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Piratas del Caribe: En el Fin del Mundo
(
Prates of the Caribbean: At World's End)
Walt Disney Pictures, 2007
Estados Unidos, 168 minutos

Dirigida por Gore Verbinski
Escrita por Ted Elliott y Terry Rossio
Editada por Stephen E. Rivkin y Craig Wood

Elenco:
Johnny Depp ... Jack Sparrow
Geoffrey Rush ... Barbossa
Orlando Bloom ... Will Turner
Keira Knightley ... Elizabeth Swann
Jack Davenport ... Norrington
Bill Nighy ... Davy Jones

Imagen © 2007 Walt Disney Pictures

La trama de "Los Piratas del Caribe: En el Fin del Mundo" se puede resumir en un corto párrafo:

Como se vió en la previa película, el arrogante Lord Beckett (Tom Hollander) se apoderó del corazón de Davy Jones (Bill Nighy), y ahora obliga al inmortal capitán a destruir todos los barcos piratas que encuentra. Entonces los piratas, amenazados con su posible extinción, deciden convocar una reunión de líderes para decidir cómo proceder. Desde luego Jack Sparrow (Johnny Depp), Will Turner (Orlando Bloom), Elizabeth Swann (Keira Knightley) y Barbossa (Geoffrey Rush) se verán envueltos en todo tipo de aventuras y traiciones para rescatar la situación.

El problema de "Los Piratas del Caribe: En el Fin del Mundo" es que el guión extiende esa simple premisa hasta casi tres horas de duración, incorporando constantemente traiciones, personajes nuevos, viejos, vivos, muertos y olvidados, en una historia a la vez compleja e irrelevante, que apenas logra mantenerse a flote gracias a sus abundantes personajes y a su espectacularidad visual. Al igual que ocurrió en la anterior película, "Los Piratas del Caribe: En el Fin del Mundo" es muy entretenida minuto a minuto, pero al final solo queda una sensación de hueca futilidad que para nada garantiza la elaborada historia y bizantino drama que la precedió.

Una de las causas es el irregular tono de la película, que comienza fúnebre y eventualmente degenera en estúpida comedia empleada como excusa cuando los guionistas no saben por dónde salir de las situaciones que crearon. Puedo poner como ejemplo la escena donde uno de los personajes se apodera del corazón de Davy Jones gracias a las bufonadas de los guardias que lo cuidan. ¿En serio? Luego de casi tres horas de excesivos efectos especiales y elaboradísimos planes, ¿fue esa la mejor solución que encontraron?

No es un caso aislado. Constantemente hay elementos forzados y situaciones artificiales que tratan de convencernos del "genio" creativo del director y guionistas. A fin de cuentas lo único que logran es gastar dinero a carretadas y, afortunadamente, darle trabajo a un ejército de técnicos que contribuyen en sus muy diversas disciplinas para que la película se vea espectacular. No hay duda de que su labor es impecable. Pero, ¿valió la pena?

Lo dudo. Creo que la franquicia de "Los Piratas del Caribe" descansa en una sóla persona: Johnny Depp y su magistral interpretación del Capitán Jack Sparrow. A lo largo de la trilogía su presencia ha tomado mayor importancia, y aunque eso ha hecho tolerables estas indulgentes películas, también las ha dañado, pues el resto del elenco (con algunas excepciones) se siente blando e innecesario. ¿A alguien le importa el supuesto romance entre Will Turner (Orlando Bloom) y Elizabeth Swann (Keira Knightley)? Por más que los cineastas intentan darle un tono épico en esta tercera parte, ni los actores ni sus papeles respaldan esa intención; por lo tanto, los vaivenes de esa sub-trama terminan convirtiéndose en simple material de relleno. Y créanme que en tres horas de película hay abundante relleno.

Dentro de lo positivo puedo mencionar (además de Johnny Depp) al resto de los "villanos", encarnados por actores suficientemente buenos para no verse opacados por Jack Sparrow. Bill Nighy tiene un papel más reducido como el pirata Davy Jones, y aún bajo la densa máscara digital se percibe su emotiva actuación. Geoffrey Rush roba todas sus escenas con su entusiasta frenesí; y finalmente, aunque parece un truco barato para atraer al público, me gustó mucho la participación de Keith Richards. Y lo digo sin ser fanático de los Rolling Stones.

He mencionado mucho los "innecesarios" efectos especiales. Aunque son adornos para rellenar los huecos de la trama, hay que reconocer que son espectaculares. Quizás me gustaron más los de la cinta previa (especialmente los del Kraken), pero el trabajo de Industrial Light & Magic (y media docena de estudios adicionales) en personajes digitales, simulación de fluidos y composición digital es simplemente asombroso. Para los aficionados a esa disciplina es indispensable ver (y estudiar) los logros de esta película.

A fin de cuentas hay que reconocer que una trama fuera de control, personajes superfluos (como el que interpreta el gran Chow Yun-Fat) y excesivo drama forzado no impiden que "Los Piratas del Caribe: En el Fin del Mundo" llegue a una satisfactoria conclusión y logre ser la más entretenida de la trilogía, aún si es sólo por su rápido ritmo y su interminable desfile de acción y efectos especiales. Cada quién sabrá si eso es lo que busca; por mi parte, puedo recomendarla como un final apropiado de la historia (especialmente para quienes esperen hasta el final de los créditos), manchado por todas las oportunidades desperdiciadas a lo largo de tres películas muy vistosas, pero inherentemente huecas. Supongo que es apropiado para una película de piratas.

Calificación: 7

Pablo del Moral

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