Pequeñas Grandes Amigas, por Pablo

Brittany Murphy es una de esas actrices que ha encontrado cierto éxito con una "dieta" balanceada entre blandas cintas de estudio y cine independiente... la actriz cuenta con el rango y personalidad apropiados para ajustarse a muy diversos proyectos, y así como podemos encontrarla tomando riesgosas decisiones en películas como "Spun", también es común verla en horrendas comedias familiares, como "Just Married" y "Pequeñas Grandes Amigas", la cinta que ahora nos concierne.

"Pequeñas Grandes Amigas" muestra la floreciente relación entre Molly (Brittany Murphy) y Ray (Dakota Fanning). La primera es la hija de una finada estrella de rock, y como tal ha vivido una vida de privilegio, financiada por la herencia de su famoso padre. Sin embargo, tal herencia desaparece gracias a un deshonesto contador, y la muchacha se ve forzada a trabajar como niñera de Ray, una neurótica niña de 8 años, obsesiva-compulsiva y aparentemente incapaz de disfrutar la vida como correspondería a una criatura de su edad. Obviamente, ambas se detestan al principio pero eventualmente aprenden la una de la otra para disfrutar más de la vida, combinando responsabilidad con diversión.

Esta es una de esas películas que se escriben al revés; es decir, el guionista (y el público) sabe cómo terminará la historia y a partir de eso manipula situaciones y personajes para ajustarse a tal final, sin importar qué tan falso o forzado se vuelva el hilo narrativo en el proceso, y sin respetar la personalidad de los personajes.

Sin embargo, quien va a ver "Pequeñas Grandes Amigas" no necesariamente espera integridad dramática, sino humor y un rato agradable. Lamento decir que en eso la cinta también falla. Aunque pretende hacernos reír continuamente, los chistes son demasiado simples y predecibles (particularmente por parte de la obsesiva niña), y el poco humor que funciona consiste en ver a Murphy haciendo burdas rutinas de "slapstick", con abundantes caídas, golpes y demás fórmulas de la comedia física. Pero no sé si lo que me hizo reír fueron las rutinas propiamente, o la desenfadada actitud de esta valiente actriz, que evidentemente no teme hacer el ridículo para complacer a la audiencia. Hay que respetar eso.

No obstante, por agradable que encuentre a Brittany Murphy, la película llega a su más bajo punto al final, donde hace su aparición una de las peores escenas que he visto recientemente... uno de esos momentos de "pena ajena", que horrorizan a la vez que fascinan. Como quien es testigo de un accidente, tuve que cubrirme los ojos con las manos, y ver entre los dedos el espantoso final, incapaz de creer que realmente alguien pensó que tal conclusión era una buena idea. No quiero revelar este final, pero baste decir que incluye el peor recital de ballet de la historia, espectacularmente ridículo e intolerablemente cursi.

Es de admirar el elenco, que a pesar de todo hace su mejor esfuerzo para sacar a flote esta insulsa comedia. Como dije, Brittany Murphy es lo mejor de la cinta (lo cual no será mucho para quienes la encuentren irritante); Dakota Fanning repite el mismo papel de "mini-adulto" que interpretó en "The Cat in the Hat" y "I Am Sam". La guapa Marley Shelton y el talentoso comediante Donald Faison casi pasan desapercibidos como los mejores amigos de Murphy. Heather Locklear está totalmente desperdiciada como la descuidada madre de la niña, y Jesse Spencer, como el obligatorio interés romántico de la protagonista, es totalmente anónimo e innecesario. Y desde luego, en una cinta con referencias musicales, no faltan los breves cameos de semi-famosos artistas, para dar cierta legitimidad a la obra. Así vemos desfilar a Carmen Electra, Nas, Mark McGrath (de Sugar Ray), Dave Navarro (de Red Hot Chili Peppers) y a Duncan Sheik (que no sé si califique como celebridad, pero bueno...), tratando de agregar cierto elemento "cool" a una cinta que está más allá de toda salvación.

"Pequeñas Grandes Amigas" tiene una premisa que pudo funcionar con un guión más inteligente y subversivo. Pero en su estado actual es tan insípida y predecible que no puedo recomendarla mas que a admiradores de Brittany Murphy. Yo lo soy, y apenas encontré tolerable la experiencia. Sin embargo, para conocedores y estudiosos del mal cine, debo recomendar con entusiasmo la secuencia final de esta película. Desde "Supernova" no había presenciado un final tan execrable, tan ridículo y absurdo que provocara en mí una combinación de pánico y risa. Cada quién sabrá si se arriesga...

Calificación: 3

Pablo

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