manifiesta en Norteamérica) - es que usan gran personalidad y gran estilo para narrar sus historias, sin alterar los hechos mismos, pero definitivamente cambiando nuestra percepción de los mismos. Después de todo, "el medio es el mensaje".

No sé si esto es válido para el riguroso documentalista que busca "la verdad". Pero como entretenimiento es sencillamente irresistible.

"Dogtown and Z-Boys" trata de mostrarnos el ímpetu, caos y fanatismo que a mediados de la década de los setentas se conjugaron para dar origen a la cultura de la patineta en California. Desde luego el tema podrá parecer frívolo (y sin duda lo es), pero el entusiasmo que se expresa al contar esta historia es contagioso, y convierten este documental en una satisfactoria experiencia.

Mi conocimiento del "skateboard" no va más allá de haber invertido muchas ávidas horas en el videojuego "Tony Hawk Pro Skater 3", y desde luego no soy una persona muy deportista (si me conocieran dirían "se nota"), pero aún así disfruté de este documental, no tanto por el tema que trata, sino por la feroz originalidad de pensamiento que muestra y que, en cualquier esfera del quehacer humano, debe ser reverenciada, cultivada y recordada para beneficio de futuras generaciones.

Para los aficionados a la patineta, será un placer ver y escuchar a los protagonistas del movimiento recordando sus andanzas y hazañas, y su eventual asimilación en el mundo del deporte profesional. Pero por un momento en el tiempo, esta inmensa industria se reducía a un grupo de rijosos adolescentes, pasando el tiempo frente a una tienda de tablas de surf, haciendo trucos con una patineta y casi sin darse cuenta, creando una moda que perduraría durante varias décadas y que cambiaría el rostro de la cultura popular.

Y a pesar de que esta narrativa es muy interesante y entretenida, existe un nivel adiconal en el documental, que encontré tan fascinante como el tema principal.

En los últimos cien años hemos visto repetidas instancias de pensadores creativos y originales, cuyas ideas, conceptos, inventos, etcétera, han sido arrebatados por la cultura corporativa, asimilados y luego vendidos al público masivo bajo la guisa de "novedad". Bien sean tendencias tecnológicas (como el internet), musicales (como el "rap") o sociales (como el feminismo), podemos estar seguros de que casi cualquier "moda" tuvo origen en un movimiento socio-cultural en el que la libertad de expresión o el libre flujo de ideas funcionaron como semilla creativa. Y podemos estar seguros de que, cuando tal actividad o idea alcanzó la popularidad suficiente para representar una ganancia económica, siempre hubo alguna empresa u organización deseosa y capaz de coartar el desarrollo natural de esa actividad para incorporarla a la masa consumista que mueve al mundo.

Pero por más que Nike, Coca Cola, Pepsi, Time-Warner, Disney, Procter & Gamble o Sony quieran empujarnos estas "novedades" en la cara, podemos confortarnos en el hecho de que en algún momento la moda significó realmente algo para alguien, y que tuvo su origen en el gusto puro y en la creatividad que son totalemente ajenas a esas corporaciones transnacionales.

Irónicamente este documental, patrocinado por una famosa marca de zapatos, tal vez cae dentro de esta conspiración comercial, pero al menos logra expresar un mensaje optimista y enormemente entretenido. Desde luego "Dogtown and Z-Boys" es una película obligada para los aficionados al "skateboard", pero puedo recomendarla para cualquiera que disfrute del mágico placer de la originalidad y la emoción. Es reconfortante pensar que en estos momentos alguien más está vertiendo su esfuerzo en alguna tendencia que en el futuro tal vez cambie nuestras vidas, pero que por un fugaz momento, no obedece a la ambición mercantilista, sino al entusiasmo innovador.

Calificación: 9

Pablo

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Dogtown and Z-Boys
(Dogtown and Z-Boys)


Imagen © 2001 Vans Off the Wall

Vans Off the Wall, 2001
91 minutos

Dirigida por Stacy Peralta
Escrita por Stacy Peralta y Craig Stecyk
Editada por Paul Crowder

Elenco:
Sean Penn .... Narrador (voz)
Jay Adams
Tony Alva
Tony Hawk
Shogo Kubo
Peggy Oki
Stacy Peralta
Nathan Pratt
Wentzle Ruml
Craig Stecyk

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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