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Una de las películas que con más entusiasmo esperé este verano fue "Spy Kids 3D: Game Over", no sólo porque disfruté mucho de las dos primeras cintas, sino porque el director Robert Rodríguez, en un impulso de ferviente ambición, decidió hacerla en tercera dimensión.

Por ello mi desilusión fue doblemente fuerte cuando por fin vi la cinta.

Para empezar, la trama es casi inexistente. Juni Cortez (Daryl Sabara) se ha retirado de la organización de espionaje en la que trabajaba con su familia; pero tiene que regresar cuando su hermana Carmen (Alexa Vega) queda atrapada (al menos su mente) dentro de un videojuego que el siniestro villano Toymaker (Sylvester Stallone) ha creado para apoderarse del mundo. Así, Juni tiene que introducirse en el mundo virtual del videojuego para tratar de rescatar a su hermana (ahem... ¿alguien recuerda “Tron”?). Como apoyo recluta a su abuelo (Ricardo Montalbán) y a un grupo de jugadores que ya "habitan" el mundo virtual. Pero una vez allí, la historia pierde consistencia y se reduce a ser una serie de secuencias que de algún modo evocan los formatos de videojuegos más populares. Así tenemos carreras de exóticos vehículos, peleas de robots y algunos otros. Todo eso es para llegar al legendario "nivel 5", el cual nadie ha superado. Pero Juni y su equipo tendrán que lograrlo para derrotar al maligno Toymaker.

Tal vez las anteriores películas de la serie "Spy Kids" no contaban tampoco con historias profundas o complejas, pero al menos se desarrollaban de manera lógica (aunque muy fantasiosa) dentro del juguetón mundo que Rodríguez creó. Pero en esta tercera parte la forma toma precedencia sobre el fondo, y las confusas y arbitrarias secuencias dentro del mundo virtual parecen meras excusas para mostrar animación por computadora que rinde homenaje a los videojuegos. Habiendo dicho eso, debo aclarar que tal cosa me hubiera parecido fantástica, pues yo soy acérrimo video-jugador, si hubiera habido una sólida historia que respaldara esto. Pero al no haberla, la experiencia se convierte en un muestrario de animación no muy buena y sin propósito aparente.

La segunda y mayor desilusión llegó con el formato tridimensional. El cine en tercera dimensión tuvo cierto éxito hace medio siglo, pero los costos de producción y proyección, junto con la imperfecta tecnología lo llevaron pronto al olvido. Parecería entonces que esta vez, con moderna tecnología y recursos, la labor sería muy sencilla, pero no ha sido así. Rodríguez eligió emplear el peor tipo de efecto tridimensional, en el que son necesarios lentes con un plástico azul y otro rojo, para que los ojos perciban profundidad en las planas imágenes de la pantalla. Este es el peor sistema porque los colores, evidentemente, se deslavan y se confunden, además de que la luminosidad de la proyección disminuye considerablemente. Sin embargo, creo que era el único método viable para la masiva distribución de la película, pues los otros sistemas (basados en polarización de los lentes especiales) requieren proyectores o incluso salas de cine especiales. Desde luego, si Rodríguez hubiera empleado estas técnicas, su película sólo se podría haber visto en las salas de cine especialmente acondicionadas. Entiendo eso, pero el sacrificio de calidad por cantidad no ayuda en nada a la cinta, que ya tiene suficientes problemas narrativos, y que encima de ellos se le ha condenado a ser una experiencia fílmica poco agradable.

Tal vez en video exista la opción de ver la película sin el efecto tridimensional (que ni siquiera es muy impresionante). De hecho, tal cosa puede hacerse en el cine, simplemente negándose a emplear los baratos lentes bicolor (aunque se verán los "fantasmas" rojos y azules que los lentes filtran). Creo que así la experiencia sería ligeramente mejor, pues se podrían apreciar mejor los efectos especiales, que aunque son de baja calidad, ciertamente cuentan con buenas dosis de imaginación y diseño. Pero eso no basta para recomendarla. "Spy Kids 3D: Game Over" ha fracasado como secuela de la divertida serie y como experiencia tridimensional. Sólo la recomendaría para fanáticos completistas y para aficionados a Stallone, para que lo vean en un papel muy distinto a los de costumbre. Y hablando del elenco... aunque Antonio Banderas y Carla Gugino (como los padres de los niños espías) tienen prominencia en los créditos de la cinta, su participación real no es de más de dos minutos. Quedan advertidos.

Calificación: 4 (sin lentes tridimensionales tal vez la subiría a 6)

Pablo

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Spy Kids 3D: Game Over
(Spy Kids 3D: Game Over)


Imagen © 2003 Dimension Films

Dimension Films, 2003
85 minutos

Dirigida, escrita y editada por Robert Rodríguez

Elenco:
Daryl Sabara .... Juni Cortez
Alexa Vega .... Carmen Cortez
Sylvester Stallone .... Toymaker
Ricardo Montalban .... Grandfather
Salma Hayek .... Cesca Giggles
Robert Vito .... Rez
Courtney Jines .... Demetra
Antonio Banderas .... Gregorio Cortez
Carla Gugino .... Ingrid Cortez

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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