Dirigida
por Tim Fywell
Escrita por Meg Cabot y Hadley Davis
Editada por Janice Hampton
Elenco:
Joan Cusack .... Joan Carlyle
Kim Cattrall .... Tina Harwood
Michelle Trachtenberg .... Casey Carlyle
Hayden Panettiere .... Gen Harwood
Trevor Blumas .... Teddy Harwood
Connie Ray .... Madre de Nikki
Kirsten Olson .... Nikki
Es cada vez más irritante ver películas que pretenden transmitir un mensaje de individualidad y superación personal, cuando en realidad su intención es de conformismo y sumisión a los parámetros sociales... y desde luego, consumismo.
Y cuando esas confusas intenciones se aplican a películas pseudo-feministas, el resultado es aún más irritante. Hemos visto muchas comedias juveniles que, bajo la guisa de "girl power", tratan de poner a sus protagonistas como mujeres liberadas y auto-suficientes... siempre y cuando se vistan como dicta la moda, se comporten como las muchachas "populares", y logren atrapar al muchacho de sus sueños.
Entiendo muy bien que estas películas aluden certeramente a las fantasías que desde la infancia se inculcan a la mayoría de la población femenina, y que se refuerzan constantemente gracias a los ubicuos medios de comunicación y a los estereotipos que abundan en la publicidad y entretenimiento popular. Pero llega un momento en el que hay que preguntarse hasta dónde llegará todo esto.
En fin, a pesar de todo ese rollo pseudo-feminista, debo admitir que "Sueños Sobre Hielo" terminó gustándome, aunque cae en todos los clichés y vicios que mencioné previamente.
La trama sigue a Casey Carlyle (Michelle Trachtenberg), una inteligente estudiante de preparatoria que está a punto de recibir una prestigiada beca universitaria gracias a sus excelentes calificaciones en la clase de física. Pero antes de obtenerla, debe escribir un tratado sobre algún tema innovador, y luego de ver a algunas compañeras entrenando patinaje sobre hielo, la joven decide centrarse en la mecánica de ese deporte, analizando los movimientos de las patinadoras con la esperanza de conseguir una teoría unificada sobre tal actividad, y quizás ayudarlas a mejorar su desempeño. Eventualmente Casey decide ponerse un par de patines para probar sus teorías, y descubre que tiene un talento natural para ese deporte. Y eso, junto a sus cálculos y ecuaciones, la convierten en una estrella en ascenso en los torneos locales. Pero no todos están a favor de su recién descubierta vocación, y Casey tendrá que luchar contra rivales y familiares para cumplir sus sueños de éxito sobre el hielo.
La mezcla de géneros (deporte, romance y superación personal) está bien balanceada en "Sueños Sobre Hielo", y aunque está presente la inevitable sub-trama romántica, el guión no comete el error de hacer de ello el tema central de la película. También hay cierta innovación en la narrativa al subvertir algunos roles clásicos, como el de la rival escolar que se convierte en buena amiga de la protagonista. No necesariamente creíble, pero ciertamente algo que yo no esperaba. El final de la película también trata de alejarse de las expectativas del público, lo cual lo hace un poco más realista, aunque quizás no tan satisfactorio... y lo digo como un cumplido.
El director Tim Fywell dirigió en el 2003 la cinta "I Capture the Castle", que retrató con gran precisión y realismo los conflictos de la adolescencia en un contexto totalmente ajeno al de las películas juveniles norteamericanas. Y ahora, con "Sueños Sobre Hielo", Fywell hace un noble intento de lograr lo mismo, pero en el saturado y excesivamente esterilizado ambiente de Hollywood... ¡y en una película de Walt Disney Pictures, por si fuera poco! El resultado es una mezcla de los cansados conceptos que hemos visto en decenas de películas similares (puedo mencionar "What a Girl Wants", "A Cinderella Story" y "The Princess Diaries" como algunos ejemplos recientes) con los cansados conceptos de las películas de triunfo deportivo. Pero, para crédito del director y su elenco, "Sueños Sobre Hielo" ofrece una honestidad y cuasi-realismo que, sin hacerla especialmente buena, logran transformarla en una cinta entretenida y menos condescendiente que otras de su género.
Y hablando del elenco, hay que hacer mención de las jóvenes patinadoras que enfrentan con muy buenos resultados sus debuts como actrices. Kirsten Olson (como la feroz patinadora de baja estatura) y Juliana Cannarozzo (como la arrogante estrella Zoe) realizan un buen trabajo, y se defienden bastante bien frente al resto del elenco de actores profesionales. Michelle Trachtenberg carga con la película sobre sus hombros y, al menos en mi opinión, lo hace con mucha mayor gracia y talento que otras "estrellas" forzadas, como Hilary Duff o Amanda Bynes. Y no lo digo sólo como rabioso fanático de "Buffy, Cazadora de Vampiros", sino como cínico detractor de películas juveniles.
En cuanto a los adultos, tenemos dos actrices talentosas, pero un poco desperdiciadas en papeles predecibles. Joan Cusack tiene el ingrato papel de la rígida madre de Casey, que pretende vivir a través de su hija sus sueños académicos; y Kim Cattrall, como la rígida (e hipócrita) entrenadora de la protagonista, navega inciertamente las cambiantes corrientes morales de su personaje, aunque yo atribuiría esos tropiezos al guión, y no necesariamente a la actriz. Finalmente, los aficionados al patinaje sobre hielo apreciarán la presencia de Michelle Kwan y Brian Boitano, en cortos papeles como comentaristas televisivos.
Lo cual me lleva a las secuencias de patinaje sobre hielo, que sin duda será lo que más atraiga a algunos espectadores. Aún sin ser aficionado a ese deporte, me sorprendieron las rutinas, y salí del cine con un renovado respeto por estos asombrosos atletas. Lo mismo me ocurrió hace algunos años con la película "Center Stage" (que trata de una moderna compañía de ballet): aunque están lo suficientemente bien hechas como para impresionar a un neófito, no me volveré aficionado ni al patinaje ni al ballet, aunque ahora aprecio más a quienes lo practican.
A fin de cuentas,
"Sueños Sobre Hielo" es exactamente lo que uno espera, pero
la combinación de un sólido director y un hábil elenco
logran levantar la película de su nicho, y a pesar de sus encontrados
mensajes pseudo-feministas, la película entretiene y se puede apreciar
incluso por quienes no sepan absolutamente nada sobre patinaje. Y, viniendo
de Walt Disney Pictures, confirma mi teoría sobre ese estudio, que
construyó su reputación con películas animadas, pero
cuyo mejor material está saliendo de estas humildes películas
de acción viva. Además, esperemos que Michelle Trachtenberg
aproveche este auspicioso semi-debut (sin contar "Harriet the Spy")
y continúe su carrera en mejores películas que la desafortunada
"Eurotrip".
Calificación: 8