La Hija del Caníbal, por Pablo

Si en algo se percibe la evolución del moderno cine mexicano es en su obsesión por los temas "urbanos", que son obvio reflejo del hacinamiento e inestabilidad social que plaga a ese país, y que a la vez es fuente inagotable de argumentos crudos y tópicos. Desde luego, tales características fomentan mucho mejor el éxito comercial que las antiguas cintas de charros o de luchadores, que aunque son géneros muy dignos, difícilmente poseen ese inefable elemento "cool" que tanto se busca en el mercado internacional.

Y como nueva muestra de ese género compuesto que combina tragedia y comedia urbana con buenas dosis de idiosincracia nacional, nos llega "La Hija del Caníbal", basada en la novela homónima de Rosa Montero. La historia gira alrededor de los extraños hechos que se desarrollan luego del secuestro del esposo de Lucía (Cecilia Roth). Con ayuda de sus vecinos, Adrián (Kuno Becker) y Félix (Carlos Álvarez), la mujer comienza a investigar por su cuenta la desaparición de su marido, econtrando a cada paso aliados, enemigos y bizarros obstáculos que sugieren una vasta amenaza que acecha al excéntrico trío.

En ocasiones me he quejado de películas que no hacen siquiera el intento de distinguirse, por llegar más allá de la mera suma de sus partes... "La Hija del Caníbal", por el contrario, peca de lo opuesto: se esfuerza demasiado por ser graciosa, dramática y "rara". La abigarrada mezcla de exóticos personajes, curiosos comportamientos, pedestres locaciones y tergiversada trama hacen de esta película un pastiche de ideas que nunca llega a cristalizar en algo concreto y satisfactorio.

Yo atribuyo esta falla al origen literario de la historia. Tales argumentos rebuscados y complejos son el pan de cada día de la novela negra o de suspenso, donde se puede profundizar en las personalidades y motivaciones de los protagonistas, y donde se cuenta con el tiempo suficiente para desarrollar pausadamente la narrativa, integrándola en un todo orgánico que se siente "real" y honesto. Pero la destilación de todos esos factores en hora y media de película frecuentemente resulta en una ensalada de ideas medianamente conectadas, donde la "voz" del autor (o autora, en este caso) se pierde por completo, reemplazándose por la mera mecánica de la historia. No en balde se dice que "lo importante no es la historia, sino quien la cuenta".

Aún así, "La Hija del Caníbal" es entretenida, sobre todo gracias a Cecilia Roth, quien lleva la cinta sobre los hombros. Sus co-estelares masculinos ayudan un poco, pero Kuno Becker en particular (como el obligado interés romántico de Roth) sufre por el mediocre desarrollo de su personaje y por su actuación, que no siempre resulta convincente.

Finalmente, creo que puedo recomendar "La Hija del Caníbal", pero con bastante reserva... hay buenas ideas en la película, y la realidad social que retrata es cruda y honesta, pero intenta cubrir tanto terreno que es muy difícil encontrar profundidad o impacto. En mi opinión el resultado es un poco blando y carente de foco narrativo. Pero ciertamente se puede pasar un rato entretenido, lo que ya es ganancia para cualquier audiencia.

Calificación: 6

Pablo

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