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(L'Empire des Loups)
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Guardianes del Día
(Day Watch)
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Dirigida por Edgar Wright
Escrita por Edgar Wright y Simon Pegg
Editada por Chris Dickens
Elenco:
Simon Pegg ... Sgto. Nicholas Angel
Nick Frost ... Oficial Danny Butterman
Timothy Dalton ... Simon Skinner
Jim Broadbent ... Inspector Butterman
Edward Woodward ... Tom Weaver
Sampson ... Saxon
Elvis ... Cisne
Hace un par de años la excelente película "Shaun of the Dead" representó una experiencia apoteótica para muchos fanáticos del cine de terror (incluyéndome), pues no sólo consiguió ser un sincero homenaje a la (entonces) trilogía de zombies creada por George A. Romero, sino una notable cinta de terror por derecho propio, aderezada con humor y romance en las proporciones justas para acentuar el drama sin perder su integridad y sin hacer trampa con trucos baratos o humor predecible.
Ahora el mismo equipo creativo (el director y co-guionista Edgar Wright y el actor y co-guionista Simon Pegg) intenta realizar un homenaje similar con la película "Súper Policías ", excepto que esta vez el objeto de su admiración/parodia es el género de acción policíaca tan popular en los Estados Unidos. El resultado es una muy graciosa y acertada película que quizás no llega a las excelsas alturas de "Shaun of the Dead", pero que de cualquier forma es siempre divertida e inteligente.
La trama comienza en Londres, donde conocemos al implacable oficial Nicholas Angel (Simon Pegg), cuya férrea disciplina y elevada moral lo han convertido en la estrella del Servicio de Policía, con una tasa de arrestos mucho más alta que la del resto de sus colegas. Entonces, a modo de premio (aunque en realidad es para evitar que el resto de la fuerza policíaca se vea mal en comparación), los superiores de Angel deciden transferirlo al pequeño pueblo de Sandford, el sitio más seguro y tranquilo del Reino Unido. Angel detesta el cambio, pero obedece, y así se encuentra en el pintoresco lugar, arrestando borrachos y tratando de reformar a los retrógrados e ignorantes policías de la pequeña estación donde ahora trabaja.
Pero algo raro está ocurriendo en Sandford... la tasa de crímenes podrá ser la más baja del Reino Unido, pero hay demasiados accidentes donde ciertos miembros de la comunidad mueren violentamente. Angel no traga la explicación de "accidentes", y decide investigar con la ayuda de su compañero Danny Butterman (Nick Frost), quien está obsesionado con las películas de acción norteamericanas. Y entre los dos descubren que el apacible pueblo encierra un peligroso secreto que pondrá en peligro sus vidas... y la de un cisne.
De entrada hay que aceptar que "Súper Policías " tiene algunos problemas: además de ser un poco larga, la motivación de los villanos no es muy creíble y el guión da demasiadas vueltas para llegar a la obligatoria escena de acción con la que culmina la película. El resultado es que ciertos elementos de la trama parecen forzados y arbitrarios, como si los guionistas tuvieran puntos específicos a los que querían llegar, pero sin saber exactamente cómo llegar naturalmente a ellos. A pesar de su gran talento conjunto, Wright y Pegg no consiguieron una trama tan fluida y orgánica como la de "Shaun of the Dead", y aunque no es alarmantemente mala, daña un poco la experiencia general.
Pero aún con esas fallas, el guión ofrece abundantes momentos de genialidad, no sólo en sus diálogos y estructura, sino en el sutil modo como introduce y resuelve los clichés del cine de acción norteamericano. Y, claro, construye vívidos personajes que quizás no sean muy realistas, pero que se ajustan perfectamente al tono de la película y al humor que maneja.
Simon Pegg y Nick Frost nuevamente aparecen como la pareja (no muy) dispareja, y su relación es uno de los mejores elementos de la película. No en balde estos actores llevan años trabajando juntos (desde el brillante sitcom "Spaced"), y si bien a estas alturas no puedo asegurar que sean buenos actores, al menos representan sus papeles con total convicción y naturalidad. El resto del elenco, compuesto por destacados veteranos británicos, es también notable, pero tan numeroso que sus papeles resultan cortos y fugaces. Quizás sólo logran destacar Timothy Dalton, como el siniestro dueño de un supermercado; el gran Jim Broadbent como el pasivo e ineficiente jefe de policía de Sandford; y un irreconocible Edward Woodward como el jefe de vigilantes que trata de preservar los valores rurales en el pueblo, haciendo de paso alusión a su papel en la inolvidable película "The Wicker Man" (la original, desde luego), con la que "Súper Policías " comparte ciertos elementos... de forma totalmente intencional.
Entonces, a pesar de sus ocasionales tropiezos y sus forzadas explicaciones, "Súper Policías " es sin duda una brillante parodia y homenaje al cine de acción norteamericano que hace incontables referencias (tanto sutiles como evidentes) a los hitos del género, al mismo tiempo que ofrece suficiente humor para mantener risas constantes, pero no con predecibles chistoretes, sino con la maravillosa dinámica entre los protagonistas y las esperadas dosis de sobrio y a veces surrealista humor inglés (por no mencionar un par de inesperadamente sangrientas escenas, para fans de "Shaun of the Dead"). Supongo que la mezcla de estilos (británico y norteamericano) puede resultar un poco irritante para algunos, pero yo prefiero verla como una re-interpretación que se burla por igual de ambas corrientes, al mismo tiempo que reconoce sus méritos y logros en el campo del entretenimiento. De cualquier modo, sólo queda darle a "Súper Policías " una entusiasta recomendación y albergar la esperanza de que el equipo de Wright, Pegg y Frost decidan enfocarse en la Ciencia Ficción como objeto de burla y tributo para su siguiente película. Dudoso, pero ideal en un mundo perfecto.
Calificación: 9