El Impostor, por Pablo

Una vez más el género cinematográfico de ciencia ficción recibe un ojo morado, cortesía de los confundidos creadores de "El Impostor".

Las cosas comienzan prometedoramente con un texto que nos informa que la historia corta en la que se basa la película fué escrita por el visionario Philip K. Dick hace casi cincuenta años. Esto sugiere que presenciaremos una obra avanzada, que toma como base a la sociedad del siglo veinte y especula sobre su desarrollo futuro. Pero lo que sugiere y lo que en realidad ofrece no tienen mucho en común.

En "El Impostor" conocemos a Spencer Olham (Gary Sinise), uno de los principales científicos que desarrollan armas para combatir la guerra interplanetaria en la que está envuelta la Tierra. Un buen día, Olham es arrestado por traición y acusado de ser un "replicante" del auténtico Dr. Olham. Un replicante es un avanzadísimo robot orgánico... ¡con una bomba en el pecho!. Su misión, según el inflexible Agente Hathaway, es explotar en presencia del Líder del gobierno terrestre. El problema es que el científico está convencido de que todo es un error, pues él firmemente cree ser el auténtico doctor, y no un replicante enemigo. Desde luego, Olham logra escapar de sus captores y se pasa hora y media de película tratando de probar su inocencia con la ayuda de un médico de las clases bajas.

Lo que podría haber sido un interesante estudio sobre la identidad, la memoria y la realidad misma (temas favoritos del escritor Philip K. Dick, igualmente tergiversados en "Total Recall") se convierte en un tediosísimo refrito de la clásica disyuntiva de "¿quién es el original y quién es la copia?", en la que se pone más atención en el diseño de escenarios que en la integridad narrativa.

Gary Sinise es un competente actor, y su desempeño no es malo, pero la historia es tan cansada y repetitiva que no hay actor que la salve. Además, como productor ejecutivo, también tiene algo de culpa por las fallas de manufactura de la película, empezando por el guión. Antes de la mitad perdí la cuenta de todas las inconsistencias en las que cae, y la continua ignorancia de las premisas establecidas. No hay flujo natural del la historia, todo se siente orquestado y cuando ocurre algo inesperado es sólo porque el escritor del script lo quiso así, no porque se siga el desarrollo orgánico de la trama. Y además de todo, a pesar de los efectos especiales y la acción, "El Impostor" es mortalmente aburrida. Desde hace años, cuando vi en un cine-club la versión de cuatro horas de "Kagemusha", de Kurosawa, no había visto gente dormida (¡roncando, además!) en el cine... hasta que vi "El Impostor".

Lo único que podría recomendar de esta película es su diseño de producción. Aunque exagera con el neo-industrialismo (¿existe eso?), los objetos, vehículos y construcciones son creíbles y agradables. Lástima que no pueda decir lo mismo de lo demás. La presencia de buenos actores la elevan un poco sobre basura como "Supernova", pero por lo demás está casi al mismo nivel. En vez de verla recomendaría mejor rentar "Gattaca", que toca temas similares y además su diseño es igualmente una delicia para la vista.

Calificación: 3

Pablo

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El Impostor (Impostor)

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