Dirigida
por Rob Cohen
Escrita por W.D. Richter
Editada por Stephen Rivkin
Elenco:
Josh Lucas .... Ben Gannon
Jessica Biel .... Kara Wade
Jamie Foxx .... Henry Purcell
Sam Shepard .... Capt. Cummings
Richard Roxburgh .... Keith Orbit
Joe Morton .... Capt. Marshfield
Como aficionado al cine, siempre espero que cada año nos traiga buenas películas, con historias y personajes interesantes, y sobresaliente dirección. Pero, secretamente, también espero que, dentro de la gran mayoría de películas mediocres, aparezcan algunas que cumplan los inefables requerimientos para ser "tan malas que son buenas".
Esta perversión del buen gusto (o total ausencia del mismo) me ha afectado desde niño, y quizás se deba a la abundante dieta televisiva de antiguas películas de terror y ciencia ficción que llevé en la infancia. O quizás tenga causas más torcidas en mi psique... pero desde luego prefiero ignorarlas. El caso es que, además del supuesto buen cine, también disfruto (de un modo distinto, pero igualmente intenso), de aquellos esperpentos cinematográficos cuyo humor, energía o alguna indecible cualidad, los hace trascender sus penosas fallas y deficiencias para convertirse en películas cuya mediocridad misma se transforma mágicamente en su principal atractivo.
Y ¿qué mejor momento para esperar la llegada de estas dudosas "joyas" que la temporada de verano? Sin duda entre las ruidosas y vacías películas de acción habrá al menos una, ¿cierto?
Bueno, parece que este año tenemos una buena opción: "Stealth: La Amenaza Invisible".
Desde luego que no llega a las execrables profundidades de los hitos del género, como "The Core" o "xXx: State of the Union", pero su desempeño es bastante decente, al menos en lo que se refiere a una película patentemente absurda y poblada por personajes profundamente estúpidos y densos.
La trama copia desvergonzadamente elementos de "2001: A Space Odyssey", "WarGames" y "Top Gun", combinándolos a diestra y siniestra para construir una endeble estructura dramática que servirá como fondo para respaldar lo que más parece importarle al director: explosiones.
La mencionada trama se centra en tres pilotos "expertos" que vuelan avanzadísimos aviones caza con propiedades "stealth" (invisibles al radar). Y por su excelente desempeño, los pilotos han sido elegidos para probar el prototipo de un nuevo avión, aún más avanzado, que es controlado por una avanzada inteligencia artificial llamada "EDI". Así, el trío humano y el cerebro artificial, se lanzan a misiones casi imposibles, que completan exitosamente. Pero, en la mejor tradición de "Frankenstein" y "Weird Science", una tormenta eléctrica causa una falla en la inteligencia artificial del avión robótico, convirtiéndolo en una imparable máquina de matar, con pésimo gusto musical. Entonces, los tres pilotos humanos deberán unirse para detener al inestable avión antes que cause destrucción masiva... o una nueva guerra (otra).
El guión, cortesía de W.D. Richter (director de la cinta de culto "The Adventures of Buckaroo Banzai Across the 8th Dimension"), logra destilar todos los clichés del género de acción en una forma concentrada, más poderosa y desinfectante, que elimina toda necesidad de pensar durante la película. Los diálogos y situaciones son risibles, pero los actores hacen lo posible por mantener expresiones serias, y merecen aplauso por ello. La dirección de Rob Cohen (responsable de otras cintas "tan malas que son buenas") derrocha su febril esfuerzo por marear al público con secuencias de acción absurdas y forzadas, pero simultáneamente vistosas y emocionantes. Si alguien nació para hacer cine chatarra, rico en adornos, pero carente de contenido es este director. Y también McG.
Como esta película ofrece poco además de sus elaboradas imágenes, no puedo dejar de mencionar los efectos especiales, tan abundantes y frenéticos que saturan la mente del espectador hasta eliminar todo sentido común, lo cual será indispensable para tolerar las partes más extremas de "Stealth: La Amenaza Invisible". Y, sin embargo, debo aplaudir el ingenio de un par de escenas, como la que incluye un tanque de combustible volador. Es una secuencia tan ridícula como todas, pero hábilmente planeada y ejecutada. Y en una película que depende exclusivamente de este tipo de escenas, no podíamos esperar menos.
Supongo que la
más básica racionalización que puedo hacer para recomendar
"Stealth: La Amenaza Invisible" es decir que cumple su propósito
de entretener con un mínimo de esfuerzo intelectual. También
cumple su propósito como muestrario de explosiones y efectos no muy
creíbles, pero bien realizados (como el bikini de Jessica Biel). Por
eso, con mínimas expectativas, esta película ofrece un rato
de pueril esparcimiento y risas involuntarias que, estando del humor correcto,
bastarán para satisfacer al espectador poco exigente. Pero para aficionados
al cine de arte que accidentalmente entraron a ver "Stealth: La Amenaza
Invisible", sólo puedo decir "¡corran por su vida!".
O arriésguense a convertirse en uno de nosotros. No sé qué
sea peor.
Calificación: 6