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Domino: Justicia a Sueldo
(
Domino)
Scott Free Productions, 2005
127 minutos

Dirigida por Tony Scott
Escrita por Richard Kelly y Steve Barancik
Editada por Tony Ciccone, William Goldenberg y Christian Wagner

Elenco:
Keira Knightley .... Domino Harvey
Mickey Rourke .... Ed Mosbey
Edgar Ramirez .... Choco
Riz Abbasi .... Alf
Mo'Nique .... Lateesha Rodriguez
Lucy Liu .... Taryn Miles
Jacqueline Bisset .... Sophie Wynn
Christopher Walken .... Mark Heiss
Mena Suvari .... Kimmie

Imagen © 2005 Scott Free Productions

Pues fui al cine a ver "Domino", pero creo que accidentalmente entré a un evento donde exhibían un muestrario de efectos de post-producción fílmica. Creo que reconocí algunos: el clásico Glower, de DigiEffects, que le da al pietaje una apariencia etérea o pesadillesca, según los parámetros que se usen; el "Time Warp", que acelera o frena la velocidad del material filmado; el "GhostImage", que provoca un eco visual en la pantalla; y desde luego, el "Camera Shake", uno de los más populares, que emula los frenéticos movimientos de cámara que haría un borracho epiléptico. Lo raro fue que al terminar la exposición no encontré a ningún agente de ventas.

¿Cómo? ¿En realidad vi "Domino"?

Bueno, supongo que no es de extrañar. La carrera del director Tony Scott sólo podía resultar en esta película. Desde "The Hunger" y "Top Gun", allá por 1983 y 1986, respectivamente, se notaba que Scott (no confundirlo con su más talentoso hermano, Ridley) gustaba de tomar todos los clichés visuales de la época y verterlos indiscriminadamente en sus películas con el aparente lema de "nunca es suficiente". Y el apoteótico resultado de esa firme convicción es "Domino".

Resulta inocente tratar de dar una sinopsis del guión, pero de cualquier forma aquí les va: la cinta es una ficción basada (MUY tenuemente) en la vida de Domino Harvey, hija de un semi-famoso actor y una modelo, quien abandonó su vida de lujo para adoptar la profesión de caza-recompensas, trabajando en Los Ángeles con un rudísimo grupo de expertos, los cuales aceptaron a la muchacha tanto por su atractiva apariencia como por su valor estratégico. Y en la película vemos el inicio de la supuesta carrera de Domino, así como una funesta misión que la pone en conflicto con la mafia, con el dueño de un gran hotel casino en Las Vegas... y con los actores de "Beverly Hills 90210".

El desliz que cometerán muchas personas será tratar de ver "Domino" como un thriller, o una cinta de acción, lo cual es un error, pues como tal sería ridícula, absurda y de mal gusto. Pero si la tomamos como una comedia negra que busca parodiar el género de acción, veremos que tiene mucho más sentido... y valor intelectual.

No se rían, por favor.

El guión de Richard Kelly (responsable por la excelente cinta de culto "Donnie Darko") chorrea humor y sarcasmo post-modernista, por lo que creo pertinente considerar la película "Domino" como una comedia que voluntariamente se regodea en todos los excesos posibles, con el fin de denunciarlos y burlarse de ellos con inusitada ferocidad. De hecho, es algo parecido a lo que intentó McG con "Los Ángeles de Charlie", excepto que quizás para Tony Scott esa película fue demasiado lenta, pudorosa y realista. Por eso vio la necesidad de hacer "Domino"... para que finalmente se entendiera bien el chiste.

O quizás "Domino" me hizo alucinar, y en realidad Tony Scott cree que su película es un thriller real. Durante un cierto momento en "Domino", los personajes se ven bajo la influencia de la poderosa droga alucinógena mezcalina, y se antoja muy posible que Scott haya decidido compartir la experiencia con el público, presentándonos durante más de dos horas una versión del efecto psicodélico, saturando la obra con efectos, trucos visuales y desvaríos auditivos. El resultado, independientemente de la intención del realizador, es hipnótico y muy entretenido.

Ciertamente no es mi intención disculpar a la película de sus excesos, pero creo prudente advertir que no hay que tomarla muy en serio. Sólo así podremos divertirnos y reírnos con Scott (o reírnos de él; lo que mejor funcione). Pero así como ese frenesí sensorial puede considerarse una falla, no se pueden negar sus puntos fuertes; para empezar, tenemos a un brillante elenco que, con una grave excepción, realiza su trabajo con toda seriedad y profesionalismo. Es un placer ver a Mickey Rourke regresando a sus raíces de hombre duro, y verlo al mismo tiempo en la pantalla con Christopher Walker será un placer para conocedores de lo bizarro. Lucy Liu realiza un decoroso trabajo como una rígida agente del F.B.I., y los ex-ídolos juveniles Ian Ziering y Brian Austin Green (de la mencionada "Beverly Hills 90210") revitalizan su carrera (espero) con papeles muy graciosos que muestran el buen humor con el que toman su breve carrera como galanes televisivos.

La grave excepción es, desafortunadamente, Keira Knightley. Creo que esta joven actriz tiene bastante talento, pero simplemente no la encuentro creíble como una ruda caza-recompensas. Y me parece que el problema es que ella misma no se cree el papel. No se trata sólo de su físico... actrices igualmente pequeñas y frágiles han interpretado a violentas mujeres de acción con mucha mayor credibilidad y menos músculos (por ejemplo, Sarah Michelle Geller en "Buffy, the Vampire Slayer", y Jessica Alba en "Dark Angel"). Quizás Knightley simplemente carece de la convicción de aquellas actrices, pues durante "Domino" sólo da la impresión de ser una joven insegura fingiendo rudeza como mecanismo de defensa.

Claro, se podría alegar que esa fue exactamente la intención de Tony Scott: mostrar a una heroína valiente pero vulnerable. Pero en vista de sus personajes machistas y su grotesco fetiche con la testosterona, no lo trago.

Al igual que las piezas del epónimo juego de mesa, "Domino" tiene dos valores: como cinta de acción es un enorme chasco, ridículo y excesivamente extravagante. Pero como parodia y comedia negra es ciertamente divertida y hasta incisiva en su examen de los clichés del género. ¿Cuál de las dos es la intención "real"? Lo ignoro. Y quizás Tony Scott lo ignora también. Bendito sea.

Calificación: 7.5

Pablo del Moral

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