Dirigida y escrita por Laurie Collyer
Editada por Curtiss Clayton y Joe Landauer
Elenco:
Maggie Gyllenhaal ... Sherry Swanson
Brad William Henke ... Bobby Swanson
Sam Bottoms ... Bob Swanson, Sr.
Kate Burton ... Marcia
Giancarlo Esposito ... Oficial Hernandez
Ryan Simpkins ... Alexis Parks
Danny Trejo ... Dean Walker
Aunque disfruto ocasionalmente del cine independiente norteamericano (si bien "independiente" es un término cada vez más relativo), estoy bien conciente de sus fallas más comunes, entre ellas la repetición, una y otra vez, de los mismos cansados clichés narrativos que hemos visto decenas de veces: amigos en el pequeño pueblo, romances prohibidos o crueles, tragedias de la vida en los barrios de la ciudad...
Entiendo esta repetición de temas, pues cuando hay pocos recursos, los incipientes directores prefieren emplear locaciones y situaciones fáciles de conseguir y de asimilar. Pocos intentarán hacer una cinta épica militar con unos cuantos dólares en el bolsillo, cuando es mucho más fácil reunir algunos actores jóvenes en una pequeña cafetería para mostrar las excéntricas personalidades que florecen en un pequeño pueblo. O algo igualmente trillado.
Sin embargo, dentro de ese predecible nicho aún es posible encontrar películas que, de algún modo, añaden algo nuevo a la vieja fórmula. Y aunque eso no las transforme mágicamente en buenas películas, al menos ofrece un beneficio adicional que recompensará al espectador aventurero que se arriesgue a verlas.
"SherryBaby" es una de esas películas. Quizás su argumento no sea particularmente innovador o interesante, pero la segura dirección de Laurie Collyer y, sobre todo, la fantástica actuación de Maggie Gyllenhaal la hacen muy recomendable y entretenida.
La historia se centra en Sherry Swanson (Maggie Gyllenhaal), una joven madre soltera que acaba de salir de la cárcel por crímenes leves cometidos para satisfacer su adicción a las drogas. Pero luego de desintoxicarse en presidio, Sherry tiene la genuina intención de reconstruir su vida para poder cuidar nuevamente a su pequeña hija Alexis (Ryan Simpkins), quien quedó bajo la custodia de su hermano Bobby (Brad William Henke) y su esposa mientras Sherry cumplía su condena.
Pero no será tan fácil, pues Sherry encuentra la vida "real" tan difícil como su vida en la cárcel, con obstáculos que van desde crueles burócratas que bloquean sus intentos de conseguir empleo, hasta sus propias inseguridades y temores... y la siempre amenazadora sombra de su adicción.
Por lo general me desagradan estos dramas urbanos (o suburbanos) que sólo ofrecen sufrimiento y tragedia como un fin por sí mismo (¿alguien dijo "21 Grams"?). Afortunadamente "SherryBaby" añade a la receta un cierto humor y optimismo que no sólo aligera el drama personal de la protagonista, sino que ofrece un débil atisbo de esperanza en la deprimente historia.
No obstante, como mencioné, el atractivo principal de la cinta es el extraordinario trabajo de Maggie Gyllenhaal... y no me refiero a sus frecuentes desnudos (más patéticos e incómodos que eróticos), sino al natural realismo de su interpretación. Gyllenhaal es una de esas raras actrices que comunica más con su expresión y actitud que con sus diálogos, y en "SherryBaby" ha encontrado un medio perfecto para aprovechar esa inusual cualidad, pues aunque podemos dudar del comportamiento de Sherry, basta ver su rostro para adivinar su auténtica intención.
El resto del elenco tiene un decoroso desempeño, pero nada espectacular. Quizás el mejor actor de soporte sea Danny Trejo en un papel atípico que no incluye violencia ni machetes, sino esperanza y redención. Y, finalmente, las locaciones reales aportan un sabor de clase media-baja que enriquece la película sin exagerar su presencia.
Basta la actuación de Maggie Gyllenhaal para recomendar "SherryBaby", pero también merece aplauso la directora y guionista Laurie Collyer por el natural tono de la cinta y por su buen balance de drama y optimismo, por no mencionar que el libreto muestra confianza en el público, absteniéndose de profundizar en ciertos eventos que deja a nuestra interpretación. Con otra actriz principal quizás "SherryBaby" sería una adecuada diversión pasajera, pero con Gyllenhaal se convierte en una experiencia fascinante, y sólo queda esperar que esta hábil actriz logre escapar la trampa de fáciles comedias románticas y fluff hollywoodense, para abordar papeles que estén a la altura de su talento. Ojalá que no termine sufriendo el Síndrome de Reese Witherspoon.
Calificación: 8