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Después de la no muy exitosa (artística o monetariamente) "Marte Ataca", Tim Burton regresa con toda su fuerza para asombrarnos con la que yo considero su mejor película hasta la fecha: "La Leyenda del Jinete sin Cabeza". En esta ocasión , Burton logra el balance perfecto de imaginación desbordada, narrativa precisa, actuaciones, humor, visuales perfectos y contenido emocional.
Para el argumento, el notable escritor Andrew Kevin Walker y el igualmente sobresaliente artista de efectos especiales Kevin Yagher toman el concepto original de la novela de Washington Irving y le dan un pequeño giro que inmediatamente afina la lógica y dibuja perfectamente los personajes, quienes logran ser a la vez arquetipos y personas reales.
La historia sigue la investigación realizada a principios del siglo diecinueve por el Agente Ichabod Crane para encontrar al culpable de una serie de violentos asesinatos por decapitación que plagan al pequeño pueblo pastoral de Sleepy Hollow. Contrario a la costumbre de la época, el agente prefiere usar la ciencia y el análisis como herramientas de investigación. Sin embargo, sus pesquisas lo llevan a descubrir motivos y culpables muy diferentes a los que podría suponer.
Este argumento, simple en su concepción pero lleno de complejidad y riqueza emocional en su ejecución, retoma el viejo conflicto entre corazón y mente, emociones y razón, superstición y ciencia. Esto funciona en muchos niveles y todos dan perfecto resultado dentro de la estructura narrativa.
Ichabod Crane encarna este conflicto de ideas. Gracias a la detallada actuación de Johnny Depp (¿no deberíamos decirle "John"? Ya no está tan joven...) Crane se nos presenta como un hombre profundamente emocional y sensible que, a modo de compensación por hechos pasados en su vida, usa una máscara de fría razón con la que se siente más confortable para interactuar con el mundo.
La investigación misma posee también esta polaridad; Crane está convencido de que el culpable es un humano, mientras que los habitantes del pueblo aseguran que es un espíritu salido directamente del infierno. La resolución, aparte de aclarar las cosas, sirve también como comentario sobre la naturaleza humana y propone que la unión de ambos extremos puede ser para bien o para mal, según la intención de quien encuentra ese equilibrio. Tal vez esto suene un poco vago, pero no quiero revelar el final de la película; luego de haberla visto esta explicación se volverá evidente.
Siguiendo con las actuaciones, todas son brillantes. Cristina Ricci ha probado en repetidas ocasiones ser un auténtico camaleón; puede representar cualquier papel, sin perder el carisma que le da esa luminosidad en escena del que desgraciadamente carecen muchas "estrellas" forzadas en el público por ser caras bonitas.
Presenciar las actuaciones del concilio de ancianos del pueblo es un auténtico placer. La interacción de esos grandes actores clásicos es perfecta y su apariencia incrementa la ya considerable atmósfera de la película.
Vale la pena también agregar que el papel del Jinete combina lo mejor de la dexteridad física y de la capacidad histriónica al dividir el personaje en dos actores; uno de ellos presta su cara y su intensidad; el otro (Ray Park, el mismísimo Darth Maul en "La Amenaza Fantasma") agrega increíble agilidad y destreza en el combate con las armas preferidas del Jinete: espada y hacha.
También quiero señalar el brillante papel y actuación del Joven Masbath, un niño que voluntariamente se une a la investigación como asistente provisional de Ichabod Crane. Burton y su guionista logran un "sidekick" creíble, noble y realmente útil, que contrasta fuertemente con personajes similares en el pasado, por lo general aborrecibles, como Short Round en "Indiana Jones y el Templo de la Perdición", Robin en "Batman y Robin" y el tristemente célebre Jar Jar Binks en "La Amenaza Fantasma".
Otro elemento excepcional en esta película es la atmósfera. Burton y su Director de Fotografía (el mexicano Emanuel Lubezki) se dieron a la tarea de reproducir la textura fílmica de las viejas películas de horror de Hammer Films, aunque dicha textura era con frecuencia más el resultado de un presupuesto limitado que de una visión artística definida. Afortunadamente en "La Leyenda del Jinete.." esta mezcla de sensibilidades produce una de las cintas más visualmente atractivas que he visto. Los colores fríos, la granulosidad de la película y los escenarios, además de cubrir competentemente las necesidades del guión, muestran auténtico genio y visión; la niebla, casi siempre sobreusada para crear una textura visual, esta vez se manifiesta casi como un personaje por sí misma. Se siente fría e incluso hostil. Todo esto, aunado a la multitud de detalles visuales no esenciales, realzan todas las escenas y las convierten casi en pinturas por su belleza e impacto visceral.
Finalmente, los efectos especiales son extraordinarios. En ningún momento parece que las decapitaciones son sobre manequíes. Y el árbol... oh, el árbol.
La apariencia "falsa" de la sangre debe tomarse también como una decisión artística, lo cual queda muy claro desde la primera escena de la película.
En resumen, esta es una película extraordinaria, un triunfo artístico de Burton, quien se consagra como un gran director, maduro y experto en su arte, que ha explotado del mejor modo posible su tremenda imaginación y sensibilidad visual. Y qué bueno que se contentó con Danny Elfman, quien también se nota más maduro con la colaboración musical que hace para esta película.

Calificación: 10

Pablo

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La Leyenda del Jinete sin Cabeza
(Sleepy Hollow)

1999
111 Minutos. Clasificación C.

Dirigida por Tim Burton
Escrita por Kevin Yagher y Andrew Kevin Walker, basado en el cuento de Washington Irving

Elenco:
Johnny Depp .... Ichabod Crane
Christina Ricci .... Katrina Van Tassel
Miranda Richardson .... Lady Van Tassel
Michael Gambon .... Baltus Van Tassel
Casper Van Dien .... Brom Van Brunt
Jeffrey Jones .... Reverendo Steenwyck
Christopher Lee .... Juez
Richard Griffiths .... Magistrado Phillipse
Ian McDiarmid .... Doctor Lancaster
Michael Gough .... Notario Hardenbrook
Marc Pickering .... El joven Masbath