 |
|
|
|
 |
 |
 |
|
 |
|
|
|
|
|
 |
 |
 |
|
 |
|
Spoilers
No es fácil encontrar la importancia de La habitación del hijo en una película que lleva ese mismo nombre. En la trama de la película, es el espacio físico menos importante. Es un símbolo clásico de nostalgia y lamentación para alguien que se fue o que murió. Representa el espacio de la frustración y el arrepentimiento, es el lugar que da el pretexto perfecto para lamentarse por errores pasados y omisiones dolorosas. La stanza del figlio retrata al destino como es, irresoluble. Es una película cruda en su tema y dolorosa en su trama, lenta y en algunas partes un tanto incomprensible en cuanto a las actitudes que los personajes adoptan, por ello mismo, muy efectiva en la manipulación de los sentimientos del espectador, pero se queda corta en mostrar la cara verdadera del duelo que los padres sufren ante la pérdida de un hijo. Quizá no sea del todo malo pues los dramas exacerbados en la pantalla grande exprimen mañosamente las lágrimas del espectador.
El director Nanni Moretti (Trois vies & une seule mort – 1996 y Aprile - 1998) protagoniza el papel del psicoanalista que vive de la tediosa y conflictiva rutina de curar con palabras y consejos a los demás, con fórmulas preestablecidas y esquemas prediseñados, siempre con mensajes de aliento y solidaridad que son la causa de quejas de un par de sus pacientes. Se retratan inteligentemente muchas de las facetas y características del hombre en general, angustia, incertidumbre, dependencia, entre otras y hay una interesante relación entre la problemática de los pacientes con la que sufre Giovanni, el psicólogo. Finalmente, él es como un rompecabezas y sus pacientes, las piezas que lo forman. Las cosas siempre suceden por algo, nada es casual, así, la muerte de su hijo hace que Giovanni analice su vida y se mida como hombre, trascienda el hecho de ser varios pedazos del rompecabezas, para ser uno sólo y enfrentar el resto de su vida de una manera diferente.
La narrativa es lenta pero efectiva, a simple vista no hay nada oculto, abajo de la piel de la historia, hay elementos que todos sufrimos, tomar decisiones tiene consecuencias positivas o negativas y es el hecho de vivir con ellas lo que nos conflictua, pero nos enseña. Al ver la película, deseamos la resolución inmediata, a veces violenta por parte del protagonista, su apatía que más bien es ética profesional, se convierte en un elemento de tensión muy importante en la vivencia del espectador, pues esperamos que tome alguna acción contra el paciente a quien se puede culpar por la muerte de su hijo. La cultura telenovelera nos mantiene en este estilo impulsivo y belicoso para resolver los problemas cotidianos y Giovanni muestra la entereza necesaria para no culpar y vaciar su ira en contra de un inocente cuya presencia nos causa repudio. Es una película predecible, uno ve venir los acontecimientos sin que esto arruine el efecto dramático de la misma. Es un guión muy inteligente y nada ostentoso y lo valioso de la historia es que trata el tema de una manera sencilla e inesperada, pero muy real. La stanza del figlio es una bala de papel, pero bala al fin, que atraviesa el pecho y te hace reflexionar acerca de las pequeñísimas cosas que hacen las grandes diferencias en la vida.
¡Muy buena película! Por favor, véanla.
José Martín
Sulaimán
Imagen © 2001 Rai Cinemafiction
Rai Cinemafiction, 2001
99 minutos
Dirigida por Nanni Moretti
Escrita por Nanni Moretti, Linda Ferri y Heidrun Schleef
Editada por Esmeralda Calabria
Elenco:
Nanni Moretti .... Giovanni
Laura Morante .... Paola
Jasmine Trinca .... Irene
Giuseppe Sanfelice .... Andrea
Sofia Vigliar .... Arianna
.