El Ataque de los Clones, por Pepe

Hace algunos años, en un país no muy lejano de tierras mexicanas,
se inició una serie de películas que marcaron un hito en la producción
cinematográfica, Star Wars, La Guerra de las Galaxias.
Hoy, el Episodio II, La guerra de los Clones, solo es
otro clon más de la respetable saga intergaláctica.

Un ataque de curiosidad tecnológica fue lo que me llevó a la sala de cine pues fue la opinión de la gente la que me previno de lo que iba a ver. Todo mundo dice “está buena” a secas. El Episodio II es una tímida historia de amor que no parece ser la continuación de la primera, tiene una batalla pero finalmente, deja pendiente la guerra de los Clones para la siguiente parte. Parece que hay una propuesta de narrativa cuando George Lucas filma en 3 partes la segunda mitad de la historia y luego las 3 partes del inicio. Tal vez el hombre sólo imagina guerras galácticas y sin un plan preconcebido, inventó éste planteamiento de contar sus historias para engordar la cartera. La guerra más emocionante es la que se libra en los escritorios diseñando planes mercadológicos. No sé si es bueno saber lo que sigue, aquí no hay lugar para trampas que nos hagan pensar, sino recordar lo que sabemos que el futuro depara, curioso ¿no? Es una historia que ya nos contó Lucas y ahora nos la muestra. Mis respetos al maestro Coppola que hizo de su trilogía, algo verdaderamente memorable.

Con una tecnología maravillosa, Lucas nos hace sentir (otra vez) que volamos entre campos de asteroides, que recorremos grandes distancias en una moto levitante, que los Jedis son capaces de enfrentar a un ejercito y detienen cada disparo de las pistolas laser y de pronto, nos cambia el ritmo con una historia de amor. Tratar de construir un rompecabezas a la inversa, sólo deja grandes huecos en la lógica de la historia, en la justificación de los personajes y por esto, sus episodios I, II y seguramente el III, son un excelente catálogo de efectos especiales, con personajes huecos e improvisados. La presentación de los mismos se siente desarticulada, a veces injustificada y no tienen la solidez dramática que sus papeles demandan.

Casi no he dicho nada de la historia y lo peor es que no tengo nada más que decir de ella, es un thriller fantástico con amor, guerra e intentos de asesinato. Ahora, desde mi enfoque tecnológico, tenía grandes expectativas porque es la primera película de altísimo presupuesto que se “graba” en video digital de alta definición y no se filma con película. Yo sí lo noté porque tengo años sentado frente a un monitor de video y admito que se ve bastante bien. Los artificios tecnológicos son contundentes y ayudan a disfrazar las deficiencias de la historia. La evolución de la animación tridimencional ofrece naves y personajes sorprendentemente reales, aunque prefiero al Yoda disfrazado que al 3D.

Quizá el logro más importante de La Guerra de los Clones, es haber clonado a George Washington millones de veces. Ustedes me disculparán pero a George Lucas no le perdono su falta de atención a la historia, tiene la plata suficiente como para contratar o mejor aún, comprar talento.

La película es una maravilla visual, muy recomendable. Si no la califico es porque toca ambos extremos de la calificación, técnicamente tiene los 7 monos de mi escala tradicional pero a la historia apenas le daría 1.

José Martín Sulaimán

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El Ataque de los Clones (Attack of the Clones)

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(Attack of the Clones)