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Lista por título en su idioma original, en orden alfabético:
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A pesar de que mucho se habla en contra de la comida chatarra, sigue siendo uno de los pseudo-alimentos más populares. Quizás el atractivo radica en su simpleza, bajo costo y en que podemos confiar que siempre tendrá el mismo sabor (excepto si algo sale mal). Y, claro, esto mismo puede aplicar al cine, donde cada semana (particularmente cerca de la Navidad) podemos ver películas simples, de bajo costo, que reciclan el mismo estilo de humor una y otra vez. En otras palabras, la comida y el cine chatarra no aspiran a ser originales o innovadores, sino que simplemente buscan cubrir un fugaz antojo con el menor esfuerzo posible. Algunas veces el resultado será satisfactorio. En otras, nos llevará directamente al retrete.

Adivinen en qué categoría queda "Menores sin Control".

La cinta sigue las peripecias de un grupo de niños y adolescentes que, por una u otra razón, viajarán solos en avión para reunirse con sus respectivas familias. Lamentablemente una gran tormenta invernal provoca la cancelación de todos los vuelos, y el grupo de jóvenes queda en manos de las autoridades del aeropuerto, representadas por el gruñón Sr. Porter (Lewis Black) y sus esbirros. El plan de las autoridades es mandar a todos los niños a un hotel para pasar la noche, pero el joven Spencer Davenport (Dyllan Christopher), junto con otros cuatro menores, logra escapar de sus "captores" con el fin de buscar un regalo para su hermana Katherine (Dominique Saldana), para evitar que la situación arruine la Navidad de la pequeña. Sobra decir que los niños fugitivos son muy distintos y al principio no se llevan bien, pero eventualmente deberán resolver sus diferencias y apreciar sus diversas personalidades para cumplir con éxito el plan.

Este deforme híbrido de "The Breakfast Club" y "Home Alone" emplea el humor más cansado y predecible, poniendo a los adultos en el papel de estúpidos bufones fácilmente engañados por los trucos "cool" de los chicos. Estoy perfectamente de acuerdo con ese enfoque; el problema es que el guión es tan flojo que las risas mueren antes de nacer, pues todos los momentos "humorísticos" son meras copias de escenas que hemos visto en otras películas. No obstante, entiendo que para algunos espectadores jóvenes el humor no resultará tan rancio y previsible. Además los personajes son razonablemente agradables, aunque no pasen de ser los típicos estereotipos del género (el joven inseguro, la chica adinerada, el comediante, el gordo, etc.).

Dentro del elenco adulto, tenemos al desperdiciado comediante Lewis Black en el papel del amargado jefe de seguridad del aeropuerto; Wilmer Valderrama es perfectamente anónimo como un empleado de seguridad que ayuda a los niños, y Paget Brewster gasta sus breves minutos en pantalla como la preocupada madre de los hermanos Davenport. Y hay otro actor que merece mención, aunque sea negativa: Paul Feig, director de la película, pasó varios años como anónimo extra y actor secundario en incontables programas de televisión antes de graduarse al otro lado de las cámaras. Su trabajo es perfectamente funcional y anónimo, orquestando escenas de elaborada comedia física sin chispa alguna y sin preocuparse por manejar algún estilo visual. Después de todo, ¿qué más hace falta? Es una película para niños.

Es una lástima que bajo esa bandera se amparen cintas mediocres y bobas que no aspiren a llegar más allá de un módico éxito económico durante su primer fin de semana de exhibición. "Menores sin Control" pertenece de lleno a esa categoría, y si bien no es peor que otros bodrios navideños recientes (como "Deck the Halls" y "The Santa Clause 3"), tampoco es realmente recomendable, excepto para niños con bajas expectativas y sufridos padres de familia que busquen dos horas de relativa calma en el cine. No los envidio.

Calificación: 4

Pablo del Moral