Dirigida por Len Wiseman
Escrita por Mark Bomback y David Marconi, basados en un artículo de John Carlin y en personajes creados por Roderick Thorp
Editada por Nicolas De Toth
Elenco:
Bruce Willis ... John McClane
Timothy Olyphant ... Thomas Gabriel
Justin Long ... Matt Farrell
Maggie Q ... Mai Lihn
Cliff Curtis ... Bowman
Kevin Smith ... Warlock
Mary Elizabeth Winstead ... Lucy McClane
Hace casi veinte años (¡en 1988!), la excelente película "Die Hard" se anunciaba en radio (al menos en mi país) con comerciales en los que un solemne locutor describía el argumento y terminaba diciendo: "Usted haría lo mismo como hombre". Y aunque parece una risible frase publicitaria, en realidad captura gran parte del atractivo de esa clásica cinta: el protagonista no era el acostumbrado superhombre que el cine de acción empleaba en aquella época. No era un invencible Schwarzenegger o Stallone que derribaba helicópteros con arco y flecha, y sobrevivía explosiones atómicas con apenas algunos rasguños. No, John McClane era realmente un hombre común (bueno, un policía) que respondía como auténtico héroe frente a circunstancias difíciles. Sangraba, se quejaba y mostraba miedo ante los eventos que lo rodeaban. La actuación de Bruce Willis contribuyó en gran medida a ese logro, y el increíble trabajo del director John McTiernan forjó un nuevo hito a seguir en el cine de acción moderno. Hasta la fecha, muchas películas se describen como "Die Hard en un barco"; o "Die Hard en un tren". Tal fue (y sigue siendo) su impacto y permanencia en la cultura popular.
Las secuelas fueron disminuyendo en calidad, y para "Die Hard With a Vengeance" McTiernan mismo ya había traicionado el sobrio concepto de la cinta original, haciendo de McClane un típico superhéroe invencible que tomaba los más arduos retos como simples molestias en su diaria rutina. Obviamente la necesidad de superar el drama y acción de las cintas anteriores había destruido precisamente lo que funcionaba en la original. Y ahora Len Wiseman, con "Duro de Matar 4.0" repite el mismo error, auxiliado por abundantes efectos especiales y toda suerte de "ciber-truquería".
El resultado es una genérica película de acción, marginalmente entretenida pero hueca y fácilmente olvidable.
"Duro de Matar 4.0" comienza con la violenta muerte de varios "hackers" y un ciber-ataque en el Departamento de Seguridad Nacional, institución que tiene precisamente la misión de evitar esa clase de actos terroristas. Por ser el Día de la Independencia, la Agencia está corta de personal, y piden ayuda a la Policía de Nueva York para arrestar a un sospechoso que quizás sepa algo sobre los ataques que están sufriendo diversas instituciones gubernamentales.
Desde luego, John McClane (Bruce Willis) resulta ser el encargado de arrestar al hacker Matt Farrell (Justin Long), y lo que parece una simple labor de escolta se convierte en una balacera contra un misterioso grupo de individuos que pretenden asesinar al joven. McClane lo salva y, luego de una breve interrogación, empieza a dibujarse con claridad el alcance y repercusiones que tendrán los ataques terroristas. Y, claro, McClane hará lo posible por detenerlos... aunque ponga en peligro a su propia familia.
Causó mucha polémica a lo largo y ancho de Internet la decisión de 20th Century Fox que asignó a "Duro de Matar 4.0" la clasificación "PG-13" (apta para adolescentes y adultos), en vez de la clasificación "R" (sólo para adultos) que merecidamente habían recibido sus predecesoras en virtud de su excesiva violencia y derramamiento de sangre. Francamente yo pensé que el asunto no era tan grave... pero después de verla, tuve que reconocer que en verdad afecta negativamente a la película. No por la ausencia de sangre o palabras altisonantes, sino porque el nivel de intensidad o brutalidad se reduce bastante, haciendo mucho menos impactante la acción. En vez de temer constantemente por la vida del héroe, tenemos caricaturescas secuencias de acción que tienen más en común con las ridiculeces de "Charlie's Angels" o "xXx" que con la sobria "Die Hard" original. En otras palabras, el realista "hombre común" de antaño se ha convertido en un títere más de los artistas de efectos especiales, que lo manipulan al gusto para que salte de aviones, esquive explosiones y salga (casi) intacto de cualquier situación.
A pesar de todo eso hay que aceptar que, si no la comparamos con la excelsa original, "Duro de Matar 4.0" resulta medianamente entretenida gracias al carisma de su protagonista, al ocasional humor (cuando no es muy forzado) y a algunos ingeniosos momentos de la trama (como el brillante mensaje en video de los terroristas). Incluso la mencionada intensidad logra incrementarse un poco cerca del final (no lo suficiente para ofender) y casi podemos imaginar que estamos viendo una película que no se burla de su público, en la que las consecuencias para los personajes son serias e inevitables... y entonces vemos un avión flotando bajo un puente y recordamos que estamos viendo una caricatura digital con actores reales.
Otros puntos negativos de "Duro de Matar 4.0" (por si hicieran falta más): Timothy Olyphant es uno de los villanos más blandos e insípidos que he visto. No es un mal actor (al menos en otras películas), pero aquí son risibles sus intentos de parecer rudo e implacable. El guión es demasiado largo, y pasa una buena parte del tiempo yendo de un lado para otro inventando excusas para cambiar de locaciones y entregar más explosiones de dudoso efecto en la trama. Finalmente, me gustan mucho las películas del director Kevin Smith, y aprecio su talento para escribir diálogos... pero no para expresarlos. Su corta participación actuando como un paranoico hacker es irritante e innecesaria; más lastre en un libreto que está a punto de hundirse.
Ahora, para ser justos, algunos comentarios positivos: Justin Long como el hacker que McClane protege no es tan molesto como yo pensaba (y, francamente, tiene mejor motivación para mezclarse en la trama que la que Samuel L. Jackson tuvo en "Die Hard With a Vengeance"); además, su casual sentido del humor hace mas tragables algunos pesados diálogos e inverosímiles situaciones. Maggie Q como la novia del villano mantiene una sólida presencia, y su corta pelea contra Bruce Willis (al menos al principio) es uno de los fugaces momentos que evocan la brutalidad de la cinta original. Y finalmente tenemos una corta pero jugosa participación de Cyril Raffaelli, protagonista de "Distrito 13" luciendo sus asombrosas rutinas de "parkour", que nos hacen dudar si estamos viendo la realidad (sospecho que sí) o un elaborado efecto especial.
En resumen, "Duro de Matar 4.0" es aceptable como una genérica película de acción, pero una desilusión si la queremos ver como digna sucesora de una de las mejores cintas de acción en la historia del cine (disculpen la hipérbole). No puedo negar que pasé un buen rato viéndola, aunque igualmente me decepcionaron las decisiones del director Len Wiseman, y hubiera deseado que un director más sólido se hubiera encargado de la realización de esta película (no sé si el mismo McTiernan hubiera bastado... su filmografía reciente es bastante mediocre). Entonces, puedo recomendarla siempre y cuando se vea con ojos frescos y libres de prejuicio. Parece que esa es la consigna con todas las aparatosas películas de acción, que aprovechan su grandiosidad como excusa para no tomar en serio su argumento... ni su público.
Calificación: 7