Mystery Science
Theater 3000: The Movie
Cannibal Women in the Avocado Jungle of Death
Monty Python
and the Holy Grail
Killer Klowns
From Outer Space
Beyond the Valley
of the Dolls
MGM,
1976
120 minutos
Dirigida
por Michael Anderson
Escrita por David Zelag Goodman, basado en la novela de William F. Nolan y
George Clayton Johnson
Editada por Bob Wyman
Elenco:
Michael York .... Logan 5
Richard Jordan .... Francis 7
Jenny Agutter .... Jessica 6
Roscoe Lee Browne .... Box
Farrah Fawcett .... Holly
Michael Anderson Jr. .... Doctor
Peter Ustinov .... Ballard
Como muchas personas de mi generación, "Star Wars" (el episodio cuatro, "A New Hope", para los puristas) tuvo profundo impacto en mi niñez, y tal vez incluso en mi carrera adulta. Sin embargo ahora, con la experiencia (aunque no madurez) que me han dado los años, puedo ver que si bien "Star Wars" es una de las piedras puntales del cine moderno, también es donde las cosas empezaron a descomponerse, particularmente para el cine de ciencia ficción.
Luego
de la etapa "boba" del cine fantástico en los cincuentas
y sesentas, algunos cineastas se dieron cuenta de que la ciencia ficción
permitía expresar ideas importantes de forma metafórica o alegórica,
evitando así la censura gubernamental o las acusaciones de extremismo
ideológico. Esto promovió la creación de muchas cintas
inteligentes que comentaban sobre la naturaleza humana y la sociedad... Rod
Serling repudió el racismo en "El Planeta de los Simios";
Stanley Kubrick y Arthur Clarke especularon sobre la evolución humana
en "2001"; Michael Cimino y Douglas Trumbull señalaron la
importancia de la ecología en "Silent Running". La cuestión
es que, mientras fuera en el espacio, en el futuro o con extraterrestres,
se podía decir cualquier cosa, y todas las ideas eran válidas
y aceptables. Sin embargo, esta situación cambió con "Star
Wars"... el cine de ciencia ficción dejó de ser una vitrina
de nuevas propuestas sociales, políticas y científicas, y se
transformó en un vacío espectáculo visual, cuya abundancia
de efectos especiales estaba en proporción directa con la ausencia
de contenido intelectual. Desde luego esto no ocurre en absolutamente TODOS
los casos, pero es tan frecuente que la tendencia es obvia... hoy en día
no importa el mensaje de una película, sino la cantidad de explosiones
y efectos digitales que ofrezca.
"Logan's Run" es tal vez la última película del género fantástico hecha en la década de los setentas que logró conservar su intención de transmitir a su público algo más que imágenes bonitas... y aunque ha sido criticada por alterar radicalmente la venerable novela en la que se basó, el resultado final sigue estando respaldado por una ideología concreta y más relevante hoy que nunca.
La
cinta se desarrolla en el siglo veintitrés, en el que la humanidad
parece vivir en ciudades cubiertas por domos, donde la utópica vida
sólo implica placer en todas sus formas. La omnipresente tecnología
ha logrado una sociedad casi perfecta, sin pobreza, hambre o sufrimiento.
Pero el precio por esta idílica existencia es que, al cumplir los treinta
años, los ciudadanos deben acudir voluntariamente al "Carrusel",
un evento público donde serán "regenerados". En otras
palabras, serán asesinados con la promesa de resucitar como bebés,
y continuar su pacífica e ideal vida. Sin embargo, no todos tragan
esta infundada promesa. Un grupo de rebeldes propone escapar de la ciudad,
y buscar el mítico "Santuario", un lugar donde quien así
lo desee puede vivir su vida naturalmente, hasta morir a una avanzada edad.
