Sueños, Misterios y Secretos, por Pablo

A pesar de que lo repito frecuentemente, lo diré de nuevo: soy un gran admirador del cine de David Lynch. Por lo tanto debo advertir que esta crítica no tendrá el pobre grado de objetividad que usualmente trato de utilizar (énfasis en "trato") al hacer estos escritos.

Como a muchos otros fanáticos del excéntrico director, me desilusionó su película previa, "The Straight Story". Era buena, ciertamente, pero carecía de casi todo elemento que uno ha llegado a identificar con las cintas "típicas" de David Lynch: el onírico tono, las rebuscadas actuaciones, y desde luego los inexplicables giros que retan al espectador a poner mucha cabeza de su parte para intentar asimilar el argumento. Por eso me alegra decir que con "Mulholland Drive", Lynch regresa en plena forma a su viejo estilo con la que tal vez sea su película más pulida y etérea.

No podría ni hacer un esbozo de lo que trata "Mulholland Drive"... baste decir que empieza con un accidente automovilístico que deja a una mujer con amnesia, y que el fortuito encuentro de esa mujer con una aspirante a actriz inicia una serie de eventos que se desarrollan paralelamente (tal vez), pero que están relacionados (quizá) y que envuelven las vidas de varios excéntricos personajes (eso creo), enmarcados por el bajo mundo del cine en la ciudad de Los Angeles.

Desde luego antes del críptico final habrá una serie de giros, sorpresas, cambios de perspectiva y general rareza que echarán por tierra todas las sospechas, teorías y expectativas del espectador, para finalmente entregar una película única, en la que el director consigue una vez más un estilo tonal que es lo más cercano que he presenciado a un sueño filmado.

Sé que los detractores o neófitos estarán diciendo ya "Cualquiera puede hacer una película incoherente... de hecho muchos las hacen aún sin saberlo". Pero a ellos debo aclarar que aunque las películas de Lynch (además de "Mulholland Drive", otros ejemplos obvios son "Lost Highway" y "Twin Peaks: Fire Walk With Me") parecen el pináculo de la incoherencia, en realidad tienen sentido sólo cuando se aplica la lógica de los sueños, y no la de nuestra aparente realidad. Me explico: el súbito intercambio de personajes, los pausados diálogos, el inexplicable suspenso en los hechos más inocentes, la elasticidad del tiempo mismo y la siniestra atmósfera que acompaña incluso las escenas más banales, son elementos con los que estamos muy familiarizados en nuestra vida onírica; y es precisamente eso, la textura y lógica de un sueño, lo que Lynch parece buscar, y conseguir, con sus surreales historias.

"Mulholland Drive" es el tipo de película que hará que algunos espectadores digan "No le entendí" o "¿Qué quiere decir?". Yo considero que ese es el enfoque erróneo... en el internet hay numerosos sitios de discusión sobre la obra de Lynch, y aunque es muy interesante leerlos, creo que es inútil buscar significados y escarbar dentro de las supuestas metáforas o simbolismos. Yo prefiero dejar que los eventos en la pantalla se filtren a los niveles de la mente que no requieren explicación rigurosa de todo, y que se limitan a asimilar todo subjetivamente, según su contexto y su consistencia con planos de conciencia desconocidos pero de sospechada existencia.

Para no ocupar párrafos y párrafos de hipérbole, sólo diré que absolutamente todos los elementos técnicos de la película son sobresalientes... desde la preciosa fotografía hasta el bizarro diseño de audio (cortesía del mismo Lynch y de su colaborador Angelo Badalamenti), no hay detalle que no haya sido cuidadosamente concebido para acentuar la pesadillesca atmósfera que el extraño guión requiere. Y, claro, todo sería en vano de no ser por los valerosos actores que cargan con la responsabilidad de desempeñarse perfectamente equilibrados en la delgadísima línea entre lo real y lo imaginario. Naomi Watts y Laura Elena Harring consiguen anclar los más inusuales hechos en la realidad, encontrando la humana vulnerabilidad de sus personajes aún cuando están sujetas a situaciones que nada tienen que ver con la experiencia cotidiana de la vida.

Tal vez hablo como anonadado fanático, pero así sea... "Mulholland Drive" se metió en mi cerebro como pocas películas lo han hecho, y en una época de "cine chatarra" diseñado para ser rápidamente consumido y olvidado, es aún más preciosa la existencia de cintas que despiertan curiosidad, inquietud y contemplación en su audiencia. Como tal, "Mulholland Drive" es un impresionante logro artístico, y tal vez la mejor obra de, en mi opinión, el director más innovador e interesante de nuestro tiempo. Muy recomendada.

Calificación: 10

Pablo

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Sueños Misterios y Secretos (Mulholland Dr.)

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