Dirigida
por Oliver Hirschbiegel
Escrita por Bernd Eichinger, basado en libros de Joachim Fest, Traudl Junge
y Melissa Müller
Editada por Hans Funck
Elenco:
Bruno Ganz .... Adolf Hitler
Alexandra Maria Lara .... Traudl Junge
Corinna Harfouch .... Magda Goebbels
Ulrich Matthes .... Joseph Goebbels
Juliane Köhler .... Eva Braun
Heino Ferch .... Albert Speer
Christian Berkel .... Prof. Schenck
A pesar de que el siglo veinte estuvo plagado de genocidios y brutalidad gubernamental, nadie está más identificado como "el villano del siglo" en la conciencia colectiva como Adolf Hitler. No obstante, el tiempo ha contribuido a la caricaturización de este individuo, y de los nazis en general, como genéricos villanos listos para ser vencidos por Indiana Jones o James Bond.
La realidad, como podemos ver en la fascinante película "La Caída", es mucho más compleja, y su estudio puede arrojar cierto entendimiento sobre las motivaciones de Hitler, no como carismático líder militar, sino como individuo de contrastes, al mismo tiempo cortés y violento, y asediado simultáneamente por la arrogancia y la inseguridad.
"La Caída" muestra con esmero casi documental los últimos diez o quince días en la vida de Hitler (Bruno Ganz), los cuales transcurrieron en su famoso búnker subterráneo, mientras la ciudad de Berlín era tomada violentamente por el ejército ruso durante la etapa final de la Segunda Guerra Mundial. La historia sigue por lo general el punto de vista de Traudl Junge (Alexandra Maria Lara), una joven que trabajó como secretaria de Hitler durante ese período, para posteriormente escribir un libro sobre sus experiencias (en el cual se basa parcialmente la película). Así, a través de los ojos de Junge, vemos los contrastes de Hitler: su afecto por su perra Blondi, su cortesía con el personal de servicio y su afabilidad con la misma secretaria. Pero también vemos su instantánea furia contra quienes lo contradicen, su paranoia, y los desvaríos (algunos dirían "alucinaciones") a los que se aferraba ferozmente para convencer a los demás de que el triunfo de Alemania estaba próximo, aunque era evidente para todos que la situación era exactamente lo contrario.
Igualmente interesantes son las personas cercanas a Hitler, desde el notorio Joseph Goebbels (Ministro de Propaganda), cuya admiración y apoyo a Hitler rebasaba toda racionalidad, hasta la enigmática Eva Braun, fiel, entusiasta, y resuelta a ignorar las tragedias que la rodeaban.
Pero, en vista de todo esto, tengo que aclarar que el propósito de "La Caída" no es de ninguna manera sembrar simpatía por sus famosos protagonistas. Simplemente pretende humanizar al monstruo y mostrarnos que debajo del célebre villano había una persona, ciertamente desbalanceada, pero con abundantes rasgos de humanidad que todos compartimos. Esta es una línea muy delgada (y muy arriesgada) para balancearse, pero el director Oliver Hirschbiegel y su guionista Bernd Eichinger cumplen con gran aplomo (y éxito) una misión que muchos otros rechazarían.
En el plano histriónico, sin duda será Bruno Ganz quien llevará muy merecida aclamación por su interpretación de Hitler, pero el resto del elenco es igualmente sólido, destacando particularmente Juliane Köhler como la ambigua Eva Braun, Ulrich Matthes como Joseph Goebbels y Corinna Harfouch como su implacable esposa Magda. Curiosamente, Alexandra Maria Lara no es tan efectiva en el papel de la pseudo-narradora de la historia, pero siento que no es por falta de talento, sino porque el guión la relega a mera espectadora, y como tal sólo necesita reaccionar a las situaciones.
Otra pequeña falla (que quizás sea únicamente culpa de este espectador) puede ser la abundancia de personajes y la poca claridad con la que se presentan. Creo que sólo un estudioso del Tercer Reich podrá seguir fluidamente el desfile de generales, ministros y ayudantes que constantemente visitan la pantalla. Por otro lado, el deseo de entender mejor la película me llevó a leer y profundizar en esos temas, de modo que quizás la ambigüedad de la película sirva como motivador para elevar la cultura de la audiencia.
Pero cualquiera
de esas tenues quejas tiene que ser ignoradas frente al tremendo logro que
representa “La Caída”. Supuestamente está realizada
con puntillosa atención al detalle y a la realidad histórica,
pero aún si no fuera así, presenta un retrato fascinante de
una de las figuras más famosas del siglo veinte, cuya influencia (para
bien o para mal) sigue presente sesenta años después. No queda
entonces más que recomendarla y esperar que el mundo nunca siga un
camino similar. Oh, demasiado tarde.
Calificación: 10