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El Farsante
(
The Ringer)
Conundrum Ent., 2005
Estados Unidos, 94 minutos

Dirigida por Barry W. Blaustein
Escrita por Ricky Blitt
Editada por George Folsey Jr.

Elenco:
Johnny Knoxville .... Steve Barker
Mohammad Ahmed .... Dr. Ahmed
Katherine Heigl .... Lynn
Geoffrey Arend .... Winston
Luis Avalos .... Stavi
Edward Barbanell .... Billy

Imagen © 2005 Conundrum Ent.

Entiendo perfectamente la necesidad de hacer comedias cada vez más ofensivas y subversivas. Cuando los cineastas no pueden escribir genuino humor, entonces el exceso, el mal gusto y la vulgaridad se convierten en métodos viables para provocar risas incrédulas: "¡No puedo creer que hayan dicho eso!"

Yo no tengo problema alguno con ese tipo de comedias... siempre y cuando sean realmente graciosas. "El Farsante" desafortunadamente no lo es. O, al menos, no lo suficiente.

La grotesca trama sigue las peripecias de Steve Barker (Johnny Knoxville), un joven atrapado por un trabajo repetitivo y sin futuro. Animado por las cintas de auto-ayuda que escucha, le pide un ascenso a su jefe, quien accede inmediatamente y le asigna su primera tarea: despedir al afable hombre que limpia los baños. Steve lo intenta, pero termina contratándolo para cortar el césped en su casa, lo cual conduce a un accidente por el que el jardinero es hospitalizado... y Steve siente el deber de pagar la costosa operación que el doctor prescribe. Su Tío Gary (Brian Cox) tiene entonces una buena idea para conseguir rápidamente dinero: en poco tiempo comenzarán los Juegos Olímpicos Especiales (para atletas con deficiencias mentales), y si Steve entrena adecuadamente, podría hacerse pasar por uno de esos atletas y ganar en todas las competencias. Asqueado por tal idea, Steve rehúsa... pero eventualmente conoce a la guapa Lynn (Katherine Heigl), una de las organizadoras del evento. Entonces, en parte para conocerla y en parte para seguir con el maquiavélico plan de su tío, Steve finge ser discapacitado mental y es aceptado como participante en la Olimpiada. Pero aunque Lynn se traga el embuste, algunos de los auténticos discapacitados empiezan a sospechar que Steve no es lo que aparenta...

Debo admitir que en un nivel, me gustó "El Farsante". O, mejor dicho, admiré su libreto. El guionista Ricky Blitt (quien trabajó en varios episodios de "Family Guy") pone al protagonista en una situación horrible, abusando de la buena fe y entusiasmo de los atletas discapacitados... y de algún modo se las ingenia para eventualmente redimirlo y llegar a una conclusión satisfactoria sin burlarse de la Olimpiada ni de los atletas, sino todo lo contrario: validándolos como personas con aspiraciones y sentimientos normales y haciéndolos partícipes del humor, y no sus víctimas.

Habiendo dicho eso, en otro nivel me pareció que "El Farsante" no es una comedia muy buena, pues el humor es bobo y esporádico. Aparte de un par de líneas graciosas y del continuo "slapstick" de Knoxville (quien obviamente busca explotar la memoria de su previo trabajo en "Jackass"), la mayor parte de los chistes son demasiado simples y predecibles. Pero al menos hay suficiente subversión de la "corrección política" como para que me sintiera satisfecho de que alguien lucha contra esa horrible homogeneización de la cultura popular.

Sobra decir que los actores discapacitados son el mejor elemento de la película. Su trabajo es creíble, simpático y muy honesto. Knoxville (nombre real: Phillip John Clapp) es un gusto adquirido, como otros comediantes (Jim Carrey viene a la mente). A mi me agrada su estilo de comedia y creo que debajo de sus desvaríos hay genuino talento histriónico. "El Farsante" muestra un poco de ello, pero aún está por venir la película que lo confirme inequívocamente.

Estoy seguro de que la mera premisa de "El Farsante" ahuyentará a gran parte del público, al mismo tiempo que atraerá a la otra parte. Quizás ambos quedarán decepcionados, pues el resultado final no es tan ofensivo como parece, ni tan gracioso como quisiera ser. Sin embargo, me sorprende afirmar que "El Farsante" es una amable comedia con buenas intenciones, chispeantes actores y un tono travieso pero respetuoso que en ocasiones es inesperadamente emotivo, sin caer en fácil sentimentalismo. Será más apreciada por aquellos que gustan de la obra de los hermanos Farrelly (quienes, nada extraño, son productores de esta película), pero, como dije, no es tan graciosa como sus mejores films.

Calificación: 7

Pablo del Moral

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