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El director Phillip Noyce disfrutó de moderado éxito en su nativa Australia, lo que probablemente lo entusiasmó para probar suerte en Hollywood. Ahí, luego de algunos trabajos televisivos de bajo perfil, finalmente consiguió dirigir un par de películas de acción ("Patriot Games" y "Clear and Present Danger"), las cuales, aún sin ser muy buenas, muestran potencial y cierto estilo. Esa fue probablemente la causa de que Noyce permaneciera encasillado en ese género durante algunos años, trabajando en cintas tan olvidables como "The Saint" y "The Bone Collector".
Pero incluso un examen superficial de su obra australiana deja claro que el cine de acción no es el favorito del director, y no fue sino hasta hace un par de años que intentó realizar su auténtica visión en el cine independiente internacional. Su primer intento fué un sonado éxito ("Rabbit Proof Fence"), y ahora lo continúa con "El Americano", una co-producción inglesa-canadiense que muestra el acertado trabajo de Noyce lejos de la influencia de Hollywood.
Adaptada de la novela de Graham Greene, la cinta se desarrolla en Vietnam, a principios de los sesentas, cuando aún era una colonia francesa y los nativos peleaban por su independencia. En este inestable entorno sociopolítico, tres personajes se enredan en un triángulo amoroso que puede tener consecuencias que ninguno espera. Thomas Fowler (Michael Caine), es un maduro y cínico reportero británico, quien vive con Phuong, una guapa joven vietnamita que tal vez ama a Fowler, o tal vez sólo lo pretende por la seguridad económica que tal arreglo le asegura. Pero esta estabilidad peligra cuando llega a Vietnam Alden Pyle (Brendan Fraser), un afable y cortés oftalmólogo que sólo busca ayudar a los vietnamitas atrapados en una interminable guerra de independencia. Pyle se enamora de Phuong y así comienza un conflicto de voluntades que revelará cosas inesperadas sobre sus motivaciones y destinos.
No voy a revelar siquiera el tema prevalente de la cinta, pues no quiero robarle la débil sorpresa que guarda cerca del final. Ciertamente es un poco predecible, pero aún así prefiero no decir nada más, lo que hará difícil explicar por qué me ha gustado esta película.
Los actores tienen un brillante desempeño, particularmente Michael Caine, pero eso sobra decirse. Este extraordinario actor tiene la capacidad de adoptar un tono totalmente natural y realista... sencillamente se transforma en los personajes que interpreta, y lo hace sin caer en trucos o afectaciones. La transformación no es a nivel físico, sino mental, y resulta mucho más efectiva que los "tics" y modismos de otros actores (como Robert De Niro). Brendan Fraser es también un buen actor, aunque su desafortunada lista de créditos muestra algunas horribles películas. Pero cuando tiene buen material para trabajar (recordemos la brillante "Gods and Monsters") puede realmente lucirse. Ojalá evitara las bobas comedias en las que frecuentemente participa, pero supongo que hay que pagar la renta de algún modo.
La dirección de Phillip Noyce es pausada, sin grandes escenas bélicas o exagerado drama. Las emociones son intensas y honestas, pero hierven bajo la superficie, y exigen que el público piense para descubrir las auténticas intenciones y motivaciones de los personajes. En el aspecto visual, sin ser llamativa, la película cuenta con muy buena fotografía, y merece atención especial el manejo de cámara, que enriquece la historia con sutiles detalles de composición e iluminación.
Si alguna queja tengo de "El Americano" es que en ocasiones su parsimonioso ritmo la vuelve un poco aburrida, especialmente cuando la trama romántica toma preponderancia. Pero el resultado final es impactante y de sospechosa relevancia para la situación global contemporánea, de modo que fácilmente compensa su deficiente dinámica.
La novela "The Quiet American" fué previamente adaptada
a cine en 1958, con la curiosa diferencia de que los roles de héroe
y villano estaban invertidos, sin duda para ajustarse mejor a la política
reinante. Pero en estos tiempo más liberales, la propuesta original
de Greene se respeta mejor, y afortunadamente eso da como resultado una fascinante,
aunque lenta, película, tan relevante ahora como cuando se escribió
el libro en el que se basa. Recomendada para quienes gusten de las cintas
de auténtico espionaje.
Calificación: 8
Imagen © 2002 InterMedia Film
Dirigida por Philip Noyce
Escrita por Christopher Hampton y Robert Schenkkan, basados en la novela de
Graham Greene
Editada por John Scott
Elenco:
Michael Caine .... Thomas Fowler
Brendan Fraser .... Alden Pyle
Do Thi Hai Yen .... Phuong
Tzi Ma .... Hinh
Robert Stanton .... Joe Tunney
Quang Hai .... Gen. Thé
Pham Thi Mai Hoa .... Hermana de Phuong
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