Mi primer impulso sería decir: No vean "Ghost in the Shell 2". Pero no porque sea mala... todo lo contrario. Es tan buena que temo que me haya arruinado todas las películas de ciencia ficción que vea en el futuro. Sin embargo, tengo que aceptar que, aunque a mí me parezcan auténticas obras de arte, las películas de Mamoru Oshii son, para mucha gente, cansadas, obtusas y rebuscadas.
Entonces, con eso en mente, por favor consideren que este escrito será poco objetivo (¡como si los demás lo fueran!).
En 1997, el director japonés Mamoru Oshii llevó a la pantalla el famoso comic (o "manga") "Ghost in the Shell", del aclamado artista Masamune Shirow. Y a pesar de contar con muchos de los elementos clásicos del "anime", o animación japonesa (como violencia, robots y elevado melodrama), la película ofrecía adicionalmente una profunda reflexión sobre la conciencia humana, el alma y su existencia en el cada vez más tecnificado mundo. Ahora, Oshii y Shirow unen sus considerables talentos para traernos la secuela. Y al igual que la cinta original, su lánguido y preciso ritmo oculta un tesoro de contemplaciones filosóficas sobre la vida, la percepción del mundo y la conciencia humana.
La bizantina trama de "Ghost in the Shell 2: Innocence" sigue a Batou (voz de Akio Ôtsuka) y a Togusa (voz de Kôichi Yamadera), dos miembros del escuadrón anti-terrorismo llamado "Sección 9", mientras investigan una serie de violentos asesinatos en los que destacados hombres de negocios han muerto a manos de sus "sexoides", robots de apariencia femenina especializados en técnicas sexuales. La investigación los llevará desde la mente de un famoso hacker hasta una fábrica que oculta una horrible conspiración para hacer a los robots sexuales cada vez más reales y humanos...
Dicha trama funciona como excusa para presentar una docena de conversaciones filosóficas, en las que los policías y diversos personajes consideran la existencia y validez del alma en un mundo poblado por robots y cyborgs, donde sólo el "fantasma" (la conciencia humana) distingue a máquinas de humanos. Repletos de citas de pensadores, filósofos y hasta poetas, los diálogos no se preocupan mucho por aclarar las incógnitas del argumento, prefiriendo plantear preguntas e interrogantes que nunca son claramente resueltas, pero que sirven como punto de partida para que el espectador saque sus propias conclusiones y resuelva en su propia mente los cabos sueltos de la historia.
Aunque está punteada por algunas escenas de excesiva violencia, yo no diría que "Ghost in the Shell 2: Innocence" es una película de acción. Por eso creo que, junto con la original "Ghost in the Shell" y "Avalon" (la única película de acción viva de Mamoru Oshii), esta cinta ha sido malinterpretada por audiencias que esperan un vacuo espectáculo de balas, sangre y artes marciales. Por el contrario, el ritmo de "Innocence" es lento y deliberado, invitando a la contemplación y reflexión con mágicas escenas de extraordinaria belleza visual, que nos dan tiempo para especular sobre los temas que propone el guión.
Y hablando de belleza visual, aunque haya gente que no aprecie el mensaje intelectual de la película, al menos podrá disfrutar de su fantástica apariencia. Combinando animación tradicional con escenarios tridimensionales, "Ghost in the Shell 2: Innocence" presenta imágenes únicas, impactantes y casi hipnóticas por su atención al detalle. La animación digital se utiliza muy juiciosamente, y se combina de forma perfecta con los fluidos trazos tradicionales con los que se han animado los personajes.
La música también es notable, evocando simultáneamente tradición y modernismo gracias a los plañideros coros japoneses acompañados con sutil música electrónica. Y cómo olvidar la importante presencia del perrito basset hound que ya se ha convertido en un tema recurrente en las películas de Mamoru Oshii.
Tomando en cuenta el modo como las previas cintas de este director han dividido
al público, me costaría trabajo hacer una recomendación
general para "Ghost in the Shell 2: Innocence". Sólo diré
entonces que, para mí, es una de las mejores películas de ciencia
ficción que he visto en mi vida, y que se ha convertido en el elevado
estándar contra el que compararé las cintas del género
que vea en el futuro. Sin embargo, estoy conciente de que su lento ritmo y
sus profundos temas podrían ahuyentar a quienes sólo busquen
ligero entretenimiento de acción. No obstante, cualquier persona podrá
apreciar la espectacularidad visual de la película, y quienes acepten
el reto a pensar que ofrece la obra, encontrarán la experiencia muy
satisfactoria, interesante y profunda. Pero por encima de todo eso, "Ghost
in the Shell 2: Innocence" es una genuina muestra del alcance de la animación
realizada por un cineasta que comprende y utiliza al máximo las herramientas
del medio para expresar ideas y conceptos válidos. Son películas
como ésta las que mostrarán que la animación puede ir
mucho más allá del fácil mercado infantil, una vez que
el público adulto olvide sus prejuicios contra esta forma de arte.
Sólo queda esperar que la gente esté abierta a recibir este
mensaje.
Calificación: 10
Imagen © 2004 Go Fish Pictures
Dirigida por Mamoru Oshii
Escrita por Mamoru Oshii, basado en el "manga" de Masamune Shirow
Editada por Sachiko Miki, Chihiro Nakano y Junichi Uematsu
Elenco (voces):
Akio Ôtsuka .... Batô
Atsuko Tanaka .... Major Motoko Kusanagi
Kôichi Yamadera .... Togusa
Tamio Ôki .... Jefe Aramaki
Yutaka Nakano .... Ishikawa
Naoto Takenaka .... Kim
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