Dirigida por Roger Kumble
Escrita por Adam Davis
Editada por Jeff Freeman
Elenco:
Ryan Reynolds .... Chris Brander
Amy Smart .... Jamie Palamino
Anna Faris .... Samantha James
Chris Klein .... Dusty
Chris Marquette .... Mike
Julie Hagerty .... Madre de Chris
Stephen Root .... KC
Quizás mis expectativas sobre "Sólo Amigos" eran demasiado bajas y por eso terminó gustándome, además de que realmente me hizo reír en varias ocasiones. No la podría considerar una "buena película" en el sentido tradicional (¿cuál es el sentido tradicional?), pero pasé un rato agradable, lo cual es cada vez más raro en el cine actual.
Estoy seguro de que ayudará mucho ver esta película con igualmente bajas expectativas. Después de todo, se trata de una combinación de comedia romántica con comedia navideña, dos sub-géneros tradicionalmente mediocres y predecibles. Y, para acabar con cualquier relevancia temática, los distribuidores internacionales han decidido estrenarla en Febrero... ¡perfecta fecha para el tema navideño! ¿Cierto?
De cualquier forma la cinta resulta entretenida. La trama comienza en 1995, cuando el obeso estudiante preparatoriano Chris Brander (Ryan Reynolds) decide arriesgarse y declarar su amor por Jamie (Amy Smart), quien sólo lo ve como un buen amigo. El plan fracasa y Chris, humillado, decide abandonar la ciudad y empezar una nueva vida.
Diez años después Chris es un joven atlético y exitoso, trabajando en la industria discográfica como manejador de la incipiente (pero neurótica) estrella Samantha James (Anna Faris). Por razones un poco forzadas, ambos llegan accidentalmente al pueblo natal de Chris y, como está próxima la Navidad, deciden visitar a los padres del joven. Eso lo pone de nuevo en contacto con sus viejos amigos, y con Jamie, lo cual podría renovar su antiguo romance... o terminar para siempre con su amistad.
Independientemente de las payasadas de los protagonistas, lo que más me gustó de "Sólo Amigos" fue su agresivo tono subversivo, que parece regodearse en la antipatía de sus personajes, invitándonos a participar de su estupidez y a reírnos de los clichés que abundan en el guión.
Por otro lado, tenemos también el buen trabajo de los actores. No estoy diciendo que sus actuaciones sean buenas, sino que sus instintos para la comedia son bastante precisos, y sólo por eso logran que muchos de los chistes de la película funcionen mejor de lo que deberían. Ryan Reynolds me pareció odioso en "Van Wilder", pero con los años se ha transformado en un comediante decente con la capacidad de encarnar personajes en el borde del mal gusto y la antipatía, apenas rescatados por su inherente sentido del humor. Amy Smart tiene el ingrato papel del interés romántico, aunque se defiende bien frente a sus agresivas co-estrellas. Pero quien definitivamente se roba la película es Anna Faris como la inestable Samantha. Su compromiso con el extravagante personaje es notable, y Faris lo encara con aplomo y valor, entregando una actuación simultáneamente ridícula, extrema y brillante.
No tengo duda de que el origen canadiense de "Sólo Amigos" ha contribuido a darle un "sabor" diferente de las vulgares comedias norteamericanas de similar manufactura. Como dije, no es una buena película, pero se puede disfrutar como una irredenta oda a la estupidez que explota eficientemente sus propios defectos y tropiezos para generar comedia vulgar con ayuda de un diestro grupo de actores que no temen burlarse de sí mismos. Y lo digo como un halago. Por eso puedo recomendarla con la grave advertencia de que no hay que esperar sofisticación o novedad, sino el más rudimentario "slapstick" acompañado de una irreverente actitud que, al menos temporalmente, le da nueva vida y energía. En el peor de los casos, si nada de eso funciona, al menos se quedarán con la indeleble imagen de una atractiva mujer devorando pasta dental. ¿Qué más se puede pedir?
Calificación: 8