Dirigida por Stuart Gordon
Escrita por David Mamet
Editada por Andy Horvitch
Elenco:
William H. Macy .... Edmond Burke
Julia Stiles .... Glenna
Joe Mantegna .... Hombre en Bar
Ling Bai .... Bailarina
Jeffrey Combs .... Conserje
Denise Richards .... Allegro B-Girl
Mena Suvari .... Prostituta
Tenía mucho interés en ver "Edmond", pues representa la colaboración de Stuart Gordon (director) y David Mamet (escritor), dos cineastas legendarios en sus respectivos géneros cinematográficos, pero con firmes raíces en el teatro moderno. Desafortunadamente la combinación resultó menos impresionante de lo que yo esperaba.
David Mamet es una leyenda viviente de Hollywood, quizás no muy famoso como director, pero sí como guionista y dramaturgo que por lo general acompaña sus (no siempre realistas) argumentos con brillantes diálogos y afiladas caracterizaciones. En "Edmond", Mamet adapta otra de sus populares obras teatrales pero, lamentablemente, los incisivos diálogos y profundos temas han sido reemplazados por indulgente verborrea y psicología barata.
El director Stuart Gordon es famoso por su excelente filmografía de terror ("Re-Animator", "From Beyond"), pero sus inicios en el teatro experimental se han manifestado en sus obras más recientes, donde la estabilidad mental de sus protagonistas disminuye conforme aumenta la intensidad de la historia. En "King of the Ants" logró un buen balance entre impacto visceral y profundidad narrativa. Pero en "Edmond", su precisa dirección no logra rescatar un argumento demasiado simple y torpemente alegórico.
La cinta comienza muy bien, con una lectura de Tarot en la que Edmond (William H. Macy) recibe el críptico mensaje "No estás donde deberías estar". Entonces, luego de pelearse y abandonar a su esposa, el deprimido hombre inicia un paseo por los barrios bajos de la ciudad, en busca de sexo o cualquier otro vicio que le ayude a encontrar su lugar, o al menos a entender mejor su papel en el mundo. Desde luego, las cosas no terminan bien... ¿o sí?
Supongo que podemos ver "Edmond" como una fábula moderna con moraleja y muchos niveles emocionales. En su forma más simple es un plano "thriller" en el que vemos el desmoronamiento emocional de un individuo, cuyos elevados estándares de conducta chocan fatalmente con la áspera humanidad que lo rodea. En otro sentido, podemos apreciar la cinta como un examen de la eterna división entre destino y libre albedrío. O, estirando mucho la interpretación, puede parecer una débil sátira social sobre la futilidad del ansia de control, que en realidad es una expresión de la inseguridad personal. O algo así.
Sea como sea, los inesperados giros de la película y controversial conclusión muestran la buena intención de los cineastas y su obvio deseo de poner a pensar al espectador. Hasta cierto punto lo logran, pero yo hubiera deseado que el mensaje fuera más profundo y el drama más inteligente. No obstante, hay elementos valiosos en "Edmond", empezando por el trabajo del actor William H. Macy, quien debe luchar con rebuscados (pero no muy perspicaces) diálogos al mismo tiempo que da vida a un personaje repleto de contradicciones y dudas. Su desarrollo emocional es verosímil y lógico (aunque su comportamiento no siempre lo sea), y si en algún momento se siente forzado, es por culpa del libreto y no de este gran actor. La dirección de Stuart Gordon explota el aspecto teatral del guión, poniendo énfasis en escenas minimalistas donde puede lucir el desempeño de sus actores. Y, hablando de actores, la inclusión de varias guapas mujeres (como Denise Richards, Mena Suvari, Bai Ling y Julia Stiles) es ciertamente agradable, pero tan efímera e inconsistente que casi parece un truco publicitario. Hubiera ayudado más al realismo de la película el emplear actrices de apariencia más natural y menos "Hollywood".
A fin de cuentas encontré "Edmond" interesante, pero no muy satisfactoria. Quizás mis expectativas eran demasiado elevadas en vista del previo trabajo de Mamet y Gordon, pero aún así encuentro difícil recomendarla como simple entretenimiento. Quizás a principios de los ochentas (cuando se escribió la obra teatral original) fue impactante y controversial, pero sospecho que los años han diluido la fuerza de su comentario social. De cualquier forma, para ver una obra escrita por David Mamet en plena forma, sugeriría "Spartan", "Wag the Dog" o "State and Main", donde sus filosos diálogos complementan historias tan simples como la de "Edmond", pero mucho más resonantes y profundas. Y sin humor involuntario.
Calificación: 6.5