Por eso, algunas personas rehúsan someterse al Carrusel, y tales delincuentes
son llamados "corredores". Para eliminar a estos disidentes existe
un grupo de policías llamados "areneros" (sandmen), cuya
función es eliminar sin averiguaciones a los corredores. Uno de los
mejores policías es Logan 5 (Michael York) quien, junto con su amigo
Francis 7 (Richard Jordan), tiene un excelente historial de eliminación
de corredores. Por ello, la Computadora Central encomienda a Logan una misión
especial: hacerse pasar por un "corredor", buscar el Santuario de
los rebeldes y reportar su posición para destruirlo. Logan no parece
muy contento con esta misión, pero no le queda otro remedio que aceptar,
y su primer paso es contactar a la guapa Jessica 6 (Jenny Agutter), una joven
que porta el símbolo del Santuario (el ankh, o cruz egipcia que denota
vida eterna), y convencerla de que le muestre a Logan la ubicación
del legendario lugar. Así, perseguidos por Francis 7, quien no sabe
que Logan trabaja bajo órdenes de la Computadora Central, la pareja
comienza su búsqueda, que los llevará hasta el enigmático
exterior de los domos, donde encontrarán los restos de una civilización
muy familiar, y a varias extrañas criaturas, entre las que está
el anciano Ballard (Peter Ustinov), quien sólo puede pensar en sus
gatos. Todos esos descubrimientos hacen flaquear la lealtad de Logan, quien
empieza a sospechar que ha estado viviendo su vida en una sociedad totalitaria,
rígidamente controlada e injustamente severa. ¿Logrará
cambiar la situación, o sufrirá el mismo destino de los corredores?
Obviamente,
"Logan's Run" nos advierte contra una sociedad que sólo es
perfecta a costa de las libertades individuales. La tentadora promesa de placer
y confort puede convertir a la población en una predecible masa de
ovejas, meras posesiones de un gobierno que les ofrece esclavitud disfrazada
de libertad.
¿Suena familiar?
Habiendo trabajado más de una década en publicidad, he notado la perturbadora tendencia de que cada vez menos anuncios venden productos... lo que la mayor parte ofrece es nivel social, identificación con los semejantes y conformidad con la masa. Un automóvil no es un medio de transporte, sino un símbolo de superioridad económica, o un medio para atraer mujeres; los alimentos "naturales" no fomentan buena salud, sino una figura esbelta para lucir en traje de baño; Incluso una película de moda no es mero entretenimiento, sino un tema de conversación para no estar "fuera de onda" el lunes por la mañana en la oficina... "Todos la han visto; ¿por qué tú no?".
Creo
que es evidente que la sociedad occidental contemporánea está
acercándose a la "utopía" de "Logan's Run".
Tal vez no usemos coloridas togas de Nylon (a menos que sean Hilfiger), ni
regresemos al diseño de interiores de los setentas (aunque uno nunca
sabe), pero el conformismo, y la homogenización de la población
están siendo dictados ahora mismo por los poderes que controlan la
economía y a los gobiernos del mundo. "¡Exprésate!"...
usando la misma ropa y comprando los mismos productos que el resto de la gente.
Pero lo peor es que yo no estoy seguro de poder rechazar este sistema... la promesa de utopía es muy tentadora, y las comodidades modernas son trampas perfectas, que nos atrapan con sus bondades y se convierten en necesidades. El viejo adagio budista "tú no posees las cosas; las cosas te poseen a ti" es hoy más cierto que nunca.
En
fin, para encontrar estas ideas, habrá que ver más allá
del vistoso diseño de "Logan's Run", que tal vez fuera la
última moda en 1976, pero que ahora es en el mejor de los casos nostálgico,
y en el peor, risible. No obstante, la atención al detalle en las miniaturas,
y los imaginativos escenarios muestran gran creatividad, y complementan muy
bien la historia.
Michael York, Richard Jordan y Jenny Agutter realizan un trabajo perfecto en sus respectivos papeles. Y con esto no quiero decir necesariamente que sus actuaciones sean buenas, sino que sus vacuas emociones y simples actitudes son las que uno esperaría en la antiséptica sociedad futura. Y no hay que olvidar a Peter Ustinov como el enigmático anciano, uno de los personajes más peculiares que he visto en el cine moderno.
El
director Michael Anderson encontró un buen balance entre fantasía
futurista y comentario social, y aunque tal vez la cinta hubiera sido más
profunda si se hubiera apegado más al libro (donde la edad de la muerte
obligatoria son los 21 años, y no los 30), el resultado es una brillante
obra de ciencia ficción que merece una segunda visita, en la que convendrá
fijarnos más en las ideas que contiene y menos en los cortes de pelo
de los setentas. Especialmente el de Farrah Fawcett.